El Atlético de Madrid vivirá ante la Juventus de Turín su primera noche de eliminatoria de Champions en el Metropolitano. El último precedente, bajo un aguacero, las semifinales de la UEFA Champions League de la temporada 2016-2017, en las que fue superado por el Real Madrid, no tuvieron mayor continuidad, pues Chelsea y Roma dejaron a los de Simeone relegados a la Europa League en la campaña posterior. A las puertas de su primera cita en el nuevo estadio, el Atlético es muy diferente en muchas cosas. A falta de comprobar cómo será su comportamiento y cuál será su nivel, Simeone siempre entendió sus partidos en casa del mismo modo, siendo su equipo mucho más emocional que calculador, independientemente de dónde defendiera y cuánto presionara arriba.
El Atleti tendrá que despejar dudas en lo emocional
La relación que encontró el Atlético con el Vicente Calderón quedó impresa en el discurso de muchos de sus jugadores, y esta será la primera oportunidad para testar hasta qué punto puede el momento presente, el Metropolitano y el grupo de jugadores de su actual plantilla, entrar en la mente del rival y retorcerla, como hizo con Barça o Bayern. Ahora, por edad, temperamento y adecuación táctica, surgen dudas. Esta será la verdadera vara de medir del conjunto colchonero en términos de planteamiento: hasta dónde da el jugador y la estructura para sentir como aquellos días y que la superioridad emocional se refleje en lo táctico, es decir, qué peaje va a pagar Simeone si decide irse arriba de manera constante en la primera media hora.
A través del tiempo, el minucioso trabajo, el carácter adquirido por los jugadores de 2014-2016, el Atlético tenía bien interiorizado que su presión agresiva y adelantada era del mismo nivel que su ataque posicional. No dejaba espacios atrás, mordía en el momento preciso y con bastante puntualidad lograba adelantarse y construir el tipo de partido que más le interesaba. El 1-0 del Calderón, previo terremoto en la salida del rival, estaba prácticamente programado. En este curso, no obstante, con el Real Madrid como claro ejemplo, el material con el que se construye su ataque organizado y su presión alta es mucho más permeable, sobre todo porque sus jugadores son muy diferentes y la consistencia ha dado paso a una frescura que abre demasiadas puertas.
La defensa en campo propio del Atleti o podrá ser estrecha
Pero llegado el momento, al técnico argentino va a activar un último remedio que intente recordar quienes fueron de un modo lo más parecido posible. Para la eliminatoria que está a punto de arrancar, será importantísimo que encuentre continuidad defensiva, y los costados, tanto en repliegue como en presión no pueden dejar ninguna duda. En precisamente en las dos alas donde pueden constar las decisiones más relevantes desde la pizarra del Cholo. Koke y Saúl parecen predestinados a arrancar desde allí y a rebajar sus posiciones para frenar progresiones del rival. Pero además, el concepto elegido por su entrenador, entre la defensa estrecha o la basculación, crucial en el devenir del cruce.
La Juventus de Turín cuenta con Cristiano Ronaldo y Mario Mandzukic, dos rematadores puros en el área ante el centro lateral. Es especialmente importante señalar la posición del croata, pues como hombre de banda se ha convertido en un comodín para Allegri. A su trabajo defensivo le suma una ventaja táctica emparejándolo en ataque con el lateral del rival, a menudo de mucha menos envergadura que él, una circunstancia que podría llevar a Simeone a pensar en José María Giménez como lateral derecho y a elegir defensa basculada, moviéndose hacia el balón, en lugar de dejar los flancos libres para defender el carril central. La amenaza de la Juventus es multiple, porque por dentro está Dybala, pero a diferencia de otras ocasiones, una defensa estrecha que lleve al rival a sumar gente por fuera no es un gran negocio para Simeone.
AdrianBlanco_ 20 febrero, 2019
¿Qué Atlético os esperáis esta noche? ¿La versión de los 4 centrocampistas? ¿Y presionando arriba? ¿Bloque medio-bajo?