Sin duda, una de las grandes virtudes de Pablo Machín en su primer curso como técnico del Sevilla Fútbol Club se asienta en las diferentes soluciones que ha ido encontrando en el camino, a pesar de que su primera idea -lo que tuvo una relación directa en la construcción de la plantilla- se asentaba bajo unas premisas diferentes, desde la idea preconcebida de jugar con dos pivotes y dos extremos acompañando a un delantero centro.
El día a día le ha ido obligando a variar su primera intención, y en el camino ha tenido que adaptar a futbolistas firmados para otra cosa -Promes o Nolito son dos casos evidentes- a otras funciones. Para visitar San Mamés, el técnico soriano juntó en la punta del ataque a Nolito y André Silva, y aunque la pareja a priori podía quedar algo corta de movilidad en vertical, al ser de dos futbolistas que pretenden, aunque sea de forma diferente, pedir mucho la pelota al pie, lo cierto es que la dupla funcionó como un reloj durante muchos minutos.
Nolito y André Silva funcionaron muy bien como pareja de puntas en el 3-5-2 de Machín
Vimos además un Athletic Club que pretendió jugar con las líneas más arriba de lo que ha venido siendo habitual desde el cambio de técnico, algo totalmente comprensible teniendo en cuenta que Iñaki Williams no fue de la partida, y que Garitano juntó como dupla de ataque a Guruzeta y Aduriz, más necesitados de vivir cerca de la meta rival para generar peligro.
Sin Banega y con Amadou como armador de los primeros pases, esa primera presión resultó más sencilla para el Athletic, si bien es cierto que aunque el equipo vasco lograba defender bien la circulación entre los tres mediocampistas del equipo visitante, no fue capaz de coordinarse para anticipar a los apoyos de los puntas sevillistas, a pesar de la agresividad de Yeray para ejecutar esa acción defensiva.
Con André Silva y Nolito intercambiando movimientos entre las líneas del equipo vasco los de Machín consiguieron profundizar, interpretando muy cien cuándo debía venir uno y cuándo debía alejarse otro. Cuando entró Ben Yedder esto surgió de forma más natural, pero hasta entonces la prueba fue satisfactoria. Fue una nueva solución para el cuadro Sevillista, que logró sacar rédito de perfiles que, como Nolito, habían llegado a cumplir otra función.
Muniain agitó el ataque del Athletic, al que le viene muy bien la presencia de su número 10
En el camino Gaizka Garitano confirmó una certeza, que veremos si tiene recorrido en el día a día pero que deja claro una solución que el cuadro vasco tiene tanto si pretende transitar a campo abierto con Iñaki Williams como nueve, como sucedió en Balaídos, como si -escenario que se dio en San Mamés frente al Sevilla- tiene que afrontar un ataque posicional más constante: el nombre de Iker Muniain le da al sistema una dimensión ofensiva mucho más amplia.
Más si tenemos en cuenta que el nuevo entrenador bilbaíno ha asentado una estructura bastante más rígida en comparación a Berizzo, lo que provoca que la agilidad sin balón y la explosividad sin él de Iker Muniain ofrezca una serie de soluciones muy necesarias para que el Athletic muestre un ataque más dinámico, que en cualquier caso fue insuficiente ante un Sevilla que tiene este curso, como una de sus grandes virtudes, una gran ocupación del espacio en su fase defensiva.
Fernandojb 11 enero, 2019
en bilbao hay un debate muy intenso sobre si llorente aportaria o no a este equipo , su situacion de ostracismo, que sino aportaria y todo ello con el handicap de los problemas de aficion de la vuelta.
para mi claramente a este athletic de Garitano le da otra dimension llorente, por se un delantero centro de referencia y porque creo que llorente es un jugador con bastante juego combinativo para su fisico, es un jugador que el daria mas juego y opciones a muniain, que el actual aduriz.
alguien se atreve a señalar como ve este tema ?