Una de las grandes virtudes del Getafe de Bordalás es llegar a cualquier rincón del campo cuando es el rival el que tiene la pelota. La gran dificultad que supone proteger el espacio es un arte para el equipo del sur de Madrid, y volvió a ser el pilar sobre el que edificó su triunfo frente al Valencia en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.
Marcelino repitió con un 4-4-2 en el que Ferrán Torres y Kang In-Lee arrancaban a pie natural en ambas bandas
La dificultad era añadida, ya que, como vimos frente al Sporting de Gijón en Mestalla, la versión del 4-4-2 de Marcelino con Ferrán Torres y Kang In-Lee en los costados obliga a hacer más ancha la defensa para evitar que el centro llegue limpio, más si en el área está un jugador como Santi Mina, que dejó claro en el choque ante el equipo asturiano que representa una gran amenaza para un plan de ataque exterior y centro lateral.
Sin embargo, el Getafe llegó francamente bien a esa defensa en banda, sobre todo en la izquierda –donde además el Valencia tenía la mayor amenaza con Ferrán Torres-, al repetir Bordalás con la fórmula de Antunes como extremo por delante de Cabrera. Es cierto que eso provocó que en muchas fases de la primera parte hubiera un espacio extra para Parejo en el carril central, lo que permitió al equipo de Marcelino profundizar y cambiar de orientación sobre un Kang In-Lee que recibía liberado en el otro sector, pero en líneas generales el Getafe no sufrió durante los primeros 45 minutos.
Además, con Portillo cerrando su posición tras recuperar y un Ángel muy amenazante a campo abierto una vez el Getafe buscaba la transición ofensiva, el conjunto azulón dio siempre la sensación de estar más cerca del gol que su rival, a pesar de que jugó generalmente bastante más lejos de la portería de Jaume Domenech en comparación a lo que el Valencia hacía con la de Chichizola.
Ángel en el primer tiempo y Jorge Molina en el segundo intimidaron mucho la portería de Jaume Domenech
La solución lógica de Marcelino para buscar explotar más ese pasillo interior fue dar entrada a Rodrigo, pero el Getafe supo compensar la intención del Valencia de sumar un apoyo extra entre líneas con un gran Djené saliendo de la línea de cuatro defensas para anticipar con bastante acierto. Para llevar ventaja a Mestalla, Bordalás tiró del as en la manga que tiene ahora mismo: Jorge Molina saltó en la segunda mitad para confirmar su pletórico momento de forma, anotando un gol donde se paró en el área con una sangre fría típica de los futbolistas que deciden cada martes y miércoles en la Liga de Campeones.
David de la Peña 23 enero, 2019
Qué equipo más complicado de ganar es este Getafe de Bordalás. Tienes que pensar muy bien por qué zona vas a enfocar tu ataque, y aún así va a tener recursos de sobra para llegar allí, robar, y salir con las ideas clarísimas a partir de su pareja de puntas.