El Sevilla suma tres derrotas consecutivas por primera vez esta temporada. En ellas, además, se ha dejado notar las dificultades que, tanto desde lo individual como desde lo colectivo, su juego interior está quedándose demasiado corto cuando cruza la divisoria, y ese será uno de los termómetros a los que puede acudir su entrenador durante la eliminatoria que le va a medir al Fútbol Club Barcelona. Sea defendiéndose muy abajo, saliendo con espacios, o bien presionando la salida culé ante la ausencia de Ousmane Dembélé, al menos en el encuentro de ida, el conjunto hispalense tendrá que cuidar más una zona del campo que de por sí entiende como de paso, pero que puede necesitar más mimo si la dinámica se agudiza.
El Sevilla viene necesitando de más juego interior
El Sevilla es un equipo de ataque muy directo, fiel al tipo de ataque que le gusta construir a Machín y al ritmo alto y frenético que paladea el Sánchez-Pizjuán. Esa verticalidad le ha permitido tener un flujo alto de ocasiones y una gran profundidad apoyada en su doble punta y en Jesús Navas, pero, como todo camino, el equipo viene necesitando algún matiz diferente para introducir en la ecuación. La llegada de Munir o la utilización de otros perfiles pueden ayudar a que Sarabia y Vázquez, interiores del sistema, no atraviesan su mejor momento, por lo que se plantean algunas soluciones.
Una que podría subsanar una presencia más contante es la utilización de un mediocentro que adelante a Banega y sume más participación con balón en una zona en la que Ben Yedder y André Silva no gestionan como tal. La baja de Gonalons fue especialmente sensible para activar dicha modificación, por lo que Amadou o Mesa podría tener minutos en el exigente cruce de Copa. Una referencia más retrasada puede compensar los planteamientos que, por ejemplo, Atlético de Madrid o Real Madrid, han realizado recientemente, retrasando a sus hombres de banda hasta la altura de los laterales, restando influencia y profundidad a los carrileros, Escudero y Navas.
Los rivales enfocan su defensa en los costados
Es ahí donde Machín podría realizar el siguiente movimiento, acumulando un hombre más en los picos del área. Cambiar el 5-3-2- por un 5-2-2-1, como hiciera en Girona, podría concederle un margen de maniobra ante los planes del oponente que se enfoquen en los costados. Es en las zonas intermedias donde el Sevilla tiene margen para el crecimiento. Promes, Munir o Banega más arriba puede ser el siguiente paso de un sistema que nació firme y sólido pero que quizás necesita ahora, como ha pasado con otro ejemplos, de una vuelta.
davidgdelapena 70p · hace 321 semanas
Un problema también es que Franco Vázquez ha bajado un puntito con respecto a su arranque de temporada.
AArroyer 101p · hace 321 semanas