Desnaturalizar al Sevilla de Pablo Machín está resultando misión casi imposible para cualquiera de sus rivales en el presente curso, pero el Real Madrid de Santiago Solari lo logró durante media hora larga del choque liguero disputado en el Santiago Bernabéu, con el especial mérito que supone el hecho de que el proyecto del entrenador argentino en Chamartín no ha terminado aún de despegar.
Sin ser noticia la suplencia de Isco sí cobra más trascendencia si añadimos la de Marcelo, que más allá de abrir líneas de debate alejadas del juego, deja una clara lectura con respecto a las formas: Solari cree en un perfil de jugador que, en una temporada muy delicada para el Real Madrid, den al conjunto blanco ritmo, intensidad, y la posibilidad de ejecutar esfuerzos largos y constantes.
Solari está siendo coherente con su idea y está dándole utilidad a perfiles como Reguilón, Fede Valverde o Lucas Vázquez
Hay que decir que esta es una medida bastante coherente con respecto a la realidad: si el Real Madrid no consigue ejercer un control sobre los partidos más relacionado con el balón y un plan de juego que ordene a sus piezas a través de él, tiene sentido que la respuesta vaya en esta línea, y se explique por tanto que futbolistas como Lucas Vázquez, Sergio Reguilón o Fede Valverde estén teniendo bastante continuidad.
Dicho esto, hay que decir que el Real Madrid consiguió frente al Sevilla asentar la pelota en campo rival, presionar tras perder el cuero muy arriba y con el equipo bastante junto y limitar a cero los despliegues del cuadro hispalense durante casi toda la segunda mitad, cuestión que consiguió por una gestión de la pelota bastante más fresca de lo que había mostrado hasta el momento.
Vinícius Junior, esté o no acertado en sus últimos toques, le da una perspectiva diferente al ataque del Real Madrid
Una de las claves fue la presencia de Vinícius Junior, que es un perfil de atacante muy diferente a lo que había venido usando Solari. Con él en el terreno de juego, el Real Madrid cuenta con un extremo que juega a pie cambiado, con la mayor presencia interior que eso provoca, y a lo que hay que sumar además una movilidad vertical sin balón que ofrece una profundidad que al ataque del Real Madrid, liderado por Karim Benzema, le sienta especialmente bien al carecer de ese perfil de futbolista.
Al jugador brasileño se sumó la excepcional actuación de Dani Ceballos y Luka Modric, que fueron los artífices de que el Real Madrid lograse de verdad estar constantemente junto cerca de la portería de Vaclik. La seguridad que ambos mostraron para conservar la pelota y eliminar a un rival que saltaba a presionar –es una medida habitual en el equipo de Pablo Machín- provocó que el ataque blanco fuese estable primero y profundo después, ya que siempre hubo un espacio para jugar con Benzema por dentro y profundizar después.
Luka Modric y Dani Ceballos fueron la clave del control del Real Madrid frente al Sevilla
El sistema de juego sevillista requiere dos cuestiones casi de forma indiscutible. La primera, terminar muchas jugadas, algo que generalmente sucede profundizando por fuera y buscando un área cargada por mucha gente, algo que no llegó a suceder bien porque era el Real Madrid el que se juntaba con mucha gente por delante de la pelota, o bien porque en los duelos individuales los laterales blancos –Carvajal y Reguilón- se impusieron a los carrileros sevillistas –Navas y Escudero-. La segunda, presionar con el equipo arriba, algo que no sucedió por culpa del buen partido blanco con pelota.
A partir de ahí, la efectividad defensiva de Franco Vázquez y Sarabia se reduce, que en un constante uno contra uno en campo propio contra dos jugadores de gran conducción y cambio de ritmo como Modric y Ceballos sufrieron por sistema. Provocado ese contexto, vimos la mejor versión blanca desde la llegada de Solari, que en cualquier caso tuvo un problema de finalización de ocasiones, con un Vinícius irregular en sus últimos contactos y un Benzema casi siempre lejos de zona de finalización, los blancos tuvieron que recurrir a aclarar la frontal del área para golpear desde allí, necesitando un disparo de Casemiro para romper el marcador al que no se podrá acudir como patrón de ataque en el futuro.
Juantelar 20 enero, 2019
Asiente el modelo de juego que asiente el Madrid, su plantilla tiene un problema estructural de falta de gol y de amenaza. El jugador que más puede aportar eso es Bale, y con sus problemas físicos no se sabe cuándo se puede contar con él. Vinicius está aportando verticalidad, desborde y juego sin balón, pero le falta punch, mejorar su finalización.
Aun así, como dice el artículo, se vio el mejor partido del Madrid de Solari y uno de los mejores en general de la temporada.Y además de manera inesperada, porque no parecía el choque contra el Sevilla el ideal para eso.