La estadística habla por sí sola. El RCD Espanyol cierra la primera vuelta de LaLiga a tan solo cinco puntos del descenso, después de haber sido segundo hace no mucho tiempo. El cuadro de Rubi, que no ha sumado más que una victoria en las últimas ocho jornadas, no consiguió aprovechar la ola de su triunfo ante el Leganés, y esta dinámica es un claro indicativo de que hay bastantes cosas que están fallando. Sin ir más lejos, tomando como referencia el 1-0 ante el Athletic Club de principios de noviembre, el equipo perico ha sufrido una barbaridad para dejar su portería a cero: algo que, en estos 10 partidos -contando los dos de Copa-, solo ha logrado ante el Cádiz y los de Pellegrino. Una mala racha, que viene promediando algo más de dos goles en contra para el Espanyol por encuentro, de la que también, debido al tesón de su técnico con el modelo, se están pudiendo sacar conclusiones positivas -o menos negativas, si cabe para estas situaciones- como es el caso de Óscar Melendo. El joven perico está creciendo en la adversidad del equipo.
Melendo volvió a recibir mucho y muy bien por dentro en Anoeta
Ayer, en la visita del Espanyol a Anoeta, ocurrió la enésima demostración de esto. Como sucedió ante el CD Leganés, Melendo volvió a cargar con todo el peso del equipo sobre su espalda. Con el Espanyol en una clara desventaja en el marcador, después de recibir dos goles en los primeros diez minutos, el equipo encontró una vez más en el ‘14’ la solución a muchos de sus problemas. Alejándose de la banda derecha -desde donde partió de inicio, con Baptistao por el otro lado- para recibir por dentro, la lectura de Melendo resultó fundamental para habilitar una línea de pase muy profunda a la espalda del mediocentro de la Real Sociedad. Una vía que el equipo supo exprimir de muy buena forma, consiguiendo dividir las atenciones en torno a la figura del propio Melendo. Con Marc Roca como pivote, acercándose mucho a los dos centrales del equipo, del mismo modo que ya lo hizo ante los de Pellegrino, las recepciones de Darder -derecha- y Granero -izquierda- consiguieron atraer a la primera línea de presión donostiarra. Y de este modo, debido a que Merino se encargaba del otro perfil, Melendo fue taladrando la grieta.
Rubi mantiene su apuesta por el ‘plan A’, como quedó demostrado
Para una propuesta tan vertical como la de Rubi, que pretende ir subiendo escalones a partir del posicionamiento de sus dos interiores, de las recepciones de sus dos (teóricos) mediapuntas y de la profundidad lateral de Dídac y Rosales, contar con un futbolista con las características de Melendo es toda una bendición para el equipo. El ‘14’ del RCD Espanyol domina como muy pocos a su edad (21 años) el juego entre líneas, sabiéndose alejar de su par, detectando la zona vacía que concede su rival y manejando, especialmente, la fórmula clave dentro del juego: tiempo y espacio. Una lectura táctica, por resumirlo de algún modo, acompañada de una potente calidad individual, que le convierten en un activo importantísimo para el Espanyol en estos momentos. Sobre todo si, como confirmó Rubi en la rueda de prensa posterior al triunfo ante el Leganés y volvió a quedar demostrado ayer en su desplazamiento a Anoeta, el equipo mantiene su firmeza en el ‘plan A’. Ya que el dinamismo de Melendo por el carril central es, por ahora, diferencial.
En cualquier caso, más le conviene al equipo que, además de potenciar a su centrocampista más en forma en estos momentos, Rubi consiga recuperar la regularidad en su modelo. Y para ello, al margen de Melendo, se antoja primordial que el Espanyol pueda volver a contar con la mejor versión de los Roca, Darder, Granero, Baptistao o Borja Iglesias. Porque si ellos están bien, como al principio de curso, el equipo estará en disposición de volver a juntarse más y mejor sobre el campo. De atacar mejor, pero también de defender con más firmeza -a la espera de que vuelva Hermoso-, y sobre todo volver a sumar con periodicidad. Un proceso para el que Melendo, ya sea como interior o como “mediapunta” más adelantado, destaca por la capacidad para sumar de manera muy directa. De toda crisis, como rige la economía, nacen oportunidades. Y Melendo, para un Espanyol al que le está costando reencontrarse con su pizarra, es una de estas. El ’14’ juega bastante bien al fútbol.
AdrianBlanco_ 15 enero, 2019
Qué buen futbolista es Óscar Melendo. Se pasa todo el partido detectando las zonas por las que colarse y hacer daño, a sabiendas de que no tiene un físico que le haga cuerpear mucho con los rivales. Y lo consigue. Siempre lo consigue. Por ello, si la propuesta de Rubi se va a mantener intacta, entiendo que ahora mismo tiene muchas papeletas (y más tras la lesión de Sergio García) para entrar en el once titular.