El Tottenham de Mauricio Pochettino decidió mantener el plantel que le ha permitido disputar durante dos años consecutivos la UEFA Champions League. Sin fichajes ni ventas de relevancia, el proyecto spur chocó con un grupo complicado para acceder a los octavos de final pero, tras un inicio difícil, tiene la posibilidad, nada sencilla, de clasificarse a la siguiente fase visitando hoy el Camp Nou. Y como era de intuir, en forma, el juego del equipo londinense es reconocible; la naturaleza del equipo sigue siendo dinamizar sus ataques y encontrar a sus mejores jugadores bajo el ritmo y el pase que mejor potencia sus virtudes. Una verticalidad que en la presente campaña está dejando algunos matices que conviene destacar.
Pochettino tiene seis hombres muy diferentes y complementarios en su línea de mediapuntas
No es ningún secreto y sigue siendo. La línea de mediapuntas y su relación Harry Kane marca el punto de partida y el techo competitivo del Tottenham. Ellos definen, por muy diferentes que sean entre sí, el patrón ofensivo y defensivo a utilizar. Entre Eriksen, Son, Alli, Sissoko, Moura y Lamela se complementan para darle forma al plan, sumando desborde, movilidad, presión, agresividad o despliegue. Todos, tan diferentes como complementarios, explican qué quiere hacer el equipo y por qué. La ocupación del espacio y la activación de los mismos es la seña de identidad de un equipo que tiene interiorizado un ritmo de juego que, en momentos concretos, avasalla y se lleva por delante a quien sea. No obstante, algunos parámetros explican lo que le cuesta dominar según qué encuentros desde la pelota.
Los de Pochettino están recibiendo más remates (13) de los que producen (12), estando entre los diez equipos que menos rematan de la competición inglesa. En el cómo, el Tottenham sigue produciendo un tipo de ataque que deriva en un centro al área -2º equipo que más centra por encuentro de esta Champions-, mientas se queda lejos de los dominadores de la máxima competición en pases cortos por choque -11º en pases cortos-. Además, es el equipo de las grandes ligas europeas que más goles a balón parado produce: 10 de sus 30 goles llegaron en pelota parada.
El Tottenham nunca ha perseguido masticar sus ataques y precisamente por ello sigue siendo tan sumamente peligroso en el ritmo más alto. Lucas Moura y Erik Lamela han dotado a su ofensiva de un punto más agudo en el desborde y en el desequilibrio, siendo Kane y Eriksen las cabezas pensantes de un equipo que suele marcar la diferencia cuando juega en campo contrario tras haber activado una presión altísima. Con el precedente del partido de la primera vuelta, donde Messi y Arthur mandaron el mensaje más potente, el que hizo despegar el siguiente Barça de Valverde, el Tottenham tendrá que medir muy bien sus acosos y ser más incisivo que nunca en tres cuartos. El valor de Harry Kane, uno de los mejores ‘9’ del mundo gestionando espacios, adversarios, compañeros y remates, será fundamental para citarse con el mes de febrero.
AArroyer 11 diciembre, 2018
Los datos la verdad es que llaman bastante la atención. Creo que el Tottenham es un equipo con identidad propia, que nunca ha sido de elaborar excesivamente siendo propositivo y con una gran transición ofensiva pero está teniendo menos control que antaño. Aunque esto no tiene por qué ser un problema en el Camp Nou.
Espero a Pochettino ajustando lo que pa´so en la ida, y sin Luis Suárez, puede vivir algo más tranquilo en defensa baja, mientras decida tener fases de presión más alta. Muchísimas ganas de ver a Kane dirigiendo ataques.