En el King Power Stadium, el Manchester City sufrió ante el Leicester City su tercera derrota en cuatro partidos de la Premier League, algo realmente llamativo teniendo en cuenta el tremendo dominio que el equipo de Pep Guardiola había mostrado durante casi toda la primera mitad de campeonato.
Para visitar al conjunto de Claude Puel, el entrenador español jugó con su 4-3-3 asimétrico, como viene siendo habitual, esta vez con Danilo como lateral derecho abierto y Delph como lateral izquierdo cerrado, aunque lo más llamativo fue la elección para la posición de pivote, con Ilkay Gündogan haciendo la función del ausente Fernandinho.
El Manchester City no está consiguiendo solucionar la ausencia de Fernandinho
Guardiola dibujó una línea de tres en salida, con Delph y Gündogan por delante en un doble pivote, Sterling cerrado y acercándose a Agüero, Bernardo Silva y De Bruyne entre líneas, y Leroy Sané como extremo izquierdo, pegado a la cal. La buena ocupación de los espacios permitió al Manchester City hacer circular bien el balón en salida, si bien es cierto que Puel tendió la trampa relativamente cerca de la frontal de su área y sin buscar los robos muy arriba.
El Leicester dibujó un 4-5-1, con Ndidi, Mendy y Choudhoury formando una línea de tres centrocampistas por dentro que representó un buen escudo para hacer más complicado el juego entre líneas del campeón. Sin David Silva y con un Kevin de Bruyne que jugaba su primer partido como titular en la competición en este curso, la circulación era bastante horizontal y sólo la figura de Leroy Sané representaba una amenaza en términos de profundidad.
Jamie Vardy encontró la espalda de la defensa del campeón con mucha facilidad
Eso derivó en un escenario en el que el Manchester City no conseguía juntarse cerca del área contraria, y en una gran precipitación para jugar sobre el sector izquierdo de su ataque, lo que provocó que esa telaraña interior del Leicester cortase pases con bastante facilidad y pudiera montar contragolpes con continuidad, sobre todo gracias a un acertado Jamie Vardy.
Como primer punta pero siempre ocupando el perfil izquierdo del ataque, buscando la espalda de Danilo, el Leicester City conseguía juntar dos o tres pases con el Manchester City mal agrupado –la ausencia de Fernandinho penaliza a los de Guardiola en días así, donde la decisión y capacidad atlética del brasileño abarca más metros para la presión con respecto a Gündogan-, y el delantero local estiró una y otra vez una zaga excesivamente expuesta. Un problema derivado de una posesión demasiado estéril, un problema que no había aparecido hasta el momento y que el regreso de David Silva puede ayudar a subsanar.
Andrés Madrid 27 diciembre, 2018
Ojo, que a mi me parece que el City y lo de ayer no es algo aislado. Claramente pasa por un bache en juego, lo cual es normal. Ningun equipo, ni siquiera una pizarra excelsa de Pep, puede jugar excelente los 365 dias del año, no se puede. El tema está en que a mi el City me parece un equipo demasiado academico en algunas ocasiones, incluso para un equipo de Pep. No hay ningun jugador que haga "una de más", que muestre algo de rebeldía. Al final para bien y para mal, en el City la estrella se sienta en el banquillo.
Y mientras tanto, en Anfield Salah ganando partidos casi que en piloto automatico.