Cristiano Piccini le pegó a la pelota con la rabia contenida de un equipo que, después de 17 jornadas y tras caer eliminado en la Champions, sigue sin levantar el vuelo. El cuadro de Marcelino García Toral es, junto al Athletic Club, el equipo de LaLiga que más empates ha cosechado a estas alturas (10). Y casi con total seguridad no existe un dato mejor para explicar las dificultades que está encontrando para controlar todo lo que ocurre en sus encuentros. Con la de ayer ante el Huesca, el Valencia tan solo ha sumado dos victorias jugando en Mestalla. Algo que resume en buena medida el descontrol al que se ha visto abocado este equipo.
Rodrigo realizó uno de sus mejores partidos en mucho tiempo
Antes de profundizar en el análisis cabe destacar que el Valencia hizo méritos para llevarse los tres puntos, como también los hizo para haberse quedado sin ninguno. Marcelino dio forma a su arquetípico 4-4-2 con un par de novedades importantes: en primer lugar, debido a la ausencia de Guedes, el volante izquierdo fue Cheryshev; mientras que, sin Kondogbia ni Coquelin, el elegido para acompañar a Parejo fue Soler. De esta forma, con Wass por derecha, como volante y no lateral (Piccini), y con Rodrigo y Mina como pareja de ataque, el Valencia CF quiso conectar pronto con la grada apretando en la presión y atacando de manera super vertical.
Aprovechando los movimientos de Rodrigo, que se movió mucho y muy bien por todo el frente de ataque, y el momento de Santi Mina, muy fino en sus intervenciones fuera del área, el cuadro valencianista se apoyó en sus dos puntas para ganar metros en campo contrario, más que para asentar un dominio que no llegó a producirse ni con el 1-0. Además de por dentro, con sus dos delanteros, el Valencia quiso hacer daño al Huesca a través de los costados. Aunque esta vez, dado que Soler estaba en el medio y no en la banda, el equipo debió reconfigurar su estrategia para atacar por fuera. Debido a que Cheryshev, Wass, Gayá y Piccini son cuatro futbolistas de mucho recorrido exterior, la idea de Marcelino fue agredir a Miramón y Akapo, los dos laterales del Huesca, atacando por sorpresa: haciendo que Gayá y Piccini doblasen a los volantes.
Sin embargo, en este escenario de ida y vuelta, ante un Huesca que no le perdió la cara al partido a pesar de la desventaja en el resultado, el Valencia no fue capaz de hacerse fuerte en su propia área. Y en esta tesitura, el Huesca consiguió ir inoculando el miedo dentro de la parroquia che. Con Musto como única ancla en mitad de campo, lanzando a Melero y Rivera cerca de la frontal, dejando a Moi Gómez que se acercara a la pelota y amenazando a través de los movimientos de Ferreiro (fuera-dentro) y Cucho Hernández (dentro-fuera), el equipo de Francisco Rodríguez fue muy de más a menos durante los 90’. Hasta el punto que, con el 1-1 como consecuencia de esto mismo, tuvo distintos tramos en el encuentro en los que dejó más y mejores cosas que su rival a través del balón.
El Huesca consiguió poner en muchos aprietos al Valencia
Dejando a un lado el resultado final, la sensación es que el Huesca volvió a quedarse otra jornada más muy cerca de rascar algo positivo. El equipo ha experimentado un gran salto con la llegada de Francisco. El técnico de Almería está probando muchas cosas desde lo táctico, entre y durante los partidos, y ayer puede decirse que la lectura fue de nuevo muy correcta. Justo antes de hacer el empate, había pasado a un 4-3-3 con Cucho -derecha- y Ferreiro -izquierda- a ambos lados de Longo, y el cambio mejoró al equipo. Pero luego estrelló un balón en el larguero, erró la ocasión del italiano y al final, ya en el descuento, acabó viendo como la suerte le daba la espalda. “Estoy afectado. La sensación es que todos los fines de semana hablamos de lo mismo. El equipo hace muchas cosas bien para ganar: domina, crea ocasiones pero al final nos vamos igual. Nos vamos con cero puntos y no refleja lo que se ve. Pero la realidad es que llevamos 8 puntos. Después de perder un partido así se te van las ganas. Llevamos muchas jornadas igual…”.
AdrianBlanco_ 24 diciembre, 2018
Me pareció muy positivo el partido de Rodrigo Moreno. No tuvo su día más acertado con la pelota (65.6% en el pase) pero se movió muy bien sin la pelota, se ofreció mucho por delante del balón y trazó bastantes movimientos con muy buen ritmo. Una de las grandes noticias de la victoria del Valencia, sin duda.