Es un ecosistema sumamente único. Al contrario que otras propuestas en las que las infraestructuras, la masa social o la arquitectura del estadio pueden sufrir el cambio de categoría, la SD Eibar se ha instalado en la élite del fútbol español haciendo virtud de todas esas circunstancias. Temporada tras temporada, su estadio condiciona continuamente, como también lo hace el juego de un equipo que no ha tenido ni tiene réplica en Primera División. Desde la sencillez, la presión y la verticalidad, el Eibar es un equipo protagonista y muy ofensivo, siendo Mendilibar el artífice de fusionar la competitividad de su equipo, la identidad futbolística del mismo y la pertenencia del aficionado hacia dicha propuesta. Y en parte también ha sido posible, y sigue siendo posible, gracias a jugadores como Rubén Peña.
Es la posición de lateral, luego tocará relacionarla con el jugador, la que expone muy bien qué actitud debe tomar el jugador que juega por fuera en el sistema de José Luis Mendilibar. En las bandas, el Eibar ha de generar la primera superioridad en campo contrario. Es muy singular cómo lateral y extremo comparten mapas de calor muy parecidos en altura e incidencia, pues una de las esencias. Es ahí, donde el equipo armero hace bascular al rival y además condiciona su concentración en base a movimientos muy agresivos. Es muy característico su manera de progresar y de conectar por banda, donde radica su particular timing ofensivo.
Mendilibar: «Con buenos movimientos y buenos centros al área puedes llegar continuamente, y esto sirve para para acostumbrar a tus jugadores del centro del campo a llegar al área, pues llegando y no estando siempre pones en dificultades al rival. Es la forma más sencilla de crear peligro. Llevo 25 años entrenando, desde Preferente vengo haciendo lo mismo».
El Eibar es enormemente directo en el dos contra dos en los costados, es decir, sus jugadores actúan antes por instinto y automatismo que por toma de decisión. El jugador tiene que decidir anticipándose al rival, por lo que la pelota pasa muy poco tiempo en sus botas. Una línea de pase interior del extremo, un pase paralelo a la banda hacia el extremo abierto o una arrancada del poseedor aceleran la jugada para generar profundidad y desconcierto. Es común ver a los hombres exteriores del Eibar realizar siempre movimientos muy explosivos para ganar línea de fondo. Esa energía e hiperactividad bien medida es lo que está llevando a Rubén Peña a desempeñar a la perfección las tareas que se le encomienda a esa posición en el sistema de Mendilibar.
No es por tanto extraño que en un contexto de dos contra dos hiperofensivo y agresivo, pueda encajar un jugador que ha sido delantero centro y extremo en etapas anteriores. En el Leganés de Garitano, en 2ª división, Peña era un delantero muy móvil, incansable en la presión y tremendamente escurridizo para encontrar los espacios y generar un ritmo muy alto en cada de sus intervenciones o desmarques. Habida cuenta que el Eibar se pasa los partidos atacando por fuera, de manera frontal pero externa y defendiendo siempre hacia delante con su doble pivote ganando la segunda jugada, la aclimatación de Peña ha sido formidable, siendo en estos momentos uno de los laterales más productivos de la Liga española.
davidgdelapena 70p · hace 337 semanas
El sistema le está dando mucho, pero ojo, él además ofrece buenas soluciones desde lo individual, con su velocidad y buen pie para conducir y centrar. Para mí, uno de los nombres propios sin duda del arranque de temporada.
AArroyer 101p · hace 337 semanas
Es que es eso, es que él está siendo culpable de que funcione el Eibar en casa con tantísima verticalidad. Es un jugador que no para, es disciplinado, cambia de ritmo, desborda, juega a un ritmo muy alto. Por ejemplo, su precisión de pase es baja, rondando el 65-70% pero es fruto de esa agresividad para hacer el 2x2, ir a toda pastilla.
AdrianBlanco_ 96p · hace 337 semanas
Asier Harro · hace 337 semanas
AArroyer 101p · hace 337 semanas
Pues es una idea sensacional. Habla muy bien de cómo se nutre el Eibar de un perfil muy concreto. Lo del Eibar del 4-4-2, con 2x2 en bandas, con 2 puntas, dos pivotes... Es supercaracterístico. Un equipo con una identidad extraordinaria. Por eso Rubén Peña encaja tan sumamente bien, pero es que todos los laterales y extremos han encajado.