El encuentro disputado en el Camp Nou dejó una sensación de indecisión en el Inter que no encaja con la realidad que Luciano Spalletti ha conseguido trasladar al conjunto nerazzurro. A estas alturas de su proyecto en Milán, el técnico toscano ha dejado actuaciones espesas, sobre todo con pelota y en escenarios concretos donde el rival ha obligado a mostrar finura y creatividad, pero pocas veces esa sensación de desconexión vista en Barcelona.
La ausencia de Radja Nainggolan fue sin duda importante en este sentido. El centrocampista belga ha sido una pieza importante para Spalletti ya desde sus tiempos en Roma, y aunque su aportación en el Inter aún debe definirse de una forma más concreta tras su llegada al Giuseppe Meazza el pasado verano, por adecuación a sus compañeros parece que incluso puede llegar a ser más importante.
Ante el Barça, el Inter ni presionó con seguridad ni se agrupó en campo propio con convicción, de modo que el equipo blaugrana atacó muy cómodo
Fue el hoy técnico interista el que apostó por un Nainggolan como segundo punta de formar regular, medida que estaba muy relacionada con la idea de presión de Spalletti. En Roma resultó un activo importante tanto para permitir a Edin Dzeko ataques con recorridos más cortos, al recuperar la pelota en campo rival, como para servir a Mohamed Salah un contexto para atacar espacios abiertos con la defensa rival descolocada, donde el hoy jugador del Liverpool es absolutamente devastador.
En el Inter, el contexto para la aportación del belga parece aún más redondo. Por un lado, porque el hecho de que Nainggolan trabaje con agresividad sobre el primer pase del adversario resta responsabilidad con balón a un doble pivote no demasiado creativo -Brozovic y Vecino suelen ser los componentes del mismo-, a los que le viene muy bien que el Inter pueda atacar con premura y sin pensar demasiado, cuestión en la que el belga resulta fundamental teniendo esa función.
Nainggolan como segundo jugador más adelantado permite elevar la línea de presión
Los otros futbolistas que se benefician de ejecutar una presión a gran altura con Nainggolan al lado son Perisic, Politano y por consiguiente, Mauro Icardi. Si bien es cierto que en el caso de Politano hablamos de un jugador con cintura y pie para sumar acciones positivas en ataques organizados, el croata disfruta atacando espacios abiertos sobre el carril izquierdo, jugada que se repite con más facilidad si el Inter roba en una zona intermedia y los laterales rivales están alzados. Después, centrar al área con la defensa regresando y si las marcas fijadas, es un regalo para el ariete argentino.
La presencia de Nainggolan, por tanto, representa la seguridad en un plan por sí misma. Incluso jugadores importantes en la zaga como Milan Skriniar disfrutan más si el equipo gana altura en su posicionamiento defensivo, ya que su calidad en la anticipación y posterior envío a hombres libres en campo rival crecen si este es el plan de juego. Spalletti podrá después apostar por una idea más relacionada con la protección del espacio -ante rivales como el Barcelona es algo totalmente justificado-, pero la presencia del belga ya le permite activar a sus piezas de otra forma; de una que, además, les sienta bien a casi todas.
David de la Peña 6 noviembre, 2018
¿Qué hará el Inter contra el Barcelona? Desde luego no puede permitirse tanta indefinición como la visa en el Camp Nou, y Nainggolan me parece un jugador importante precisamente para definirse. Creo que además tiene sentido ir a buscar el primer pase del Barcelona y tratar después de encontrar a Icardi con velocidad.