Competir por encima de todo | Ecos del Balón

Competir por encima de todo


Muy probablemente el Deportivo Alavés es, en estos momentos, el equipo que más claro lo tiene de toda Primera. El proyecto de Abelardo Fernández está de dulce. Y mientras que en LaLiga, tras un arranque histórico, pelea de tú a tú a estas alturas por la cabeza de la tabla. Ayer se estrenó en la Copa, en la que ha sido finalista y cuartofinalista en las dos últimas campañas, con uno de esos resultados que, sin ser del todo positivos, refuerzan enormemente la labor de todo el equipo. El empate del Girona en el último momento, que necesitó cuatro remates a portería para hacer dos goles, fue, sin duda, el único (gran) pero que se le puede a los del asturiano. Los dos equipos, con bastantes cambios en sus onces iniciales, actuaron de una manera muy reconocible a la del campeonato regular. Pero el cuadro babazorro, que debió remontar el 0-1 de la primera parte y volvió a sellar otro de esos goles tan suyos (el del 2-1) en el tiempo de descuento, aprovechó para legitimar su entereza desde lo táctico.

Doumbia volvió a pasar muy desapercibido como referencia

Con Brasanac y Manu García en el doble pivote, acompañados por Sobrino y Burgui desde fuera, Abelardo mantuvo el 4-4-2 ante el sistema de tres centrales y dos carrileros del Girona. Eusebio salió a tener la pelota en Mendizorroza. Y para ello, queriendo dar continuidad al dibujo utilizado ante Eibar y Real Sociedad, perfiló un doble pivote con Pons y Aleix García. Con el segundo algo más posicional, gestionando la salida en corto, y con el primero, a su lado, revoloteando en una y otra dirección, el Girona trató de ser ambicioso a la hora de dominar a su rival desde la pelota. Como decíamos unas líneas más arriba, las pizarras de los dos técnicos aprovecharon el partido para prolongar -más que para matizar- las realidades tácticas de Alavés y Girona. Y lo cierto es que en ambos casos, respetando virtudes y defectos, el experimento fue todo un éxito. El Alavés fue el Alavés y el Girona fue el Girona, con todo lo que ello implica. Y de aquí que Eusebio, muy mermado por las bajas, tratase de emular su plan más habitual con Lozano (en el papel de Borja García), Soni (como Portu) y Doumbia (haciendo, en teoría, de Stuani). Pero el resultado, como es lógico, no fue idéntico.

Con el marcador en contra, y atendiendo al contexto copero -en casa y en eliminatoria directa-, Abelardo decidió ir a por el encuentro a su manera. El Alavés, a pesar del cero a uno, no perdió los nervios. Mantuvo la solidez del 4-4-2. Y atacó, como de costumbre, de fuera hacia dentro. Pero la clave estuvo en la altura de su línea defensiva. El hecho de que Diéguez y Maripan, los dos centrales, diesen un paso al frente, escoltados por Vigaray y Martin desde la cal, implicó dos cosas al mismo tiempo. La primera, en lo positivo, es que el equipo pasó a controlar posesión y espacio. Pero la segunda, algo menos provechosa en lo colectivo, significó que el ratio de Bastón y Guidetti, los dos puntas, fuese mucho menos amplio con los movimientos -hacia arriba- de los tres centrales del Girona. Una situación que al descanso, a tenor de cómo empezó y se desarrolló la segunda mitad, Abelardo fue capaz de ajustar en beneficio del sueco. Y de su propio método. El Alavés salió muy reforzado de ello.

Abelardo ajustó en el descanso. Y acertó de lleno desde la pizarra

Guidetti se convirtió en uno de los nombres propios de los segundos 45’. A través de su pivoteo, más cerca del pasador que del defensor rival -a diferencia de la primera parte-, el ‘10’ del Alavés le permitió a los suyos ser mucho más profundos. Imponiéndose en lo individual, recibiendo y descargando hacia cualquiera de los costados -Burgui y Sobrino- con gran eficiencia, Abelardo encontró en el juego de espaldas de su delantero todo lo que le había faltado hasta el descanso. Con Guidetti ganando estos apoyos, haciéndose fuerte lejos de Iraizoz, el Alavés pudo encontrar con más soltura a sus dos volantes. Burgui, desde la izquierda, se mostró mucho más dañino a la hora de recortar hacia dentro, con su mejor pierna; mientras que Sobrino, por el otro perfil, centró su repertorio en movimientos mucho más verticales y directos hacia la línea de fondo y el segundo palo. Todo ello en una segunda mitad en la que Abelardo, con el marcador igualado, entendió que lo mejor para el equipo era el cuerpo de Calleri y las piernas de Twumasi. Y dicha lectura, sumada al ingreso de Ibai, liberó en Mendizorroza la impresión de que ya sea con Pacheco o Sivera, Jony o Burgui, Laguardia o Adrián Diéguez, este Alavés solo entiende de una cosa: competir por encima de todo.


3 comentarios

  • David de la Peña 1 noviembre, 2018

    Es una cosa muy loca lo de los goles del Alavés en el último minuto. No es casualidad, es un tema de convicción y que además define una parte de ese plan de juego de Abelardo, que por su forma de atacar hace difícil para el rival controlar rebotes, segundas jugadas, marcas en el área. El Alavés ocupa muy bien las zonas en ataque y tiene delanteros como Calleri o Sobrino muy intuitivos para atacar ese centro lateral.

    Respond
  • AdrianBlanco_ 1 noviembre, 2018

    Me gustó mucho la lectura de Abelardo desde la pizarra. Le dio espacio a su delantero, sin que el equipo perdiese empaque, y el sueco hizo el resto. Se impuso varias veces a los centrales. Y desde ahí, una vez hecha la superioridad por dentro, Burgui y Sobrino ganaron tiempo y espacio para atacar con más soltura. Eso sí, lo que seguro que no le convenció tanto al asturiano fue la debilidad que mostraron los suyos en las acciones a balón parado. Con muy poquito, muy, muy poquito, el Girona empató ya en el descuento. Y antes, hizo el 1-0.

    Respond
  • AArroyer 1 noviembre, 2018

    ¿Y esta idea no requiere un desgaste mental muy grande para el futbolista? Solo por introducir otro elemento para el debate, porque el equipo optimiza a la perfección a todos sus jugadores, es un equipo de libro. Pero tengo la sensación de que el Alavés tiene que ser siempre superior en lo mental al rival.

    Respond

¿Qué opinas?

Ecosdelbalon.com - - Política de Cookies.