Los números están ahí. Desde la llegada de Santiago Solari el Real Madrid acumula un pleno de victorias (ante Melilla, Valladolid, Viktoria Plzen y Celta), con 15 goles a favor y tan solo dos en contra. Una racha de resultados que, además de para confirmarle en su puesto, ha servido para que el equipo llegue al tercer parón por selecciones como no lo había hecho en los dos últimos. A la espera de que la pizarra vaya definiendo su fondo, lo cierto es que estos cuatro encuentros comparten ciertos puntos. Y ahí, uniéndolos todos ellos, se empieza a intuir una forma de lo que pretende Solari con esta plantilla. Hasta el momento, quizá algo pronto para aventurarse con un análisis algo más profundo, la idea del argentino consta de una prudente rigidez posicional, en la que, sin que nadie se salga del guion, Benzema volvió a ser la motriz creativa desde la última línea.
Tras la lesión de Casemiro, Ceballos actuó en el rol de pivote
Organizado en un 4-1-4-1, con Casemiro y el propio Benzema entre las dos líneas de cuatro, el Real Madrid saltó a Balaídos sin la plena convicción de someter al Celta desde la posesión. Con el dibujo muy marcado, con Bale -por izquierda- y Lucas Vázquez -derecha- yendo muy abajo en la cobertura sobre sus laterales, el comportamiento de los blancos se centró en esperar al Celta a partir de un escalón intermedio. Un guion que Solari quiso mantener intacto a pesar de encajar el primer gran contratiempo del choque: la lesión de Casemiro. Aunque ahí, sin el brasileño, Solari quiso aprovechar para probar su primer gran experimento desde el banquillo: con Kroos y Modric sobre el césped, Ceballos fue quien actuó de pivote por detrás del croata y el alemán. Y lo que en un principio podría parecer un recurso puntual, se alargó durante los 70 minutos posteriores. Una decisión que, más allá del tiempo que le llevó a Ceballos acoplarse a la demarcación y de lo exigido que estuvo ante Aspas, antepuso el espacio en lugar del esférico en el coste de oportunidad.
De esta guisa, es por ello que Benzema, muy acertado en su toma de decisiones, volviese a ser el futbolista más destacado del Real Madrid. El francés, eligiendo bien cuándo y dónde acercarse o alejarse del balón, ofreciendo así líneas de pase y habilitando espacios a su espalda, volvió a bordar su registro. Y eso, en un Real Madrid tan metódico, en el que todos sus jugadores están cumpliendo con materias muy concretas en función del puesto por encima del rol, fue toda una bendición para llegar al área de Sergio Álvarez con la seguridad de hacerlo con la pelota pegada al pie y no corriendo al espacio. Un guion que, ya con el 0-1, el equipo se atrevió a modificar por unos minutos: cuando, entonces sí, decidió presionar sobre la salida de balón del Celta. Aunque, a decir verdad, la sensación es que el equipo controlaba el resultado pero no el escenario. Y que, con un puntito más de acierto en sus posesiones, el Celta podía haber hecho mucho más daño del que en realidad hizo, como así reflectan los números: disparó 8 veces; una a puerta.
Karim Benzema volvió a cuajar una grandísima actuación
Con 1-2 en el marcador, al poco de regresar de los vestuarios, el Celta quiso agitar el partido con las entradas de Mor –derecha- y Hjulsager –izquierda-, que se fueron cada uno a una banda. Una decisión que retrasó a Brais al doble pivote, acompañando a Yokuslu. Y desde donde Mohamed, con estos dos por delante de Ceballos, Kroos y Modric, se propuso calibrar la firmeza posicional del Real Madrid. Acercando a Aspas al pase, y alejándolo de la zona de acción de Ramos, que se impuso varias veces en los duelos directos entre ambos, el Celta ganó una referencia de mucho valor para hacer todo lo que no había hecho en la primera parte, con Brais y Boufal moviéndose fuera-dentro: buscarle las cosquillas a Ceballos, y probar una superioridad desde el carril central que le permitiese llegar con peligro. Así que en esas, con un Celta que tuvo más tiempo la pelota durante la segunda mitad (52-48%), lo más llamativo es que Solari aceptase el invite vigués, y en lugar de adueñarse del balón (manteniendo a Ceballos de pivote), quisiera hacerlo del espacio, con Bale y Asensio por fuera, como si así estuviese más cómodo. Porque quien sabe si, como con el andaluz, la cosa se queda en un simple experimento o es indicio de algo más.
ManuM 12 noviembre, 2018
Pues hemos criticado a Benzema esta temporada y a día de hoy lleva más goles que Hazard, Firmino, Cavani, Salah y Cristiano Ronaldo; tirando un penalti de los seis que ha tenido el Madrid