El gran arranque de temporada protagonizado por el Real Valladolid ha estado sustentado por la apuesta firme de Sergio González por un sistema de juego que ha llamado la atención por la ambición mostrada en un recién ascendido. Coherente, por otro lado, porque la naturaleza de la plantilla así se lo ha exigido, y eso ha permitido que jugadores que en otros escenarios hubieran sufrido más para desarrollar sus condiciones, estén consiguiendo sentirse cómodos en la dificultad de la Primera División.
El caso más evidente es el de Toni Villa, que se ha convertido en una de las noticias más llamativas en el primer tercio de la temporada en el fútbol español. El extremo izquierdo del 4-4-2 del Pucela se ha erigido en el gran gestor de los ataques de su equipo, en parte porque su entrenador ha buscado la forma de activarle en un gran número de las acciones ofensivas del Valladolid, pero también porque él está mostrando un gran tacto para ejercer esa función.
Toni Villa, uno de los jugadores revelación de lo que llevamos de temporada de forma indiscutible
La importancia de Toni Villa en las construcciones ofensivas se resume en su facilidad para tener peso en los dos escenarios en los que se está moviendo el equipo. Frente a rivales que amasan más pelota, está mostrando mucha soltura para moverse entre líneas, algo que están aprovechando bien los dos buenos pasadores que tiene el Pucela por detrás (Míchel y Alcaraz), y ejercer de lanzador en situaciones de contragolpe. Además, cuando el Valladolid se asienta arriba, está consiguiendo producir tras recibir en el pico del área, tanto saliendo hacia fuera como hacia haciéndolo en diagonal hacia dentro.
Los números no engañan: el Valladolid realiza un 43% de sus ataques por el flanco izquierdo, y lo está haciendo por la influencia que ejerce Toni Villa en las transiciones ofensivas, pero también gracias a la gran armonía que está mostrando con Nacho Martínez. El lateral izquierdo está dando al joven canterano un sustento clave para tener un peso importante en carriles interiores, gracias al gran timing para incorporarse del exjugador del Rayo Vallecano, que está siendo uno de los defensas más productivos del campeonato en el plano ofensivo.
La figura de Nacho Martínez está resultando clave en el buen rendimiento de Toni Villa
A nivel individual, el salto que le falta dar a Toni Villa está a nivel de resolución. De momento la jugada que más le está dando a su equipo tiene que ver con su capacidad de desborde, algo que domina independientemente del espacio que haya para realizar la acción; si ha de conducir a campo abierto, tiene velocidad con pelota al pie para eliminar rivales, mientras que si hay menos hueco, tira de agilidad para desbordar a su marca. Los casi 7 regates que intenta por partido (con un 70% de éxito) es una cifra muy positiva.
Sin embargo, sus últimos toques no están terminando de producir todo lo que él, por movilidad, interpretación del espacio, y armonía a la hora de conducir la pelota, podría alcanzar. Le está costando mostrar contundencia en sus golpeos y un punto de precisión cuando alcanza velocidad máxima y debe soltar la pelota sobre la carrera de su compañero, mientras que el envío al área cuando sale hacia fuera y ha de centrar alejado de la línea de fondo (donde sí está generando buenas ocasiones si tiene que meter el cuero raso en la zona de castigo) tampoco está siendo preciso. Pequeños matices que marcarán la diferencia sobre el nivel real que alcanzará un futbolista que ya tiene una base más que sólida: entender qué y cuando ejecutar.
David de la Peña 15 noviembre, 2018
Uno de los jugadores que más me está llamando la atención en este arranque de temporada. Como digo en el texto, quizás le falte un punto de determinación para resolver algunas acciones en momentos determinados, pero en cualquier caso hablamos de un chico que ya está dirigiendo ataques en la primera división, lo cual me parece una noticia tremenda.