Un lugar para Suso Fernández

Las dos primeras convocatorias de Luis Enrique Martínez al frente de la selección tienen un denominador común: la España que el asturiano se imagina, al menos por ahora, prescinde de los extremos puros. La selección española no contó para los dos primeros partidos -ante Inglaterra ni Croacia- con verdaderos autómatas del desborde por línea de fondo y el centro, y la tónica se ha querido mantener intacta para estos dos siguientes. Sin un Lucas Vázquez ni un Jesús Navas -aunque en el Sevilla esté actuando como carrilero- dentro de la lista, el perfil de los que sí han ido para jugar por fuera comparten ciertas similitudes: Asensio, Suso, Aspas o Rodrigo, que en el debut de Luis Enrique actuó por el lado derecho, son futbolistas mucho más representativos del carril central que de la línea de cal, y ahí, como en la presión que ha venido efectuando, ya hay un primer mensaje a tener en cuenta: el de Gijón quiere que su sello enmiene pronto la multitud de deficiencias que arrastra España.

Suso lleva 22 goles y 24 asistencias desde que está en Italia

La puesta en escena de España ante Inglaterra dejó dos lecturas sobre la mesa: la primera, como decíamos, tiene que ver con la presión que efectuó el colectivo ante los de Southgate. Y la segunda, en relación a la anterior, al comportamiento de las piezas después de cada recuperación. La España de Luis Enrique no parece ideada para correr ni atacar desde lejos, si bien es cierto que la posesión, al menos por ahora, parece que estará algo más dividida ante según qué rivales. De hecho, lo más llamativo de aquel encuentro es que, por encima de toda individualidad, el colectivo decidiese dominar a Inglaterra -que, todo sea dicho, presenta sus dificultades para gobernar posicionalmente (con el balón) los partidos- desde el espacio y no tanto la posesión. Un contexto, de seguir este camino, que parece bien pensado para la llamada a filas del extremo del AC Milan: Suso encaja con lo que pide Luis Enrique.

Con los jugadores de fuera tan abiertos, respetando, eso sí, la naturaleza de su movilidad, la banda derecha de esta nueva España parece, a simple vista, un muy buen lugar para el gaditano. Acostumbrado a tener que abarcar bastantes metros en el Milan de Gattuso, el fútbol de Suso desprende dos certezas al mismo tiempo: por un lado, sin ser un jugador que destaque única y exclusivamente por su velocidad, pues no es que sea un tiro al espacio, su conducción con el pie izquierdo sí es capaz de ir ganando ventajas sin demasiada colaboración por parte del resto. De estos futbolistas con el centro de gravedad bajo, bastante técnicos y con capacidad para esconderla entre sus botas, la Serie A ya está curada de lo difícil que resulta limpiarle el balón. La segunda, sin despegar el argumentario de su zurda, hace mención a su clásica acción en la que, recortando hacia dentro, consigue rematar con su mejor pierna.

El regate hacia dentro de Suso sigue siendo muy productivo

Esto mismo, avala su inclusión en la lista de veintitrés. Suso no rehuye del uno para uno. Es, por decirlo de algún modo, de estos futbolistas que conviven con ello. Lo necesitan para sentirse activos. Y, en cientos de ocasiones, el éxito o el fracaso sobre este tipo de acciones marcan -mucho- sus participaciones durante los partidos. Y entre los mismos, en función de la racha. Con Rodrigo, muy abierto, atacando por fuera a Maguire, y con Asensio, ante Pivaric, por ese mismo costado, primero con Thiago (ante Inglaterra) y después con Saúl (Croacia) como interior derecho, la propuesta de Luis Enrique parece enfocada a darle mucho peso al futbolista que actúe por la derecha, y por delante de Carvajal, para acercar a España al área. Un contexto en el que ya sea desde la diagonal, como pudo ser el caso del valencianista, o el recorte hacia dentro del futbolista del Real Madrid, Suso Fernández puede tener su espacio. Porque el del Milan, que lleva ya varias temporadas cargando con una gran responsabilidad sobre sus espaldas, parece preparado para asumir otro tipo de retos. Y, por qué no, incluir nuevos registros a un fútbol que muchos, conviene destacar, aún no han conseguido descifrarlo.