Salió de San Siro el Betis con sensaciones encontradas. En su presente deportivo está tratando de manejar unas expectativas que se mezclan con un extraordinario momento de ilusión, mientras en lo meramente futbolístico ha asentado muchos conceptos del equipo que quiere ser para intentar estirar la manta hasta el área contraria. En su visita a la casa del Milan de Gattuso, se mostraron ciertas sensaciones que explican donde el Betis es un equipazo y donde reside su talón de Aquiles, tanto en ausencia como en presencia.
El encuentro dejó un dato interesante que habló del ritmo del mismo, del ritmo de los dos equipos y del tipo de ocasión de gol que se pudo dar, como así fue en el 0-1. Milan y Betis clavaron su porcentaje de posesión (50%-50%), un dato que permitió jugar el partido a todo campo. Los dos equipos esparcieron sus líneas sobre el terreno, compartiendo conceptos de presión muy parecidos. Ninguno presionaba al portero o los centrales de manera agresiva, sino zonalmente, para pasar a morder en zona medular y cuando el balón llegaba a banda. Es una manera más productiva de propiciar un error, pues el receptor recibe de espaldas o sin espacio para progresar cuando es encerrado en las bandas. Por eso, la posesión se dividió constantemente y los equipos se alternaron la iniciativa.
Dividir posesión le funcionó al Betis
Este escenario, paradójicamente, no expuso demasiado a ningún equipo, pues el ritmo fue excesivamente lento. El Betis trató de juntarse a través de pases horizontales, mientras el Milan apenas arriesgaba en su salida, conectando por fuera entre Laxalt y Borini. Sin embargo, el 0-1 vino a explicar una situación que el Betis viene necesitando. Y es atacar con cierto vértigo cuando puede encontrar el espacio y el rival separa sus líneas. Es ahí donde quizás el Betis no puede pararse. En su temporada, además, en su día a día, se está viendo como ante situaciones de juego similares, su respuesta natural es mirar atrás.
Con el Milan desplegado a todo campo para buscar el robo, Canales recibe en zona de mediocentro y lanza un cambio de orientación hacia la zona de Junior. Con espacio, el Betis hace progresar la jugada y Lo Celso, en lugar de ofrecerle un pase corto atrás, asegurando la posesión para configurar un ataque organizado, le tira un desmarque por delante, de ruptura, para profundizar. El Betis atacó en ‘pocos contra pocos’ una situación que el año pasado se dio mucho más a menudo, en parte porque su salida de balón no era tan fiable y las pérdidas generaban ida y vuelta. Fue el tercer partido de la temporada del Betis en el que pudo marcar más de un gol. Recursos tiene de sobra.
AArroyer 26 octubre, 2018
Al final es que el resumen ese ese: el Betis echa mucho de menos ahora mismo que le presionen arriba, porque tiene múltiples recursos individuales y conceptuales que le hacen escapar de la presión y aprovechar espacios. En cuanto arropa al rival arriba, sí, genera una seguridad defensiva de primer nivel peor no crea ocasiones porque le está costando mucho todo en el último tercio. Lo dijo ayer De la Peña en twitter, sobre el 0-1. Y es tal cual. Es un gol muy descriptivo.