Fue un partido de imágenes. Algunas de ellas con condición de indelebles, como la atroz parada de Marc André ter Stegen en el minuto 60, una de esas acciones a las que no le hace justicia ningún relato porque la instantánea tiene valor de póster y nada puede sustituir su impacto. En la visita del Sevilla al Camp Nou, el conjunto de Pablo Machín se fue chocando y encontrando, entre la necesidad y la oportunidad, con escenarios bien dispares: inferioridad en el marcador, lesión de Leo Messi, la inspiración del muro alemán o la precisión, ayer sí, de Luis Suárez. El Barça sumó más de 80 minutos sin el crack rosarino y la lectura fue en el cómputo positiva, pues recobró buena cuota de ánimo de algunas de sus individualidades, a pesar de que sin Lionel, todo es (mucho) más complicado.
El Sevilla replegó primero y presionó tras la lesión de MEssi
Hubo poco tiempo para ver producirse los dos primeros goles del choque, obra de Coutinho y Messi. En ese primer tramo, el Sevilla optó por replegar de manera intensiva, defendiendo su propio campo. Como era de esperar, constaron dos detalles: Banega, Mudo y Sarabia se emparejaban individualmente con Busquets, Arthur y Rakitic, defendiéndoles siempre de cara, no dejando que sus pares buscaran su espalda, mientras André Silva y Ben Yedder intentaban también ver de cara a Busquets, para que la circulación fuera exterior. En este sentido, al tener tres jugadores en la medular y cinco en defensa, cualquier apoyo de Messi, Suárez o Coutinho podía crear superioridad. Alba y Semedo se metían en campo contrario, fijando a los carrileros.
En el minuto dos, además, llegó un ‘goal model’ para el Barça de Valverde. Una pared en la frontal para Messi, habiendo desbordado antes otro jugador no llamado Messi (Semedo), un toque de Suárez con algo de suerte y un susurro de Leo para golazo de Coutinho. La obra, que tuvo continuidad cuando Arthur se sumó a la circulación, arriba y abajo, consiguiendo faltas tras proteger el balón, otorgaron al Barcelona una tranquilidad posicional, dejando al Sevilla, a excepción de una salida con tiro al palo de Arana, sin contra. El 2-0, como añadido, tuvo un sentido más importante, pues Luis Suárez lo predijo con un pase medido para la carrera de Messi. Sería la segunda gran acción del uruguayo, quien más adelante tuvo aún más relevancia.
Ter Stegen y Luis Suárez fueron los mejores culés
Con la lesión de Messi, el Sevilla lo tuvo claro. Saltó a presionar a todo campo, muy agresivo, con Kjaer peleándolo todo con Suárez en el juego directo. Si bien poco tardó en llegar Dembélé, amenazando al espacio, los hispalenses se hicieron con mucho mayor control de juego. Entendieron que el Barça había perdido la parte y el todo y que no tenían nada que perder lanzando manos a todo campo. De esa manera, el juego de espaldas de Silva, activando a Sarabia y después a Navas hicieron mucho más reconocible a los visitantes, muy necesitado siempre de la altura del de Los Palacios.
En ese contexto táctico, aparecieron dos hombres, ya mencionados, puede que tres si quiere unirse a un buen Gerard Piqué, que cerraron la victoria. Fue el partido de Ter Stegen y Luis Suárez, completamente decisivos desde lo meramente individual. Lo del alemán fue una exhibición bajo palos, sacando las manos y ejecutando lo imposible. Por otro lado, Suárez cuajó su mejor partido de la temporada: estuvo preciso en lo técnico, finísimo en lo posicional y valioso en las transiciones. Ascendente en su relación con el juego, se vio a un Suárez ágil, acertado y dándole al equipo una salida en largo para romper el ritmo sevillista. La victoria llevó, entre otras, una firma suya.
AArroyer 21 octubre, 2018
Positivísima actuación de Luis Suárez. Para mí la mejor noticia culé. No voy a decir el hombre del partido porque Ter Stegen hizo inhumanidades, pero creo que Luis Suárez hizo un gran partido ante un gran rival. Y sin Messi. Creo que el Barça va a necesitar mucho juego de Luis en el próximo mes y el uruguayo lleva tres semanas de juego ascendente. Ayer a mí me pareció que lo hizo todo bien.