Fran Beltrán en el nuevo Celta

Tres jornadas han bastado para comprobar que el centro del campo del Celta de Vigo va a tener muchísimas cosas que decir en el sistema de su equipo y muchas cosas con las que despertar más de un elogio a lo largo de la temporada. Acostumbrado Balaídos a centrocampistas de la talla de Augusto Fernández, Daniel Wass o el propio Stanislav Lobotka, la llegada de Fran Beltrán a Vigo no tiene por qué reducir el techo y las posibilidades una vez el exjugador del Rayo Vallecano vaya proclamando, a los cuatro vientos y nada más llegar, que su potencial está a la altura a pesar de su estatura y edad. Siendo una de las noticias y apariciones del principio de curso, el joven talentoso español está mostrando un gran entendimiento con su colega Lobotka en un conjunto que parece enfocado en sacarle todo el jugo a su formidable trío atacante.

De entrada, Fran Beltrán está teniendo espacio para soltarse. Y es que Antonio Mohamed ha aterrizado en Vigo con una idea muy clara, basada en un equilibrio constante a través de decisiones que están mezclando con mucho sentido. El equipo vigués están invirtiendo sus primeros días en este campeonato liguero en varias premisas. Sabedor de que su trío ofensivo necesita espacios y que ahí pueden medirse ante cualquier rival, por muy dominante que sea en la defensa de un contragolpe, Mohamed está ordenando a los suyos en campo propio cuando cree necesario. Desde un 3-4-3 asimétrico en ataque, los celestes mantienen siempre un equilibrio de piezas por detrás y por delante de balón con tal de poder defender y atacar en base a las características de sus jugadores.

Beltrán y Lobotka van a permitirle a Mohamed desarrollar gran parte de sus ideas

Junto a su orden atrás, el Celta activa otros planes con mucha naturalidad para el poco tiempo sumado desde la llegada del ‘Turco’. Con tramos de presión alta y fases con balón pacientes desde atrás, línea por línea, la idea tiene cabida para todos, tanto espacial como rítmicamente. Y es ahí donde está encajando un Fran Beltrán muy preciso, un adjetivo que le define como ningún otro. Porque no es sólo su claridad con la pelota, sino más bien su colocación, el cuidado de cada una de sus decisiones sin balón, su posicionamiento y su generosidad y entendimiento del juego para no pisar a Lobotka, ceder protagonismo a los de arriba para acelerar la jugada o adaptarse si se frena, y activar un sacrificio defensivo, una agresividad en las marcas y un temple defendiendo en zona que destaca entre su tremenda juventud.

Su entrenador, Antonio Mohamed, ha encontrado, quizás más pronto de lo que pensaba, dos centrocampistas, uno asentado y otro recién llegado, que le van a permitir mantener las constantes que seguirá generando su crack Iago Aspas, peor también mucha flexibilidad y registros de su mediocampo para competir en la liga de la versatilidad táctica. Y por tanto, se ha tenido que rendir. «Fran Es un gran futbolista que tiene un enorme futuro. El techo lo tiene muy, muy alto. Me habían hablado de él, el club me dijo su nombre, me habló de su rendimiento, pero realmente no esperaba que tuviese este nivel superlativo que está mostrando. No pierde ningún balón, su recorrido táctico es casi, casi, perfecto. Espero que mantenga la humildad cada día, espero que siga así».