La convicción que Míchel muestre en la configuración de su plantilla después de dos envites de la talla de Sevilla y Atlético de Madrid será clave en el aterrizaje del Rayo Vallecano en la Primera división. Sus dos adversarios, candidatos de forma indiscutible a ganar algún título en el presente curso, cuentan además con cualidades concretas para hacer mucho daño a las debilidades del equipo, tal y como quedó demostrado con la visita del equipo entrenado por Pablo Machín a Vallecas.
La primera intención de Míchel es muy ambiciosa para un recién ascendido
A la espera de cómo pueda matizar el técnico rayista su propuesta, lo visto en el debut ante el Sevilla deja ciertas dudas a nivel de ‘mordiente’. El 4-3-3 propuesto por Míchel ante el Sevilla fue dibujado con Medrán y Pozo como pareja de interiores, dos futbolistas que pueden generar contextos muy favorables con balón, pero que ejercen poco filtro defensivo y que además por actitud a la hora de recuperar, chocan con la idea inicial de utilizar a Jordi Amat como pivote, que procura defender el espacio y sale poco de posición, de modo que los dos interiores se separan en exceso de su mediocentro y para el rival es relativamente sencillo crear superioridad en el carril central.
Sin embargo, Míchel cuenta con futbolistas en la última línea muy capaces de hacer daño corriendo a espacios abiertos, de forma que tampoco sería de extrañar que acabase matizando su propuesta para tener un poco más de capacidad de robo en su medio campo y desplegarse rápido por fuera. Kakuta, Embarba, y la reciente incorporación de Álvaro García, permiten tener en los extremos futbolistas que, cada uno a su forma, son capaces de correr sin balón y recibir una pelota directa, y también de conducir con soltura a gran velocidad. Los hombres de banda rayistas, por calidad y adaptación a la necesidad de un equipo que puede no tener el control del juego en muchos minutos en la élite, son uno de los grandes argumentos competitivos del equipo madrileño.
Su delantero centro también será definitivo para definir la idea
La llegada de Raúl de Tomás era algo que, después de la prestación ofrecida el curso pasado por el delantero cedido por el Real Madrid, no se podía rechazar. Su perfil, de hecho, es absolutamente coherente con el tipo de centrocampista que ha empleado Míchel en la primera jornada. De Tomás se mueve bien en el espacio reducido, su remate luce en situaciones de ataque posicional porque arma rápido la pierna y tiene técnica para sacar ventaja en espacio reducido, pero es cierto que ni no se trata de un nueve referencia que viva de espaldas a portería y pelee con centrales para que los jugadores exteriores corran si es el rival el que se ha hecho con la posesión. Javi Guerra y Trejo, las otras opciones, tampoco suman en ese aspecto, así que quizás el Rayo ‘se ha condenado’ a una idea que va a costar hacer competitiva. Todo a nada.
Dani Souto 25 agosto, 2018
Qué necesaria era la incorporación de un punta, más en el caso de Raúl De Tomás, del que ya sabemos que en Vallecas puede dar un gran rendimiento. Aunque no deja de ser cierto lo que comentas, hoy tiene más recursos que hace una semana, pero aun así no distan de ofrecer pocas alternativas en el juego. Supongo que el repliegue y el juego directo primarán a lo largo de la temporada, más aún cuando miras su línea actual de mediapuntas.
PD: hay una errata en la segunda línea del texto, se pone al Rayo Vallecano como propio rival del Rayo jaja en su lugar debería ir el Atlético de Madrid