La plantilla del Athletic Club de Bilbao de los últimos tres años tiene una historia que puede estar a punto de cerrarse. Su discurrir competitivo de la mano de Ernesto Valverde primero y en menor medida de José Ángel Ziganda después, ha venido marcado por el presente de dos futbolistas cuya personalidad y determinación habían dibujado el plan a trazar. Raúl García y Aritz Aduriz condicionaban a propios y extraños en pos de generar un ritmo, una presión, una llegada y una presencia en el área que convertía a todo su alrededor en ideas secundarias y de apoyo. Balones largos y segunda jugada, juego exterior, poderío en balón parado y muchísima inspiración en el remate. Pero el paso del tiempo ha dado con un relevo que venía avisándose.
Raúl García y Aritz Aduriz fueron los líderes del proyecto bilbaino
Y era precisamente una cuestión de tiempo que eso ocurriera. Y en ello, en lo que parece el paso definitivo en dicho traspaso de poderes, va a tener un peso muy relevante Eduardo Berizzo, cuya primera decisión ha sido ubicar a Iker Muniain e Iñaki Williams en el mismo costado y con roles bien diferenciados. Con el objetivo de juntarlos para separarlos, los dos jugadores que abanderaban el futuro del equipo vizcaíno parecen ya preparados para liderar el próximo ciclo del club. Por si no fuera suficiente, el técnico argentino ha situado, además, al jugador navarro en posición de interior, con libertad pero con mucho juego de centrocampista, muy cerca del tercer pilar que asoma para esta campaña, Dani García.
Muniain y Williams eran el futuro pero necesitaban una apuesta
El horizonte del Athletic pareció aclararse a comienzo de la temporada pasada cuando Muniain acumuló una racha de partidos muy significativa en el cómo. Iker comenzó a alejarse de la banda y del desborde para venir por dentro y gestionar no solo como enlace o mediapunta, sino como centrocampista, muchos de los ataques de su equipo. Fue tal el despegue que su confianza le llevó a no solo participar sino aparecer en zona de remate. Iker hacía de todo, pero la lesión postergó lo avisado. Y es con el ‘Toto’ con quien puede asentar su nuevo rol y estatus en un Athletic que sumó casi un 70% de posesión ante el Leganés y que tiene muchas papeletas de explicarse en los próximos nueve meses a través de García, Muniain y Williams.
Munian es ya el jefe de las operaciones
En lo respectivo a Iñaki, la posición vuelve a determinar su futuro, a corto y largo plazo. Es especialmente interesante el rol que tenía Williams en el pasado más reciente, pues al ser un elemento importante pero secundario, jugar en banda natural, en la derecha, respondía al hecho de poder estirar una de las bandas con tal de derivar la jugada en el área, donde esperaba Aduriz y llegaba Raúl García. Para transformar este escenario, que Williams rompa desde la izquierda tiene un impacto muy diferente.
Berizzo y Dani Garcia serán los socios de Iker e Iñaki
Con Muniain aglutinando intervenciones y decisiones cerca de Dani Garcia, Williams puede encontrar salidas más naturales para encontrar el disparo, sea desde el balón al pie en uno contra uno, o con rupturas a portería para definir la jugada. Su progresión en el remate, tanto por amenaza como por técnica, gana muchos enteros si el perfil es el izquierdo, siendo, por tanto, una decisión que corona el crecimiento y el liderazgo de los que no hace mucho eran más complementos y añadidos que argumentos principales. Es el nuevo Athletic de Berizzo, Muniain, Williams y Garcia.
El Trinche 22 agosto, 2018
Muchos cambios e ilusionantes en este nuevo Athletic.
¿Soy el único que ve a Williams un poco sobrevalorado?
Creo que influye en el juego y condiciona al rival por su potencia física, pero le veo limitado técnicamente. Puede aportar muchas cosas, pero está muy lejos de situarse al nivel de Muniain como pilar de este equipo.
En mi opinión, Córdoba, Susaeta o de Marcos (si acaba situado en la línea de centrocampistas), pueden tener una relevancia parecida, aunque sean jugadores de características diferentes a las de Iñaki.