Los comienzos de temporada no han significado para la Sociedad Deportiva Éibar una vara de medir fiable de lo que es finalmente su progresión en la máxima categoría. José Luis Mendilibar se ha acostumbrado a reconducir un inicio complicado para despegar jornadas después hacia la total optimización de recursos y rendimiento del sistema de juego que le ha llevado hasta el unánime reconocimiento. Y este arranque de campaña 2018-2019 no está siendo muy diferente. Con tramos de buen juego y lagunas defensivas derivadas de la falta de algún registro ofensivo que le permita defender como le gusta, el horizonte del Éibar puede encontrar algunas dificultades añadidas o diferentes a otros años.
Rubén Peña está siendo el mejor de los armeros
Las bandas han sido para el Éibar de Mendilibar una razón de ser. Por pares, extremos y laterales, han ido de la mano para marcar diferencias de ritmo, frecuencia y aparición. Con diferentes rasgos en cada una de ellas, matizadas por las características de sus jugadores, los costados seguramente volverán a ser parte troncal de su mejoría en las próximas semanas. Ahí, viene destacando, aunque en soledad, y por ello explicando la ausencia de puntos, Rubén Peña. Desde el lateral derecho, el ex del Leganés, antiguo segundo punta u hombre de banda, también ‘9’, viene sumando buenas decisiones, presencia inagotable y mucho centro al área. Es el espejo en el que los armeros deben mirarse.
Enrich y Escalante tratan de enlazar por dentro
No obstante, la baja prolongada de Pedro León, la marcha de Dani García, Alejo e Inui y la ausencia de un matiz interior que complete la propuesta, les está costando a los vascos algunas carencias en su forma de atacar. El carril central está quedando ocupado por el apoyo de uno de los puntas -Enrich o Kike- y el despegue de un Escalante más voluntarioso que preclaro en zona de tres cuartos. Y toca por tanto, de nuevo, mirar a las bandas para entender el paso que le haga recuperar la profundidad, la presión y la superioridad defendiendo hacia adelante.
Las bandas están quedándose sin juego interior
Jordán, Milla u Orellana -algo más-, están pisando poco zonas interiores una vez reciben la pelota. Teniendo en cuenta que atacar por fuera para cercar, llegar y recuperar balón y terreno por dentro es una de las señas de identidad del sistema de Mendilibar pero el apoyo intermedio para crear la superioridad o la pared está quedando a deber. Si el equipo logra recuperar la confianza en su ataque, empezando por Peña y personalizar el juego interior en alguna pieza más concreta, el Éibar tomará otro color.
David de la Peña 29 agosto, 2018
Estoy muy de acuerdo con todo lo expuesto. Al Eibar le cuesta quedar de cara por dentro, entre líneas -aunque Enrich está jugando bastante bien tirando apoyos-, pero al final el equipo necesita pisar línea de fondo, así que se queda sin recursos.
Dicho esto, a ver si Pere Milla puede resolver este problema cuando se suelte un poco más y coja jerarquía, porque aunque se ve que es un jugador para estar en banda y jugar a pie natural, yo creo que tiene técnica para ofrecer soluciones soltándose un poco por dentro. Yo creo que es un nombre al que Mendilibar necesita.