Bernardo Silva contra cualquier rival

“Ahora mismo, el Manchester City es Bernardo Silva y diez más”. La frase es de Pep Guardiola, poco después de que el Manchester City lograse alzarse con la Community Shield frente al Chelsea. El menudo portugués había jugado un partido primoroso, y el entrenador español le premió con un elogio a la altura. Lo cierto es que el ex del Mónaco dejó un aprobado en su primera temporada en la Premier League, pero su prestación en el Principado -incluyendo una exhibición tremenda frente al propio equipo skyblue en los octavos de final de la Liga de Campeones 2016/2017- exigía un sobresaliente.

Van sólo tres encuentros en la temporada del actual campeón inglés, pero Guardiola ya está dejando claro que Bernardo Silva es un futbolista que, tras un año de adaptación, debe tener un gran protagonismo en el tercer curso del de Sampedor en el equipo citizen. Las pistas indican que, además, lo tendrá en roles muy diferentes según lo que demande el partido, y lo cierto es que no hay mejor noticia para Pep que tener un futbolista tan versátil que le permita ajustar el planteamiento en función de las necesidades.

Bernardo Silva está siendo un comodín para Pep Guardiola

En el citado duelo frente al Chelsea, Maurizio Sarri no iba a engañar a nadie. El entrenador italiano gusta de lanzar sobre la salida rival muchos efectivos, presionar con agresividad y buscar robos adelantados. Guardiola respondió ubicando a Bernardo Silva en una posición interior. El Manchester City conseguía progresar tras acumular pases horizontales en fase de salida, y con el equipo proyectado y la debilidad que supone Jorginho como pivote si hay que correr hacia detrás, Bernardo rajó al conjunto blue con sus productivas conducciones y la capacidad que mostró para atraer a centrales y soltar el cuero a las rupturas al espacio de sus compañeros.

Frente al Arsenal, Guardiola diseñó un 3-4-3 en el que Bernardo Silva ejercía de mediapunta puro, sirviendo como referencia para el pase vertical tanto de los centrales como de Fernandinho, el hombre que ejerció como pivote. El portugués, por supuesto, está mucho más cómodo viendo el fútbol de cara, y en Mónaco dejó claro que como extremo diestro resulta un arma devastadora tanto para desbordar como para ayudar a que la pelota se asiente arriba con el equipo junto. Sin embargo, frente al cuadro gunner supo anticipar y soltar rápido a los interiores, lo que a la postre resultó muy importante para que en aquel duelo tanto Mahrez como Sterling lograsen recibir en uno contra uno pegados en línea de cal.

La baja de De Bruyne abre la incógnita sobre Bernardo Silva, ya que quizás tenga que ejercer un papel más concreto

Ante el Huddersfield vimos la tercera versión en tres encuentros de Bernardo Silva, utilizado esta vez para abrir el campo y desbordar, con Gabriel Jesus y Agüero cargando el área en un 3-5-2. David Wagner, el técnico del Huddersfield, se ha mostrado muy conservador en sus encuentros frente a Guardiola, así que el español tomó la decisión de emplear a Bernardo Silva como extremo derecho fijo en un sistema en el que aunque él partía de teórico carrilero diestro, tenía la clara función de recibir, atraer, y bien desbordar o bien soltar a la zona liberada, pero siempre en una posición muy adelenatada.

La fluidez que está mostrando el portugués en cada contacto hace, evidentemente, mucho más sencillo que Guardiola le esté dando un papel importante y diametralmente opuesto en sus planteamientos, y él está respondiendo. La pregunta, llegados a este punto, está en el plan ‘constante’, y más tras la lesión de Kevin De Bruyne. Ante un repliegue descarado, Guardiola apostó por Gündogan como interior, y está por ver si Bernardo puede ejecutar también bien el papel como acompañante de David Silva -le demandará movimientos más largos sin balón-, lo que suavizaría el impacto de la baja del jugador belga. Sólo plantearlo deja claro que las sensaciones del portugués son excepcionales en este arranque de curso, y no hay mayor ejemplo que el variado uso que Pep está dándole.