La primera victoria del Real Madrid en este nuevo campeonato liguero, ante el Getafe de Bordalás, llegó de la mano de las ideas que su entrenador está expresando desde el primer momento. Un boceto que representa fielmente sus intenciones, apoyadas y sustentadas en una serie de registros y rasgos futbolísticos que tratarán de dotar al conjunto blanco de una identidad colectiva inconfundible. En su presentación, el vigente campeón de Europa construyó sobre el césped un partido que intentará reproducir y repetir tantas veces como sea posible. Y es que, a modo de pista y botón en su debut liguero, Lopetegui mostró cómo quiere proyectar su idea: un equipo masticado, siendo mucho más que protagonista, haciendo de su sistema un medio y un fin competitivo para todo tipo de competición y noche.
Aunque todo acaba de comenzar y el punto álgido de ritmo y concentración no se adquiere, cuanto menos, hasta bien entrado el segundo mes, la prueba era interesante. El Getafe saltó al Bernabéu con su bloque reconocible, en altura media, con líneas juntas y enfocando su trabajo sobre el mediocampo blanco. No proyectó su idea defensiva sobre el área propia ni sobre la salida blanca, congestionando con dos líneas de cuatro las zonas interiores para intentar atrapar por sorpresa en los primeros veinte minutos, en los que el partido suele tardar en asentarse y en los que el equipo que asume la iniciativa con la pelota debe interpretar la defensa del contrario y ocupar el campo con soltura. El Madrid respondió con mucho juego exterior, una elección que, a falta de que el tiempo la responda, puede decirse que fue una elección más relacionada con el planteamiento de partido que con la idea.
El Getafe se vio muy dominado en la primera mitad
Lopetegui va remarcando lo que busca en su plan con balón. Ya desde la elección en la alineación orienta poco a poco sus pensamientos sobre el plantel y la idea que sobre la que trabajar. Kroos de mediocentro e Isco y Ceballos como interiores expresa el intento de establecer y asentar el juego en un mediocentro más pasador y dos interiores con juego entre líneas pero mucho apoyo horizontal para asegurar la posesión, utilizando la repetición de pases y la creación de triángulos para defender muy arriba y desde la circulación. Es ahí, en la rutina de movimientos de determinados jugadores en donde residirá una de las claves para perderla con calidad y recuperar arriba desde el primer momento.
En ese primer paso hacia el dominio, el Madrid salió mucho por fuera. Y no sólo eso, sino que se mantuvo y postergó la toma de los carriles exteriores durante todo el choque. Así, engañó al Getafe, que no buscó un sistema estrecho, sino más basculado para defender. Sin embargo, la agresividad blanca en los pases intermedios, los recibidos y dados en el segundo tercio del campo, permitió al equipo local llegar arriba y subir las líneas. La participación de Marco Asensio, tantas como el propio Ceballos, originó buena parte de las sociedades más identificables. En dicho escenario, sobrecargando las bandas, los interiores tenían claro como aparecer a la espalda del mediocentro rival una vez la pelota llegaba a la banda. Con la pelota fijada por fuera, Isco -interior derecha- y Ceballos -izquierda- aparecían en el sector contrario al suyo con mucha movilidad para ocupar el campo y darle a Kroos tiempo y espacio para elegir a qué lado enviar la pelota, si al más liberado o repetir con inteligencia para jugar al despiste.
Kroos fue el gran protagonista de la idea de Lopetegui
El Getafe, así, vio muy comprometido su plan ofensivo. La exigencia para abarcar la aparición del cuarto o quinto hombre le dejó sin margen de maniobra para robar. Necesitaba siempre ajustes de más para defender el pase futuro, multiplicando en esfuerzo y concentración la movilidad de los puntas. Benzema, que cayó siempre a la izquierda, dejaba a Asensio o Bale la posibilidad de atacar espacios en el área, una cuestión que bien es cierto le faltó al equipo blanco culminar o producir con la continuidad que sí estaba teniendo en el pase veinte metros más atrás. Quedó así expuestas las directrices que llevaron al Real Madrid a acumular un porcentaje altísimo de posesión y una sensación de poco peligro en contra, la viga sobre la que el propio Lopetegui se apoyó en rueda de prensa: dominar desde el pase para no sufrir ocasiones.
No obstante, en la segunda mitad, el Getafe sí logró salir. Aprestó más arriba, logrando completar una contra a la que su rival contribuyó con menos claridad y seguridad en su circulación de balón. La entrada al campo de Iván Alejo tuvo un efecto muy evidente, por características y momento de partido, y los azulones lograron encontrar espacios y conexiones. Una señal de que su sistema tendrá continuidad de cara a mantener las constantes que lo llevaron a ser uno de los mejores sistemas defensivos del campeonato la temporada pasada y una salida por velocidad más preparada. Sin grandes ocasiones, el partido sí tuvo otro recorrido, propio de los primeros compases de campaña, dejando, aún así, evidentes muestras de lo que se espera de ambos equipos en las 37 jornadas que restan.
theblues 20 agosto, 2018
Si, pese a la derrota, el Madrid me transmitió buenas sensaciones ante el Atlético en la SC europea; ayer, pese a la victoria, el Real Madrid me gustó bastante menos. De hecho, me recordó en varias fases de juego al Real Madrid de la Liga pasada: con problemas para generar ocasiones claras de gol y sufriendo más de lo debido en cuánto el rival se abre un poco. (Es verdad que Keylor no tuvo que hacer intervenciones milagrosas, pero los defensores sí que tuvieron algunas brillantes, que contribuyeron a apagar los fuegos).
Más allá de eso, se ve que es un equipo en proceso de transformación. Solo es la primera jornada de Liga y hay que entender algunos desajustes. Lo que es fundamental, sin duda, es ir sumando de 3 en 3 mientras los pules, (i) porque eso te da confianza para crecer; y (ii) porque si no puede ser demasiado tarde cuando encuentres ya el juego deseado.
Por último, no entiendo lo de Isco. Creía que la llegada de Lopetegui acercaría a Isco al último cuarto del campo, donde tiene calidad realmente para marcar las diferencias como no muchos jugadores en todo el mundo. Creía que Lopetegui buscaría el Isco de la selección. Pero, sorprendentemente, lo ha retrasado. Ahora Isco juega más atrás que con Zidane. En el Madrid con menos recursos ofensivos de los últimos años, yo creo que Isco es mucho más necesario cerca del área que en el centro del campo.