España contra el abismo | ESP-RUS
La selección española se coló en los octavos de final de la Copa del Mundo generando razonables dudas. El equipo entrenado por Fernando Hierro se ha mostrado excesivamente concesivo tras perder la pelota, y la gran pregunta es si el técnico realizará algunos ajustes con la finalidad de controlar un escenario que puede ser especialmente delicado contra Rusia. El agresivo posicionamiento de sus laterales en salida de pelota, y la utilización de dos interiores que se están abriendo mucho y jugando a gran altura, está llevando a España a tener que arriesgar pases delicados desde las posesiones de Ramos y de Piqué, lo que además está obligando a Busquets a subir un escalón para poder estar más cerca del robo en caso de que ese envío sea fallido.
El contragolpe ruso, una amenaza
Cherchesov ha configurado definitivamente a la selección rusa en un 4-2-3-1, y se espera para el choque ante España que el posicionamiento del equipo no sea demasiado arriesgado: bloque bajo y la intención clara de despliegues verticales con Golovin como lanzador y las balas de ambas bandas, Samedov y Cheryshev, corriendo a un espacio que probablemente estará siempre despejado a las espaldas de los laterales españoles. El control de esa pérdida y de cómo hacer que Golovin no tenga espacio para lanzar, y sobre todo, no obligar a Piqué y a Ramos a esfuerzos heróicos, parecen pilares para el éxito de una España que debería tener capacidad de desequilibrio como para desbordar a la tosca defensa rusa.
Sisto, Modric, Rakitic y Eriksen |
Croacia y Dinamarca se miden por un lugar en cuartos de final. Y lo hacen con algunos focos de interés que pueden resultar claves para lograr el pase. Los hombres de Age Hareide llegan a esta momento de la competición sin demasiados alardes, creciendo de atrás hacia delante, una dirección que les hará esperar más que acudir. Su defensa posicional, comandada por Kjaer, Christensen y una idea bien construida, fortaleciendo todo el centro de su propio campo, tiene en sus individualidades su manera de entender el ataque. El problema es que todo lo que hace Dinamarca es a un ritmo realmente bajo. Sólo el desborde de Pione Sisto eleva la velocidad de la jugada, aunque siguen quedando lejos del vértigo. Y ahí, Croacia tiene muchas cosas que decir. Sus recursos, su experiencia y su confianza actual le ponen en ventaja,
Si Croacia, por tanto, mantiene en corto al jugador del Celta de Vigo, tendrá mucho por recorrer. El mediocampo será el termómetro de un encuentro que Rakitic y Modric podrán dibujar desde su capacidad… defensiva. Luka e Ivan gozan de una madurez competitiva que les permite marcar diferencias defensivas en cuanto a posicionamiento, lectura y despliegue en campo propio. Y es ahí donde entra Christian Eriksen. A diferencia de lo que le pide y le da al Tottenham, el mediapunta danés está contagiándose del ritmo de su equipo, y su intervención en zonas de elaboración o es poco, pues espera entre líneas o no tiene una incidencia relevante. Esa zona necesitará, llegados hasta aquí, de una inversión de regate, agilidad y agresividad que no hemos visto hasta ahora en Dinamarca
AdrianBlanco_ 1 julio, 2018
Ante una Rusia que, seguramente, busque replegar muy abajo. Muy juntita en su propio campo. Ojo al partido de Dzyuba, que lo está ganando todo lejos del área para recibir, pelear (con Ramos y Piqué) y esperar a que se incorporen por fuera Cheryshev y Samedov. Está siendo un Mundial de mucho '9' corpulento, por cierto. :p