Lucas Torreira recala en el nuevo (e ilusionante) Arsenal de Unai Emery tras consagrarse como uno de los mejores mediocentros de la Serie A, después de dos años bajo las órdenes de Marco Giampaolo. El uruguayo, a sus 22 primaveras, es un talento en bruto al que aún le faltan bastantes aristas por pulir, pero que, como ya ha demostrado en el reciente Mundial de Rusia, tiene muchas otras ya contoneadas que lo han llevado hasta un fútbol muy distinto del que se juega en Italia. El reto, en ese sentido, es de enjundia: el ritmo de la Premier no hace prisioneros, y el precedente del último centrocampista organizador de corta estatura que se mudó a las Islas no es halagüeño; porque existe cierto riesgo de que la competición le pase por encima a Torreira. Por ello, el cometido del vasco con el medio uruguayo será hacerlo jugar de cara y por abajo.
Torreira promediaba en Italia cerca de 3 tackles por encuentro
Porque solo de esta forma, en la medida de lo posible –respetando la naturaleza autóctona de la Premier-, Lucas Torreira podrá dotar de mucho sentido su llegada al Emirates. El de Fray Bentos, titular en tres de los cinco partidos de su selección en el Mundial, abandera esta nueva hornada uruguaya –más técnica pero igual de guerrera- de los Bentancur, Laxalt, De Arrascaeta y compañía. Porque esa mezcla entre las dos generaciones, lo ‘malo’ conocido y lo ‘bueno’ (aún) por conocer, es la que mejor define al flamante fichaje del club de Londres. Torreira, que aterrizó en Génova procedente de Pescara, se ha pasado dos años (casi) completos (36 y 38 partidos, respectivamente), orquestando el fútbol atrevido, reglado y vistoso de Marco Giampaolo; el teórico sucesor, aseguran los que más entienden en esto del fútbol, del maestrillo táctico de Maurizio Sarri.
Hundiéndose entre centrales, con los laterales ensanchando el campo y los interiores tendiendo líneas de pase en el espacio resultante, la Sampdoria desarrolló su mecanismo de salida de balón a partir de la figura de Lucas Torreira. Una fórmula que Unai Emery, viendo el éxito de la patente, a buen seguro tratará de emular ahora con el Arsenal; aunque para ello será importante tener en cuenta ciertos detalles –esos picos a los que Torreira aún no ha conseguido dar forma- para regocijo del plan colectivo. Con su 1,68 de altura, el tronco y la robustez de sus piernas potencian que su principal fortaleza física resida en el tren inferior de su cuerpo. De esta guisa, Torreira es un futbolista que va muy bien al choque, a cualquier lance con el balón a ras de suelo; como así atestigua el dato de que fue el quinto centrocampista que más duelos ganó en la última Serie A: 238; solo por detrás de Missiroli, Milinkovic-Savic, Allan y Lazzari.
La llegada de Lucas Torreira, ¿podrá potenciar al mejor Xhaka?
Si adecuarlo al ritmo de la competición, decíamos, era trabajo para Emery; congeniar bien con Xhaka será –además de por el suizo- responsabilidad del propio Torreira. El uruguayo detenta la creatividad (con balón) y la agresividad (tras pérdida) idóneas para el estilo del de Fuenterrabía. Ahora, que uno y otro se respeten (espacialmente) las posiciones será la clave del éxito para que todo lo demás funcione. Con Torreira más abajo, escalonando así a Xhaka o a otros como Ramsey por delante de los primeros pases del uruguayo, el Arsenal ganará un reparto posicional que siempre ha sido innegociable para el del País Vasco, allá por donde se ha sentado en el banquillo. Porque si se distribuyen bien las zonas, el mayor beneficiado por la llegada de Torreira debería ser, en principio, el propio Xhaka. Torreira, que hasta ahora ha promediado cerca de tres tackles por partido, es un futbolista al que su lectura siempre le ha permitido estar mejor posicionado para, además de iniciar el juego colectivo, llegar con ventaja para recuperar la pelota.
Una cobertura nada desdeñable para Xhaka, como también lo ha sido Behrami en la expedición de Suiza en Rusia; ya que así su pie izquierdo puede jugar mucho más cerca de la zona donde se vuelve más influyente. Equilibrar las fuerzas y el protagonismo entre ambos, para que estos no lleguen a pisarse entre sí, será la esencia de una fórmula colectiva que, según llegó a prometer el propio Emery hace pocos días, va a dar mucho de qué hablar: “Mi idea es conocer a todos los futbolistas y saber, además, cómo es su personalidad. (…) Yo quiero ganar. Entrenamos todos los días para trabajar el ataque, la defensa y pelear siempre en cada partido. El sistema no es lo más importante para mí. Lo que cuenta es crear un equipo competitivo”.
Marcos 20 julio, 2018
Ilusionante la llegada de emery al arsenal, con futbolistas como estos elevara muucho la competitividad, que es lo que le estaria fallando al arsenal como siempre estos años y una mentalidad ganadora que es lo mas importante, emery implantara todo eso y mas. No logro descifrar el ultimo jugador parecido a torreira que triunfara en la premier, santi cazorla tal vez?