La Brasil de Tite está siendo mucho más eficiente que rutilante. Y eso, en torneos tan cortos como una Copa del Mundo, es mucho más que un bien preciado. La canarinha, que superó a Serbia (0-2) con el piloto automático activado, estará en octavos tras un empate (Suiza) y dos victorias en sus tres primeros partidos en Rusia. Y aunque en ninguno de ellos ha arrollado a sus rivales, lo cierto es que una vez ha conseguido ponerse por delante, en todo momento le ha resultado bastante sencillo llevar estos encuentros a su terreno: ritmo lento, ciertamente estático, en el que solo sus mejores futbolistas han tenido la potestad para decidir dónde, cómo y cuándo acelerar el guion de cada partido; algo así es lo que repitió anoche ante la selección balcánica. No obstante, lo mejor para una de las grandes favoritas es que todo esto lo está consiguiendo con su estrella aún lejos de su mejor nivel. Y tratándose de Neymar Jr y de la cinco veces campeona del mundo, la situación inquieta. Y mucho.
Coutinho, como ante Suiza, volvió a alejarse del primer pase
La temprana lesión de Marcelo fue un importante contratiempo en el desarrollo del encuentro. Porque, aun con Filipe Luis tratando de organizar desde atrás, la sensación con la que se llegó al descanso es que el cambio del lateral izquierdo influyó más en Serbia que en la propia Brasil. Ya que, con Matic y Milinkovic-Savic en el doble pivote, las marchas cortas que los de Tite lograron imprimir al encuentro terminaron por desnudar las dificultades creativas que ha ido acusando a lo largo de todo el torneo la selección de Krstajic. Ahora bien, antes y después del infortunio de Marcelo, el costado izquierdo verdeamarelo volvió a ser protagonista. Ya no tanto, como suele ser lo habitual, por lo mucho que produjo Brasil a partir de su triángulo entre el lateral, el interior y el extremo, sino por la disposición sobre el campo de estos tres futbolistas. Porque, como ante Costa Rica y a diferencia del primer partido ante Suiza, Coutinho volvió a quedarse muy lejos del primer pase. Intervino poco en la creación. Para, como ante los de Petkovic, sumar entre líneas.
La posición de Milinkovic-Savic pretendió tapar a Coutinho
En base a ello, sin ir más lejos, se entiende por qué Krstajic eligió para la ocasión (re)situar a una de sus estrellas, Milinkovic-Savic, en el doble pivote junto a Matic. De esta forma, el de la Lazio pudo estar mucho más pendiente de Coutinho; encimando al del FC Barcelona para que este no pudiese recibir de cara con comodidad. Algo que no consiguió, como así atestiguó la asistencia de Coutinho a Paulinho en el cero a uno, y que, por si esto fuera poco, volvió a reducir mucho el impacto del gigantón de la Lazio en el partido. El Mundial de Milinkovic-Savic no ha sido bueno, eso es un hecho. Pero ha de puntualizarse en ello que su posición (primero más arriba, como ante Costa Rica y Suiza, y después más retrasado, como en esta ocasión ante Brasil) no le ha ayudado a sacar lo mejor de sí. El futbolista serbio es mucho ‘mejor llegando que estando’, y por ello no es casualidad que (solo) sea capaz de desplegar su mejor fútbol como interior, que es donde (más y mejor) puede volar.
Thiago Silva lleva, hasta el momento, un Mundial muy bueno
Ahora bien, más allá del resultado y de su clasificación como primera de grupo, la noche dejó detalles positivos para Brasil. El primero, ya es costumbre, volvió a señalar el protagonismo que está asumiendo Coutinho mientras Neymar va ultimando sobre el césped los procesos de su recuperación. Dejando a un lado su (magnífica) asistencia, el interior izquierdo de Brasil volvió a mostrarse muy acertado con el balón entre sus botas: completó un 90% de sus pases, realizó un par de regates, ganó otros dos tackles e intervino en bastantes ocasiones (dio 76 toques). En un partido en el que, si bien es cierto que el azulgrana no lució tanto como en los dos anteriores, Gabriel Jesus quiso revelar que su relación con el juego no solo atañe a su determinación en los metros finales, mientras que Thiago Silva, autor del segundo y último tanto de la velada, demostró en los mejores minutos de los serbios que su implacabilidad defensiva es, por ahora, una realidad. Porque si Brasil, aun sin estar brillando, tiene seguridad defensiva, capacidad para gobernar los encuentros y pegada arriba, lleva, viendo al resto de favoritas, mucho ya ganado para acercarse al oro de 18 quilates.
Ricardo 28 junio, 2018
Partido correcto de Brasil, a pesar de quedarse sin Marcelo y de unos pequeños tramos donde Serbia fue mejor, realmente Brasil controló el partido en gran parte y se jugaba como quería ella.
Neymar ha mostrado mejores sensaciones físicas que en los partidos previos, algo muy importante para las aspiraciones brasileñas de ganar la Copa del Mundo. De nuevo, Coutihno lo mejor y Brasil puede sacar rendimientos postivos como los anticipos que hicieron Casemiro, Thiago Silva, Miranda, Filipe que permitieron asentarse en campo rival. Y las contras. Brasil es un equipo flexible y realmente hilaron muy buenas contras tras el 0-2, sain sufrir mucho de la amenaza de Mitrovic o la pegada de M. Savic