Mexico y Suecia jugarán los octavos de final de este Mundial de Rusia 2018. Pero uno lo hará ante Brasil, sin Héctor Moreno, y tras unos segundos 45 minutos de los que dejan huella, y otro lo hará ante Suiza y con la convicción de no hacer ruido ni levantar expectativas como motor competitivo y aval táctico. ‘El Tri’ de Juan Carlos Osorio afrontará los cruces con la sensación de tener mimbres para competir ante diferentes retos tácticos pero en los que se definió mucho mejor cuando el reto emocional le ubicó a la sombra.
Mexico perdió una oportunidad de competir liberado
Y es que su mayor debe en esta fase de grupos ocurrió cuando el premio estaba muy cerca y sólo tocaba mantener la distancia con la posibilidad de no estar a la altura, es decir, saber manejar el contexto. Ante una Suecia que terminó siendo justo lo que ellos esperan ser, los mexicanos se desvanecieron ante la gran fortaleza escandinava, esto es, simplificar las cosas y aplicar un minimalismo táctico alejado de cualquier alarde.
El plan sueco fue más que notable
El partido arrancó así. Mexico dispuso de sus seis hombres de confianza entre medular y ataque, provisto de movilidad en tres cuartos, agilidad en el ‘9’ y dinamismo en la media, pero no contó con la inteligencia de una Suecia creciente en lo táctico y vibrante en la espera y la recuperación. El bloque medio y bajo sueco se convirtió en una pequeña tortura para Mexico, pues le pidió moverla muy rápido y encontrar desborde interior si no quería chocar con un verdadero muro en el área. Y eso Mexico se lo pide, en su gran mayoría, a Carlos Vela, un jugador de gran talento pero de conexión irregular. La movilidad corre a cargo de Chicharito e Hirving, el despliegue y la ocupación de espacios para Herrera y el desplazamiento para Guardado.
Los de Osorio cedieron en la segunda mitad
Lo que no escatimó Mexico fue esfuerzo, llegada y soltura posicional para sus laterales. Y ahí pescó, en río progresivamente revuelto, Janne Andersson. Sus puntas, Berg y Toivonen, trabajaban con un sentido específico sobre los mediocentros rivales. La idea era que Guardado y Héctor Herrera les superaran en altura sobre el campo, que traspasaran su posición, quedando entre su posición y la de la medular sueca. Una vez ellos superaban esa línea y los laterales desahogaban, Suecia ensamblaba el carril central y buscaba un contragolpe en el que Berg caía a una banda y Toivonen fijaba una marca con su corpachón. Y Suecia, efectivamente salía. Pudo hacer muchas veces, con conducciones de un irregular Forsberg, pero táctica y mentalmente tenía el partido completamente en su mano.
Suecia fue mucho más definida en los 90 minutos
Osorio no pareció atender al desajuste y la inferioridad, y la segunda mitad consumó en el electrónico la peor de las circunstancias: Mexico dejó de intervenir en pos de su propio control. Desde el primer compás de la segunda mitad, las líneas centroamericanas no guardaban una lógica interna. Y perdido el orden, se potenciaba el error. Los tres goles recibidos fueron fruto de un estado de ánimo naciente, seguro que relacionado con el ímpetu del debut y el posterior liderazgo tras el segundo compromiso. Al tercer choque, se apagó la luz, en parte, méritos en consonancia, por el acierto sueco en provocarlo todo. Suecia fue tan real como hubiera querido ser Mexico.
abimael8891 28 junio, 2018
Gran analisis Ecos sin duda fue un mal dia pero mexico hizo sus deberes y paso a octavos y ahi si ya no se puede fallar.
Se hecho en falta a Rauli Jimenez, Tecate corona y javier aquino y creo que en eso le fallo a osorio, pero lo bueno es que se falla ahora y no en lo decisivio.
PD: Vuelvo con el mismo comentario de las vez pasada mexico se ubica en norteamerica y no en centroamerica.