¿Y si es Inglaterra la gran sorpresa del Mundial de Rusia? Esta, como ayer sucedió con Alemania, Bélgica o en su momento con España, será una de las muchas preguntas para las que solo el tiempo tiene una respuesta. Pero lo cierto es que el combinado de Gareth Southgate, que ayer certificó su presencia en octavos tras golear a Panamá, va completando, paso a paso, todos los pasos pertinentes para convertirse en una de las mayores sensaciones del torneo. El manejo de las acciones a balón parado está siendo exquisito, como así prueba el hecho de que Inglaterra lleve, en dos partidos, 6 de sus 8 goles desde la estrategia. Sin embargo, hay cuestiones que la pizarra de Gareth Southgate no ha contestado. Incógnitas, a decir verdad, que todavía no ha necesitado resolver.
Southgate mantuvo el 5-3-2, con Loftus-Cheek por derecha
Que no las haya necesitado no quiere decir, por otro lado, que no haya tenido ocasiones para ir resolviéndolas, como en este último encuentro ante la selección panameña. Gareth Southgate repitió para la ocasión el 5-3-2 de su debut ante Túnez en el que Loftus-Cheek fue la única novedad en detrimento de Dele Alli, que salió tocado de aquel primer partido. Todos los demás estuvieron y la estrategia, dicho lo cual, fue muy parecida a la empleada ante el cuadro africano. Con Henderson de pivote, Lingard (izquierda) y el propio Loftus-Cheek (derecha) de interiores, Inglaterra no necesitó grandes cosas para superar a Panamá. Lo hizo a balón parado, sirviéndose de los graves errores individuales del cuadro del Bolillo Gómez atrás, y con una instrucción muy clara: tras pérdida no presionaba, sino que el bloque corría a organizarse a media altura. Algo que repitió del mismo modo con el 0-0, el 1-0, el 2-0 y el 6-1.
La goleada no despejó ciertas dudas inglesas a nivel creativo
Ganando cómoda y tranquilamente, con un manejo espectacular de la pizarra en las acciones a balón parado, lo cierto es que el cinco a cero con el que Inglaterra llegó al descanso transmitió sensaciones sumamente contradictorias: porque, por un lado, tan cierto es que lo que había hecho hasta el momento le servía para golear plácidamente, como, en base al repliegue súper poblado con el que volvió a formar Panamá (4-1-4-1), el conjunto de los ‘Three Lions’ desperdició una ocasión de oro para, en vistas a medio-largo plazo, trabajar en aquello en lo que más viene renqueando a nivel colectivo: su fase creativa; cuando el rival se cierra en pocos metros.
Lingard o el balón en largo de Henderson, teóricas soluciones
Condicionada, posiblemente, por tan abultada victoria, Inglaterra volvió a exhibir un ritmo lento con el balón en los pies. Con Henderson por delante de los tres centrales, organizando el primer pase inglés, no se puede decir que los de Southgate apabullasen en este sentido al combinado americano. De hecho, la principal baza a explotar por Inglaterra fue el pie derecho de su ‘8’. Con el del Liverpool, decíamos, encargado de estas funciones, su dotada capacidad para desplazar el esférico de uno a otro lado es, en realidad, un recurso muy útil para ganar muchos metros. Una profundidad que Kane-Sterling, como pareja ofensiva, y Trippier-Young bien abiertos, son los encargados de aprovechar. Pero que, visto desde otro punto, no está probado que le vaya a servir a Inglaterra como argumento principal a la hora de desplegar su fútbol. Y menos, si cabe, ante selecciones que busquen hacerle daño a campo abierto, cerrándose muy bien por dentro. Que las encontrará.
A fin de cuentas, el partido de Inglaterra dejó, más allá de los goles de Kane o de la pericia en las acciones a balón parado, dos detalles que pueden llegar a servir entender, si llegara a darse el caso, cómo y hacia qué sentido puede evolucionar Inglaterra en este aspecto. El de Jesse Lingard, para empezar por uno de ellos, es el primero. El del Manchester United, jugando como interior izquierdo, bajó unas cuantas veces a recibir de Henderson y/o de los centrales para, tras recibir, girarse y encarar a su par. Una medida que, dicho sea de paso, implica ciertos riesgos que, en cualquiera de los casos, este análisis no puede pasar por alto; ya que un mal regate de Lingard significa, consecuentemente, una pérdida con el bloque malparado.
Y en segunda instancia, Loftus-Cheek. El del Palace, que partió por el lado derecho, fue escoltado por el propio Henderson hasta casi la frontal a través de un movimiento en el que el mediocentro, con todo el equipo muy arriba, se situaba ligeramente abierto por derecha desde donde empujaba la posición de Loftus-Cheek sin, para ello, hacerle recibir más abajo. Dos soluciones que Inglaterra enseñó sin demasiado ahínco, aun sabiendo que Dele Alli será titular y que cuenta con la baza de Rashford, pero que pueden ser útiles para empezar a comprender por dónde pueden ir los tiros cuando le toque agitar el árbol. Todo esto, por cierto, en una jornada histórica para el fútbol panameño: Felipe Baloy, a sus 37 años, consiguió el primer gol de la selección centroamericana en una Copa del Mundo.
Roberto · hace 356 semanas
Gracias por la mención Adrián!!.
Juan Plaza · hace 356 semanas
daviddelapena 68p · hace 356 semanas
Pues a mí el Kane-Vardy me parece totalmente compatible y que además encaja en el plan de Inglaterra, que yo creo que va a ser robar en zonas intermedias y transitar (aunque Túnez y Panamá aún no nos hayan permitido verlo de verdad). El del Tottenham es perfectamente capaz de salir a los apoyos y limpiar la ruptura para Vardy. Dicho esto, yo me quedo con el Sterling-Kane, asumiendo la falta de gol del primero. Sterling me parece un agitador de verdad, tiene un abanico enorme de movimientos y eso también le va de maravilla a Kane, que puede acabar con más naturalidad en zona de remate.
Y mención para el nombre que destaca Adri: Lingard. Qué bien está jugando. Le ha encontrado Southgate un espacio que le va de maravilla y está respondiendo.
Gonzalo · hace 356 semanas