La heroica resistencia del Atlético de Madrid en el Emirates Stadium deja un panorama radicalmente distinto para el partido de vuelta frente al Arsenal. En lo emocional, el equipo rojiblanco regresó a Madrid con un resultado que el contexto del encuentro tras la expulsión de Vrasljko debió derivar hacia otra cosa, de modo que la ventaja anímica -y el mensaje del Cholo después del encuentro preparó al Metropolitano para su primera gran noche Europa- será un factor a tener en cuenta.
En lo puramente futbolístico, la pregunta es cómo gestionará el Atlético de Madrid la defensa frente al Arsenal en igualdad numérica, algo que sólo pudimos intuir en Londres. Es evidente que perder a Vrasljko le dio una clara ventaja al cuadro londinense, pero también que el Atlético de Madrid pasó a reducir la franja de terreno a defender, lo que provocó que las ayudas en la protección del área fuesen más sencillas. Es cierto que el equipo, al perder un punta, tuvo mucha menos salida, pero al componente emocional que ayudó a la resistencia se sumó un escenario defensivo en el que Godín u Oblak marcan la diferencia.
La expulsión de Vrasljko cambió radicalmente el partido de ida
Evidentemente, estar en inferioridad numérica no fue en absoluto positivo, pero sí ofreció un contexto defensivo que obligó a un plus de finura al Arsenal, que por otra parte se aprovechó de poder robar la pelota de forma constante en campo rival, al perder el Atlético de Madrid el apoyo interior de Griezmann para que pudiera lanzar a Gameiro al espacio. Más allá de que el resultado para el equipo londinense obligue a una intención similar a la vista hace siete días en el Emirates Stadium, cabe esperar un escenario de encuentro radicalmente distinto.
En primer lugar, por la presencia de Diego Costa, que indiscutiblemente hará que el Arsenal realice menos ataques organizados. El hispanobrasileño encontrará, presumiblemente, un escenario ideal. Con la posesión dividida, algo que se puede intuir, Koscielny y Mustafi pasarán mucho tiempo defendiendo a gran altura, y ahí cualquier envío profundo va a ser un suplicio para los ingleses. Costa tendrá que dar profundidad al equipo, y por las características y necesidades del rival, lo hará arrancando de una altura que encaja perfectamente con sus características.
Esa posesión dividida, sin embargo, puede llevar al Atlético de Madrid a dar un espacio extra en campo propio. El 4-4-2 de Simeone garantiza dos cosas que son realmente importantes para defender al Arsenal. En primer lugar, que Diego Costa y Griezmann, en la última línea, llevan a tu equipo a atacar con frecuencia, aunque la pelota esté lejos de la portería rival. Es algo que evidentemente faltó en el partido de ida y que se hace más valioso si cuentas con esa dupla de delanteros, ya que aportan una opción de gol constante, ya sea por consecuencia directa o indirecta.
El segundo de los factores a tener en cuenta es la defensa exterior. El Arsenal proyecta muy arriba tanto a Bellerín como a Monreal, de modo que el pase hacia fuera siempre es una opción interesante y dañina. El posicionamiento de Koke y Correa sin pelota ayuda que ese envío no sea recibido de forma limpia, de modo que el Arsenal pierde un activo clave a la hora de atacar. Primero porque por sí mismos, los dos laterales españoles son capaces de ser muy productivos, y segundo porque esa altura a la que juegan ayuda a poder recuperar la pelota con premura en campo rival.
Dividir la posesión es un arma de doble filo contra el Arsenal
Sin embargo, y es evidente que Simeone no puede prescindir de su dupla de delanteros ni de la defensa de los carriles exteriores, hay un nombre que puede incomodar especialmente la defensa atlética en ese escenario de posesión más dividida con respecto a la ida: Jack Wilshere. El centrocampista inglés está, por fin, en un momento de forma pletórico, y sus características hacen especial daño a un doble pivote que además esté conformado por tipos móviles y dinámicos como Saúl y Thomas.
Wilshere juega en una posición intermedia, y cuando baja a recibir a la altura de Xhaka, atrae a los centrocampistas atléticos. Con la soltura que tiene ahora mismo para girar y pasar, esa zona entre líneas será una preocupación extra teniendo en cuenta que allí se moverán Ramsey, Mkhitaryan y Özil, y que Lacazette también dará opciones con movimientos hacia ambos perfiles. La sensación es que, a pesar de lo visto en la ida, el pase a la final dependerá más de las veces que Diego Costa y Griezmann se encuentren y de cómo gestione el Atleti sus posesiones, que de una heroicidad defensiva como la presenciada en Londres.
Foto: Mike Hewitt
Eneich 3 mayo, 2018
Emocionante semifinal la que tenemos por delante.
Dos equipos muy distintos, los gunners con una inexperiencia que potencia lo emocional de la salida de Wenger, los colchoneros con una emotividad surgida de la resistencia del asedio en la ida.
El Metropolitano va a vivir su primera gran noche europea en un ambiente cargado por las ganas y la emoción de vivir una vuelta de una semifinal europea cuando todo parecía acabado con la eliminación de Champions y tras la derrota contra el Barcelona. En este contexto no me puedo imaginar un desempeño que no roce el 100% de intensidad de los del Cholo.
Con las bajas de Sime y Filipe (al menos de inicio), el Atlético tendrá que fiar toda su suerte ofensiva al talento de Griezmann y la profundidad de Costa, acompañados por la capacidad de generación de posesión que le de Koke.
Sin embargo, me parece clave la actuación de Thomas. El Atlético, con Filipe Luis en el campo, gana altura en el terreno por el sector izquierdo, a través de combinaciones del brasileño con Koke y Griezmann. Os parece que el Cholo pueda probar algo parecido con Thomas en el sector derecho, colocando a Koke como interior en ese sector y aprovechando que Antoine suele caer en esa banda?