No es fácil de recordar actualmente, pues su nombre está ligándose cada vez más con las muchas temporadas que suma ya en el Levante, pero allá por 2013, José Luis Morales comenzaba a destacar en Segunda División, como uno de los hombres más importantes de la SD Éibar que ascendió a Primera de la mano de Gaizka Garitano. Allí se preparó para lo que afrontaría en el Ciutat de Valencia, durante casi un lustro en el que siempre tiraron de él para poder llegar al lugar adecuado. Junto a Paco López y tras un arranque muy prometedor con Muñiz, el Levante ha pasado por todos los momentos esta campaña, pero potencial o concretamente, José Luis Morales tenía el cable tenso para echar una mano.
Los números del Levante fueron realmente difíciles
Debe decirse que quizás esta temporada la influencia e importancia de Morales en el colectivo se ha visto algo más mermada. Desde el punto de vista teórico, teniendo en cuenta que el madrileño ha sido lateral, extremo y ahora delantero, tanto Muñiz como Paco López tienen o han tenido en Morales la posibilidad de rascar una acción o incursión individual en el peor de los casos, y una vía de profundidad cuando la pelota encontraba soluciones previas en la circulación. La conducción y la iniciativa propia del jugador nunca sobran en equipos en dificultad. Porque durante un tramo importante de la temporada, el el Ciutat de Valencia vieron a un equipo temblar. Lo que sucedía en las áreas era preocupante.
Paco López recuperó el ánimo de los granotas
Los granotas llegaron a ser el equipo que más remates permitía en su área tras centro lateral, el equipo de la liga que menos disparos de media producía por encuentro, con menos de tres, y el equipo que más disparos necesitaba para marcar un gol, con más de 15. Su juego se volvió tan complicado e inane, que terminó repercutiendo en todo: fiabilidad defensiva, producción ofensiva y eficacia goleadora. Unas dificultades que llevaron muchas cosas por delante. Ese escenario, que Morales ha vivido en otras ocasiones, trajo la llegada de Paco López. Y Paco López evocó la palabra mágica. Quería que su equipo fuera valiente.
José Luis Morales ha sido un comodín en cada Levante
Transmitió un mensaje de necesidad en un contexto aún mayor necesidad. Su trabajo de mentalización trató de recuperar no solo la confianza sino la iniciativa. «Se dice que los resultados otorgan la confianza y la valentía, pero yo quería que los jugadores tuvieran confianza para hacer cosas antes de que llegaran los resultados». En ese camino, que ha permitido al Levante salvar la categoría con cierta holgura, la valentía de hombres como Morales, delantero en las últimas semanas, ha sido, nuevamente fundamental. Capitán del equipo y máximo goleador del equipo en Primera, Morales es el cable que siempre está tenso para tirar del carro.
AArroyer 13 mayo, 2018
Qué jugador tan necesario cuando menos se produce. No tanto por el perfil, que también, sino por su iniciativa. Muy válido incluso en el desacierto. Mención aparte su significado para el club todos estos años.