A pesar de que la dura derrota frente al PSG en la Liga de Campeones disfrazó el despido de Carlo Ancelotti del Bayern, los rumores que salpicaron su marcha fueron los relacionados con desavenencias con pesos pesados del vestuario. Algo, de momento, imposible de valorar, pero es cierto que en el verano llamó mucho la atención que el cuadro bávaro tomase la decisión de prescindir de la chispa de Douglas Costa para mantener en plantilla a Robben y Ribery, que incuestionablemente son dos de los jugadores más influyentes del equipo, pero que en esta última etapa de su carrera han perdido la suficiencia para el desborde que les ha caracterizado durante casi la totalidad de la misma.
Para Guardiola, el extremo brasileño fue una pieza que terminó de dar forma a su plan de juego. Con Alaba y Lahm jugando por dentro, y usando a Müller y Lewandowski para terminar jugadas en el área, la necesidad de jugadores que fijasen su posición en banda y desde allí ofrecieran desborde eran imprescindibles. La chispa del brasileño resultó un activo fundamental, ya que la circulación en zonas interiores encontraba un apoyo en la cal que llevaba el balón a la línea de fondo y, posteriormente, al área, para que los dos puntas y la llegada de centrocampistas como Arturo Vidal finalizasen las acciones.
Douglas Costa fue un recurso imprescindible para Guardiola
Douglas tiene los pies de un boxeador. Su agilidad para recibir en espacio reducido y su electricidad para arrancar provocó que se adaptase de maravilla a contextos de posesión alta, más allá de que evidentemente se trate de un jugador perfectamente capaz de conducir acciones de transición, e incluso de recibir al espacio, aunque su movimiento sin balón suele estar más enfocado a abrirse a cualquiera de los dos perfiles en el ataque posicional, y desde allí acelerar el ritmo de la jugada. Lógicamente, para Guardiola representó un activo táctico valiosísimo, pero esta segunda virtud provocó que, en una liga en la que el número de transiciones suele ser muy alto, encontrase escenarios cómodos de forma natural.
Su adaptación a Italia le iba a quitar ese privilegio. El contexto más habitual iba a ser el de enfrentarse a rivales replegados, así que ahora más que nunca iba a necesitar de la pizarra de su entrenador para ser productivo. Sus primeros meses en la Serie A estuvieron por debajo de lo esperado, pero llegando a la fase decisiva de la temporada ya estamos viendo al Douglas Costa más determinante. Allegri ha tenido bastante que ver en esa mejoría, y haberse encontrado con la lesión prolongada de Cuadrado y los problemas puntuales de Bernardeschi le han terminado de convertir en imprescindible.
Su perfil es único en la plantilla de la Juventus
La Juventus ha dejado de usar el 4-4-1-1 con el objetivo de presionar, y la altura de su bloque en el inicio de la jugada rival suele ser más conservador. El técnico toscano está empleando por izquierda un jugador que repliega a la altura del doble pivote -hemos visto a Matuidi, Sturaro o Mandzukic- y a Douglas Costa en una posición intermedia y abierta que ya le da, de base, la opción de atacar el espacio con ventaja si el equipo turinés recupera la pelota. Haber encontrado ese hueco ha repercutido positivamente en su ritmo de juego, ya que convertirse en una pieza táctica muy valiosa -Dybala y Mandzukic, los otros atacantes, no tienen esa capacidad de ruptura que se hace necesaria para acompañar a Higuaín- le ha hecho empezar a tener peso en los ataques posicionales.
Con la Juve dominando la posesión, el pase hacia fuera buscando a Douglas Costa significa desborde. La plantilla, al margen de Cuadrado, no tiene ningún futbolista capaz de recibir con pelota al pie y deshacerse de su marca con un cambio de ritmo, de modo que su participación en el tramo final de la temporada se antoja imprescindible. Ese ritmo que ha alcanzado le convierte también en una pieza valiosísima para Tite en Brasil. Coutinho, Neymar y Willian sí regatean, pero su predisposición con respecto al juego no es la de esperar pegados a la banda, algo que será imprescindible en según qué contextos.
Foto: Alessandro Sabattini/Getty Images
asce · hace 368 semanas
Carlos · hace 368 semanas
No lo sé, pero yo nunca lo pondría como discurso en candidato a Champions. Lo de la 2015/2016 me parece un excepción, y una obra maestra de Pep.
elfutbolero 67p · hace 368 semanas
José Luis · hace 368 semanas
Pero no ese sistema que utiliza Simeone o Pellegrini en su momento, donde los jugadores de las alas son casi mediocentros. No. Me refiero a colocar en los costados a jugadores de ida y vuelta, con mucho pulmón, con buen pie para el centro, con sacrificio para ayudar al lateral compañero, con capacidad para jugar a pierna cambiada,... Y Douglas Costa cumple a la perfección con ese prototipo de jugador. Además, al no tener mucho gol, siempre lucen más en el costado de una línea de 4 centrocampistas que en el extremo de una delantera de 3.
Amavisca, Jarni (éste solo para jugar en la zurda) Malouda, Duff, Bastos (hasta que le perdió su cabecita), Di María, Douglas Costa son claros ejemplos de zurdos por los que siempre he mostrado predilección. Jugadores que debían llevar el '11' del equipo a la fuerza. Los hay mejores, claro. Robben, sin ir más lejos. Pero Arjen encaja mejor en el extremo de la delantera.
Y por eso mismo me parece un sacrilegio lo que hace Pep con este tipo de jugadores. Lo hizo en el Bayern muchos partidos, y es utilizar a Douglas Costa como interior. Ahora lo hace con De Bruyne. Otro de esos jugadores (diestro, en este caso) por los que siento predilección y disfruto al verlo en la banda.
Pero está claro que de esto entiendo poco. Solo que la "vena" de Capello sigue en mí desde el año 96.
Carlos · hace 368 semanas
"Y por eso mismo me parece un sacrilegio lo que hace Pep con este tipo de jugadores"
Pese a que estoy de acuerdo en que de seguro son jugadores mas resolutivos en banda, sobre todo De Bruyne, yo creo que Costa con Pep alcanza un nivel que no ha vuelto a repetir. Y haciendo labores más interiores de hecho.
En lo que sí debo discrepar completamente es en lo del 4-4-2 con extremos a pie natiural desbordando y centrando. La verdad yo siento que es una tactica muy simple y que el futbol élite ya superó. Los delanteros son más globales y no solo rematan. En un equipo con un crack resolutivo de primera linea, un Neymar, Mbappé, Griezmann,no tiene cabida eso, por lo menos no como plan A.
marcoskriger · hace 368 semanas
Faetón · hace 368 semanas
@Carlos "yo siento que es una tactica muy simple y que el futbol élite ya superó"
Al igual que Jose Luis, yo tambien reivindico la añoranza de algunos rasgos del fútbol de otros tiempos, y, por que no, soñar con que ese tipo de jugadores recuperará el protagonismo perdido. A esos y a los centrales con criterio para incrustarse en el centro del campo y equilibrar el dibujo. Yo no pierdo la esperanza: si hay tacticas con posibilidades de volver a la palestra son, precisamente, las simples, o así lo veo yo.
José Luis · hace 368 semanas
Es que no veo inconveniente alguno en formar un mediocampo con De Bruyne-Casemiro-Kroos(Modric)-Douglas Costa y luego tener arriba a Lewandosky y Mbappe. Sería como mi alineación favorita si pudiese formar un equipo real. Atrás, un portero de 2 metros, y una línea de 4.
A día de hoy, no sé si Brasil puede montar algo así con William-Casemiro-Paulinho-Douglas Costa y arriba Neymar-Gabriel Jesús (William José). En ese momento, se convertiría en mi selección favorita; sin contar a España con la que no puedo ser neutral.
Larios84 74p · hace 368 semanas