Vincenzo Montella lleva poco tiempo en Sevilla, pero no ha tardado en venir a insinuar que su equipo llegará hasta donde Pablo Sarabia y Joaquín Correa les terminen llevando. Allí donde empezaron Nolito y Jesús Navas se han impuesto dos futbolistas que no condicionan las líneas maestras del planteamiento de su entrenador, pero que se han convertido en indispensables para darle sentido. Y vuelo.
Digamos que todo equipo tiene una forma de ganar los partidos. Y la del Sevilla tiene al tucumano y al madrileño como protagonistas. Lo llamativo es que, como decíamos, no es que el equipo gire en torno a ellos, sino que son ellos los que giran en torno al equipo.
Correa y Sarabia han impulsado el juego hispalense.
En este Sevilla FC de Montella los primeros pases siempre tienen como salida y como destino el carril central. Lenglet, N’Zonzi, Ever Banega, Mudo Vázquez. Todo sucede por dentro. El pase afuera nunca es la primera opción a pesar de estar ahí un futbolista como Sergio Escudero, quien ya se ha demostrado muy útil en anteriores proyectos dando una salida, acompañando la circulación o incluso rompiendo líneas. Esto no es algo nuevo en el entrenador italiano. Ya su Fiorentina nacía y crecía de una manera muy parecida, involucrando a Gonzalo Rodríguez, Borja Valero, David Pizarro o Matias Fernández en el nacimiento y desarrollo de cada ataque. Mientras tanto, los hombres de banda, fueran estos carrileros, extremos o delanteros, como el caso que nos ocupa, permanecían abiertos para ensanchar el campo, pero sin apenas entrar en juego.
Sin embargo, esto cambia completamente una vez la jugada se adentra en campo rival. En el momento en el que se acelera o se necesita acelerar, los dos hombres de fuera cobran una importancia capital. No lo hacen, eso sí, de la misma manera. Joaquín Correa, un futbolista huérfano de posición, se despega rápido de la banda para aprovechar los movimientos de Franco Vázquez y, sobre todo, de Luis Muriel. El colombiano es la bisagra del sistema. La variedad e inteligencia de sus desmarques permiten potenciar el juego interior al mismo tiempo que activa ambos costados. Sobre todo el izquierdo. Ahí el «Tucu» aprovecha su versatilidad para atacar el espacio que haya libre. Entre líneas, a la espalda de la defensa o entre central y lateral, como ante el Girona, poco importa. Correa funciona mejor así. Sin una hoja de ruta definida. Sin un rol con una lista de derechos y otra de obligaciones. Montella lo ha entendido, le ha liberado y él está suponiendo un plus de calidad al ataque.
Algo de lo que se aprovecha también Pablo Sarabia. El canterano madridista nació en «La Fábrica» como un «10» muy relacionado con el juego. Sin embargo, su explosión, que no llegó en Sevilla sino en su último año en Getafe, se vinculó con un aspecto muy diferente del juego: el desequilibrio y la determinación. Su calidad permanece intacta. Está ahí. Y se nota en cada control, toque o pase. Pero la forma en la que se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de La Liga es siendo uno de esos atacantes de lado débil que, si reciben en uno para uno en el pico del área, tienen capacidad para alterar el sino de los partidos. Ha ganado velocidad, potencia y verticalidad. Justo lo que necesita el Sevilla a esa altura del campo para castigar cada ventaja interior que haya conseguido desde el pase (Ever+N’Zonzi), los apoyos (Muriel+Mudo) o el talento (Correa). Sus 5 goles y 4 asistencias en los 9 partidos que ha jugado para Montella como titular le sitúan como un jugador con valor gol.
Sarabia lleva al equipo a otra dimensión.
El Sevilla ha llegado a este momento del curso de una forma muy diferente a la que llegó el año pasado a su cita con el Leicester City. Su temporada parece haberse reconducido a tiempo en lo táctico, y a nivel anímico y físico está en su mejor momento. No es todavía el equipo que podría ser, pero sí que aspira a serlo. De ahí que la eliminatoria ante el Manchester United vaya a resultar tan decisiva como ilustrativa. ¿Seguirá Banega abajo? ¿El equipo ha ganado estabilidad defensiva al mejorar con balón? ¿Cómo va a ser capaz de activar a sus hombres de fuera ante un entrenador que siempre cierra estos caminos en este tipo de encuentros? ¿Correa y Sarabia están para marcar diferencias en una eliminatoria de la Champions? Las respuestas, como siempre, cuando eche la pelota a rodar.
Foto: JORGE GUERRERO/AFP/Getty Images
Carlos 21 febrero, 2018
No se porque, pero siento que al final de la eliminatoria terminará pesando que de un lado estan De Gea, Pogba y Alexis, y del otro no.