Un problema aéreo
Paco Jémez: “El equipo se ha soltado un poquito más, pero es verdad que la gente todavía no asume sus responsabilidades ofensivas. Necesitamos más, mucho más. Nos sigue faltando ese último cuarto de campo en el que tenemos que generar mucho más. Pero vuelvo a repetir: todos los equipos tienen sus recursos para marcar. El Eibar no es que haya tirado mucho más, pero con dos balones aéreos nos han ganado el partido. Ahí es donde tenemos que tener en cuenta que también tenemos que defender mejor. Claro que en ataque tenemos que hacer mucho más para que los jugadores vean las posibilidades que tenemos de ir arriba, pero eso es trabajo y las dinámicas no se cambian en un día. Pero lo que nosotros no podemos hacer es regalar un partido en dos jugadas que son muy previsibles y muy controlables”.
A la UD Las Palmas todavía le queda mucho camino por andar de la mano de Paco Jémez. Aunque se vio una mayor activación general, que sobre todo se plasmó en una mejor defensa posicional, al equipo canarios aún le falta encontrar y trabajar los automatismos sobre los que debe descansar su juego. En ataque apenas pudo encadenar secuencias de pases. Todo era demasiado rápido y muy descontrolado. No había espacio para la pausa o el control. Y en defensa, aunque se mejoró, sobre todo a la hora de frenar el ritmo armero, la defensa del área en los balones aéreos volvió a penalizar en exceso a un equipo al que, de momento, sólo hay que soplar para que se caiga. Paco Jémez tiene mucho trabajo por delante.
El valor de los laterales
Ernesto Valverde: “No me sorprende la sociedad que forman Jordi Alba y Leo Messi porque yo como entrenador rival la he sufrido mucho. Ahora lo que espero es que la sufran los demás. Ellos se entienden bien. Tenemos laterales ofensivos, porque también Sergi Roberto ha dado el pase del segundo gol, que se proyectan bien al ataque… Que se entiendan bien los jugadores es una cuestión de que se busquen, que se encuentren en los entrenamientos y luego suceda lo mismo en los partidos.”.
Jordi Alba y Sergi Roberto llevan doce asistencias en lo que va de temporada. Una cifra tan alta, tan brutalmente alta, que al ir a contrastarla con el resto de parejas de La Liga cobra aún más valor. Sumadas las del Atlético (4), Valencia (5), Real Madrid (1) y Sevilla (2) únicamente pueden alcanzar el dato de la blaugrana. La proyección en ataque de los laterales de Valverde está siendo, además, el constante elemento de sorpresa que utiliza Ernesto Valverde para girar a las defensas contrarias. Todos les esperan, sobre todo a Jordi Alba, pero al haber un asistente como Leo Messi y manejar ellos tan bien el timing nunca les logran encontrar. Las jugadas de los dos primeros goles vs Levante son paradigmáticas. Máxima precisión técnica, brillante lectura y aún mejor ejecución posterior.
Tapar al Valencia por dentro
Pablo Machín: “La idea que teníamos era jugar con dos puntas (Stuani y Portu) y tres centrocampistas, con Granell llegando a ayudar al carril. El Valencia es un equipo que mete mucho a sus extremos por dentro, así que nosotros queríamos encontrarlos ahí. […] Pero ellos nos han apretado mucho, sobre todo por fuera. Generaban superioridades por ahí. Las ocasiones no era muy claras, pero aun así hemos tratado de corregir situando ahí a Alex ayudando más, luego hemos cambiado a Pera Pons, al final hemos hecho un cuatro en el mediocampo con Portu… La lástima ha sido cómo han llegado los goles. Porque independientemente de que te generen superioridades por fuera, los goles se anotan en el área”.
El Girona de Pablo Machín rompió su esquema habitual para así adaptarse al Valencia de Marcelino García Toral. El cambio de su ya típico 5-2-2-1 por el 5-3-2 utilizado en Mestalla tenía como principal finalidad el cortocircuitar el juego interior del conjunto valencianista, que tiene en el pase vertical de Dani Parejo a Rodrigo una de sus principales vías de peligro. El planteamiento de Machín consiguió con éxito limitar estas combinaciones interiores valencianistas, pero a cambio de esto desguarnecía unos costados por los que Gayà y Guedes comenzaron a incidir con peligro. El Valencia de Marcelino no lograba desarbolar al Girona, pero sí ganó los suficientes metros y metió el suficiente ritmo como para provocar dos errores visitantes que se tradujeron en dos goles, una victoria y tres valiosos puntos.
Foto: Alex Caparros/Getty Images
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