Un estado de ánimo | Ecos del Balón

Un estado de ánimo


El fútbol es un estado de ánimo. Lo dijo Jorge Valdano, lo hemos escuchado muchas veces en no pocas tertulias y anoche quedó demostrado por enésima vez cuando Luciano Vietto agarró un balón a cuarenta metros, levantó la cabeza y decidió disparar a portería. Que entrase, en realidad, fue lo de menos. El simple y mero hecho de intentarlo tenía muchísimo valor en este caso tan particular.

Delantero sudamericano talentoso y prometedor completa un año fantástico en un equipo europeo, dejando incluso una actuación dominante en todo un Camp Nou. Equipo que aspira a todos los títulos pero no a todos los futbolistas se fija en su velocidad, en su calidad fuera del área y en su instinto goleador. No es un matrimonio perfecto, pero con mucha menos manera han ardido ciudades enteras. Y, sin embargo, lo suyo nunca estuvo cerca de funcionar.

Luciano Vietto tuvo buenos partidos en el Atlético de Madrid, pero estos nunca fueron completos. Demasiadas buenas intenciones en un equipo que siempre ha vivido de hechos. La falta de acierto de cara a puerta le privó de cualquier tipo de continuidad, y ésta dificultó cualquier tipo de resurrección. Por eso, cuando llamó Marcelino, Luciano paró su marcha a Portugal. No eran ellos, era él.

Goles de Luciano Vietto en el año 2017: 0.

Más allá de la cuestión táctica, que a día de hoy exhibe que Luciano Vietto está muy cómodo jugando de una forma (al contragolpe) y con una determinada compañía (de un nueve más fijo), estaban las circunstancias emocionales que le rodeaban. Vietto necesita el plus de confianza y seguridad que en este momento sólo puede darle un entorno conocido. Y ese entorno se llama Marcelino García Toral.

Los tres tantos de anoche ante la UD Las Palmas confirmaron la mejor de las previsiones posibles. Jugando al lado de Simone Zaza, el argentino pudo volar entre líneas con la clásica gracilidad del segundo punta. Asociándose, estirando, amenazando. Así llegó el primero. El menos bonito y a la vez más importante de la velada, porque sin éste seguramente no hubiese llegado la picadita del segundo gol ni, desde luego, se hubiera producido el disparo de cuarenta metros del tercero. Como decía Van Nistelrooy, según cuenta Gonzalo Higuaín, «los goles son como el bote de ketchup: a veces no salen por mucho que lo intentes y luego vienen todos de golpe». La analogía no es poética. Pero es tan cierta como un gol.

Goles de Luciano Vietto en 2018: 3.

La noche de ayer en Mestalla evidenció la gran importancia del optimismo en el fútbol. Al caso individual de Vietto habría que irle sumando ya el de Simone Zaza, un nueve que también llegó a Valencia agarrotado por los miedos y que, primero con lucha, después con goles y ahora con todo tipo de aciertos, se está destapando como uno de los delanteros de la competición. Pero, realmente, lo de este Valencia es más que una suma de casos individuales. Marcelino llegó, convenció, ganó y declaró el estado de excepción, que en el caso de Valencia no es de peligro, sino de euforia. Ha sido su figura, que se proyecta sobre cualquier elemento que ahora compone el club che, la que ha conseguido crear este clima en el que Dani Parejo es sólo un centrocampista maravilloso, en el que Rodrigo aspira a acudir a un Mundial con España y en el que los jóvenes talentos, caso de Soler pero también de Nacho Vidal o Nacho Gil, pueden irse desarrollando con total tranquilidad.

En el fútbol no hay nada más importante que la confianza en que las cosas van a salir bien. Marcelino instauró esta idea y a base de goles, la fuente de energía más primaria de este deporte, la está alimentando de forma continua. De que unos octavos de Copa fueran un martirio a que sean una fiesta sólo han pasado doce meses de nada. El fútbol es, sin duda, un estado de ánimo.


Comentarios (14)

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Lo siento, pero cada vez que leo o escucho el nombre de Nacho Vidal, aunque sepa que es un chaval del valencia, me sigue haciendo gracia.
Vietto es un chico de muchísimo talento pero especialmente particular. La confianza en su caso demuestra aquello con lo que cierra Miguel: "El fútbol es, sin duda, un estado de ánimo"

Y ya luego hay cosas todavía más maravillosas

Hay delanteros que sólo rinden jugando en un club a 20 kilómetros de su casa: Iago Aspas

Hay delanteros que sólo rinden jugando para un entrenador: Vietto (que siempre se habla de su paso por el Atleti pero no su paso por el Sevilla, que si bien fue sensiblemente mejor, tampoco fue ni de lejos lo que podía haber sido...

... y que en el Valencia con Marcelino, será)
Visto lo visto, si fueras Santi Mina, ¿No buscarías una salida en invierno? Está claro por quién va a apostar Marcelino como tercer hombre de ataque y otro año en el ostracismo le podría lastrar una barbaridad...
El fútbol tiene cosas que la razón no entiende, eso está claro.

También en el Sevilla empezó de una forma similar, y luego se fue apagando. Yo creo que el gol, se tiene o no se tiene, no se aprende y en ese sentido, nunca será un delantero de 20 goles en Liga. Eso sí, es un pelotero muy bueno, y en el Atleti ha jugado buenos partidos pero no completos, básicamente porque el Atleti como comentais te exige hechos, no intenciones.
Le va a venir muy bien tener un compañero como Zaza, como le hubiese venido genial jugar junto a Diego Costa "a lo Villa", pero claro, el Atleti no espera y antes o después en un equipo que opte a cosas, se te exige ser resolutivo con las que tengas y eso desgraciadamente no lo tiene el bueno de Luciano.
Es una suerte que en el Valencia no se exijan hechos, sino intenciones...

Por cómo entiendo el caso, Vietto y Rodrigo son "parecidos", y a esa dupla habría que añadirle un tercer nombre, que ha marcado mucho en esta liga pero que nunca tendrá, realmente, gol. Y pese a ello, ha conseguido que otros golearan y levantaran títulos.

No es tanto que estos jugadores solo muestren buenas intenciones como que no son delanteros con gol, por lo que necesitan vivir en un contexto en el que lo más importante sea su aportación colectiva global. Es muy difícil que Rodrigo supere con asiduidad los 20 goles por temporada, pero eso no quita que su aportación sea esencial.

El acierto de Marcelino está en desarrollar un fútbol que enmascare las carencias de gol de sus puntas: cuando rompe al rival, se busca descaradamente la goleada. Una manera muy inteligente de maquillar estadísticas.
@BorjaSarobe2311

A mí su temporada me parece positiva porque cada vez está más encaminado a ser el delantero que puede terminar siendo. Ha abandonado la banda, ha ganado un poquito de determinación, ha ganado claridad en su fútbol... No sé qué debería hacer, pero a mí siempre me ha parecido un punta de cocción lenta.

@lordcab

Pero es que Luciano Vietto no es un goleador, como no lo es Rodrigo, pero como segundo punta tiene unas cifras altísimas. De hecho, es que yo creo que el argentino tiene más para dar en este sentido. Su temporada en Villarreal no desveló ningún problema. Llega bien a zona de gol y ahí tiene mucha calidad. Lo raro es lo que le sucedió en Atlético de Madrid y Sevilla. Fue un bloqueo de manual.

@postmoe

Tú me entiendes cuando recalco la importancia de los hechos en el Atlético.

Respecto al tema de maquillar estadísticas... Es que yo lo veo más bien como una forma de generar esta inercia positiva y optimista que ahora mismo rodea Valencia. La capacidad que tiene el equipo para hacer que el segundo gol esté muy cerca y que, si se marca, el tercero esté al lado es muy importante. Lo del día del Betis fue un ejemplo perfecto. Y en esto tienen mucho que ver los jugadores. Hay hambre. Mucha hambre.
Por cierto, ojo a la segunda vuelta de Andreas Pereira. Ayer jugó con un punto de chispa interesantísimo por banda derecha. Puede subirse al carro.
@AArroyer ¡Y la de Maksimovic! Marce ya habló muy bien de él en rueda de prensa y ayer hizo un partidazo (gol aparte). Son noticias extremadamente positivas para el VCF si se consolidan, desde luego.
Con la lesión de Samper y de Bigas (sumadas a la de Macedo reciente también), sobre todo por la primera, a la UD Las Palmas se le fueron las posibilidades de construir algo capaz de lograr luchar por la salvación. Una lástima.
Como leí ayer por twitter, era cosa de "volver con Marcelino + jugar contra Jémez". Lo primero como refuerzo anímico, lo segundo como un paraíso para cualquier delantero rival.

En fin, cómo resucitar (casi literalmente, esto de resucitar) a un jugador con mala cabeza y más calidad real que la mostrada en este par de años donde sí, jugaba bien, pero lo suyo cara a puerta rozaba la tragedia. No sé si le pudo la camiseta del Atleti y después ya estaba sin confianza cuando llegó a Sevilla, o si es un tema tan personal como que necesita a Marcelino. Ambas cuestiones me hacen ser poco optimista con su futuro, pero espero por su bien que se tratase simplemente del peso de la camiseta, porque eso se soluciona encontrando un buen destino, de menor presión mediática y futbolística, donde rendir. Ojalá sea eso, y al menos haya futbolista divertido (y bueno) de los que enriquecen las ligas, como Aspas en el Celta, lo que fue Lucas en el Depor, etc.

Dicho esto, hay que amar el fútbol. Llevo dos años viéndole fallar ocasiones de gol o gol, incluso llegando a tener miedo de tirar a puerta, y ayer hace eso. Como bien apunta el artículo, lo anímico es... todo. En el Atlético no es que no se atreviera a tirar desde ahí aunque su vida dependiera de ello, es que transmitía la sensación de que, en caso de intentarlo, ni llegaría a a la portería. En fin, me alegro por el jugador, espero que se reencuentre.

Ahora bien, hay alguien en este club que ha decidido, por lo que sea, reforzar al equipo que te persigue en liga: chapó de nuevo por la inefable gestión. Es que, incluso aunque consideraran que era un caballo de Troya con disfraz de tímida promesa argentina, cederlo a la competencia es arriesgarse innecesariamente a que pase lo de ayer, sume 4 partidos con buenas sensaciones y, de repente, tengas al Vietto del Villarreal, que arreglaría varios problemas de este Valencia. En fin.
Ayer hablábamos de las posibilidades de la dupla Diego Costa-Griezmann, y me parece que varias de las conclusiones de ese debate son aplicables a Zaza-Vietto. Así como Rodrigo es un jugador distinto, el francés y el argentino comparten la naturaleza de segundos delanteros. Por supuesto que el colchonero tiene una definición de cara a puerta más precisa e incluso desmarques de ruptura más incisivos, pero en lo que a apoyos a segunda línea se refiere, y en general, a movimientos entre líneas, veo bastantes similitudes entre ambos. El caso de Costa y Zaza es aún más evidente.

Tiene muy buena pinta. A Luciano se le ve muy enchufado, con ganas de demostrar su valía. De buen seguro no aportará (nunca) cifras de pichichi, pero sin duda ayudará a mantener el buen nivel mostrado por el Valencia durante la primera vuelta.
@soprano_23

Hay que ir con calma. Yo insisto en que hay calidad de sobra.

@Calas

La verdad es que la maniobra del Atlético no parece muy académica. Dicho esto, es que es lo que dices: en el fútbol lo anímico es todo. Es que lo vemos en cada equipo. En cada temporada. Lo que le está pasando a Barcelona y Madrid este año nace de algo muy parecido, porque básicamente el año pasado era lo contrario. Y con el Atlético, es que lo vamos a poder ver ahora con la llegada de Diego Costa.

@elfutbolero

Pero a mí me parece que el Valencia necesita más a Rodrigo que a Vietto.

Sobre todo Dani Parejo y Guedes, y eso para mí significa decir el Valencia prácticamente en general.

Es más importante eso que la pizarra. Estoy convencido.
@Alejandro Fer

Y es que Marce tiene que darles minutos y confianza para que puedan aparecer activados el día que falten medios u hombres de banda. Poco a poco. A ver si llegan más refuerzos pero parece claro que Marcelino está detectando y poniéndose manos a la obra para una vez construído el sistema, activar recursos en él.
@Quintana

Te entiendo. Sencillamente se estaba repitiendo mucho y he pretendido que la propia temeridad de la afirmación (que se entiende en su contexto) quedara en eso y no pasara a mayores.

@Arroyo

Marcelino lleva machaconamente trabajando con Pereira para que sea un titular y no el suplente de Guedes. Le ha costado unos cinco o seis partidos, pero los automatismos en banda derecha están apareciendo... y son mucho más "de volante" que los de la banda izquierda. Pereira tiene mejores dotes para aguaantar la posesión y paredear, por ejemplo.

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