La tercera temporada de Zouhair Feddal en Primera está siendo la de la consolidación de un central que luce poco y suena menos, pero cuyo rendimiento es uno de los más constantes y notables del momento. Ya desde su año en Levante, un año complicado para el club granota, se percibió en la figura del marroquí una capacidad superior a la media. Su equipo quería ir hacia arriba y la defensa, en general, prefería esperar atrás, pero incluso en este contexto tan confuso Feddal estaba por encima del resto. Estaba para más.
Algo que se comprobó en un conjunto tácticamente mucho más apropiado como fue el Deportivo Alavés de Mauricio Pellegrino. En Mendizorroza, siempre atrás, siempre muy bien arropado, Zouhair Feddal demostró su talento en estas instancias. No es una cuestión de simples capacidades. Es alto, fuerte y contundente, sí, pero el central marroquí marca diferencias sobre todo desde su lectura. Protegiendo su zona, controlando los movimientos, orientando su cuerpo. Con Feddal resistir un asedio es más fácil. Y más simple. Porque además de defender muy bien su espacio y corregir los de sus compañeros, tiene una técnica de despeje sobresaliente. Una cuestión que de cara a evitar errores y abortar la segunda jugada del rival no es que sea importante, es que es imprescindible.
Zahouir Feddal: «Para mí un equipo se hace desde el vestuario, y lo que estoy viviendo es que somos una piña, que todos vamos a una. No hay ningún tipo de división entre los técnicos y los jugadores, vamos todos de la mano, algo que es muy importante para poder conseguir cosas durante el año».
Esta temporada, en el Villamarín, está mostrando un registro nuevo: el cambio de orientación. Con el balón en los pies Feddal no es ningún virtuoso. Seguramente tenga menos repertorio que Mandi. Pero su desplazamiento en largo es una de las herramientas más útiles que ha encontrado Setién a la hora de avanzar metros. «A los centrales, al portero y al medio defensivo se nos exige mucha concentración en el inicio de las jugadas, porque no podemos errar pases ahí, nos harían mucho daño. El míster nos da seguridad, nos da libertad, pero tampoco nos dice que nos suicidemos. Cuando no se puede, no se puede. Es verdad que algunos jugadores tienen más calidad que otros, así que buscamos lo mejor de cada uno. Pero si no se puede jugar, se tira arriba y ya está», explicaba en septiembre.
Todo lo ya citado, sumado a su poderío en el balón parado ofensivo y a la sobriedad con la que resuelve la mayoría de acciones por delicadas que éstas sean, le están convirtiendo ahora en una pieza capital de este Real Betis Balompié. Tanto es así que, de hecho, el bache de resultados que vivió el conjunto verdiblanco en noviembre, con la manita recibida en Ipurúa y la eliminación copera como puntos más bajos, coincidió con las semanas que Feddal estuvo fuera del equipo por una lesión. En ese tiempo, en esos partidos en los que el Betis era era incapaz de ganar ninguno duelo individual ni de sostenerse con o sin balón, se comenzó a cuestionar el modelo, las ideas y el estilo. ¿Era de verdad competitivo jugar así?
Lo era y lo es. En parte porque Setién cuenta con Zouhair Feddal. Porque aunque en su idea quizás haya hombres mucho más importantes, para que los Fabián, Guardado o Joaquín de turno puedan ponerla en práctica con seguridad se necesitan futbolistas como el central marroquí. La victoria en el Sánchez-Pizjuán fue buena muestra de ello. El dato de que el Betis gane el 48% de los puntos con él en el campo y sólo el 33% cuando está en la grada es otra prueba más de su ascendencia. Feddal es de los buenos sin necesidad de parecerlo. Y eso es justo lo que necesita este Betis.
Foto: Aitor Alcalde/Getty Images
Jota · hace 379 semanas
Feddal ha sido uno de los centrales que he visto sobre en campo que más me ha llamado la atención (sin contar los jugadores de equipos grandes). Es una maravilla ver los movimientos que hace sin balón de colocación y anticipación cuando el esférico aún está lejos de su área de influencia (esos movimientos que no se ven en la tele). Tiene jerarquía, el desplazamiento en largo con su zurda suele ser acertado y por arriba es contundente. Es central de equipo que luche por puestos europeos sin duda.
MigQuintana 101p · hace 379 semanas
Desde fuera dio la misma impresión. El estilo no le beneficiaba en nada, había una cierta incoherencia entre ese Medjani+Feddal y lo que pretendía instaurar Rubi, pero aun así fue uno de los mejores futbolistas del equipo.
ignaciomonterocotan 15p · hace 379 semanas
Y por añadir algo más también es un muy buen rematador, creo que lleva tres goles esta temporada. En definitiva, llama la atención lo completo que es este jugador.
Betico · hace 379 semanas
Lo de su cambio de orientacion es increible, el gol que le marca el Betis al Villarreal (creo) parte de un cambio de orientacion de Feddal desde su area!
Por cierto, veis sostenible la idea de jugar con Guardado tirado a la derecha y Boudebouz por delante de la linea de pivotes? A mi es una opcion que me gusta mucho ya que Guardado en el pico del area puede ser peligrosisimo y ademas tendria un socio de garantias, el cual para mi solo ha rendido en la mediapunta. En el extremo lo veo superado, es zurdo demasiado cerrado y los laterales de su banda lo detectan enseguida
MigQuintana 101p · hace 379 semanas
Es que con Feddal y Javi García el área debería estar incluso mejor defendida de lo que lo está.
Respecto a Guardado... A mí me parece un poco complicado. Me pareció algo muy coyuntural del partido en el Pizjuán. Sea como fuere, Setién va a tener opciones. Con él, Fabián, Boudebouz... Talento sobra.
emgdl 57p · hace 379 semanas
PD: La foto que habéis elegido como principal no puede ser más graciosa. Thomas parece que mira al balón con miedo y Feddal con admiración.
igmomae 58p · hace 379 semanas
tetrisj 61p · hace 379 semanas
MigQuintana 101p · hace 379 semanas
No está puesta por casualidad. :D
@ignomae
Es que está muy solo en ese sentido. Javi García es un buen apoyo como central, pero los dos laterales y Mandi suelen flaquear bastante en ese sentido. Es todo lo contrario a lo que vivía en el Alavés.