La grada. La televisión. La experiencia. El sentimiento de pertenencia. La familia. La derrota. La nostalgia. La pasión. Y así hasta un sinfín de vivencias que dan forma a la figura del aficionado al fútbol. De la mano del periodista Enrique Ballester, el equipo de ‘Ecos del Balón’ pudo acercarse al fútbol desde la óptica de esa figura que da sentido a un deporte convertido en fenómeno de masas y que aguarda multitud de historias personales que sitúan al fútbol en un lugar único.
Guion de la entrevista:
– 03:12. ¿Qué es el fútbol para Enrique Ballester?
– 14:39. El fútbol para vivir experiencias y sentimientos.
– 19:01. El valor de la grada en la identidad de un club.
– 31:12. La llegada de la televisión.
– 47.09. Balance de la conversación.
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AArroyer 101p · hace 380 semanas
kapo_tillo 66p · hace 380 semanas
- Como espectáculo el nivel técnico, táctico y físico de los jugadores/equipos es mejor que nunca.
- Tienes la posibiliad de ver todos los partidos de tu equipo, de tu liga, ligas extranjeras potentes, competiciones europeas...
- Los estadios tienden a ser más seguros y cómodos. Espacios pensados para cualquier tipo de aficionado (niños, discapacitados...)
- Se están erradicando poco a poco ideologías ultra de todo tipo asociadas a los clubes y os comportamientos violentos. Se están dando pasos (muy lentos) contra el machismo y el racismo.
Creo que se tiende a que un partido sea cada vez más una fiesta y no una batalla. Es cierto que por el camino se han perdido ciertas cosas, pero con pequeños ajustes creo que en general se avanza en la dirección correcta. Tenemos en España buenos ejemplos de como conjugar estos avances con el respeto al aficionado y sus tradiciones en clubes como el Athletic u Osasuna. Y fuera de nuestras fronteras es obligatorio el ejemplo de la Premier, y el giro de 180 grados que ha dado la Bundesliga.
Eso sí, si alguien tira en la dirección opuesta es cierta prensa (con mucha aceptación, por desgracia) que le hace más mal que bien al producto del que vive.
Ubriel · hace 380 semanas
@kapo_tillo
Yo no estoy de acuerdo. Algo se está haciendo mal cuando las aficiones son cada vez más pasivas. Es fundamental recuperar a la afición que no es mero espectador sino que forma parte del juego, que empuja... El jugador número 12. Y te lo dice un pamplonica, ya que citas a Osasuna. En mis primeros años de socio el Sadar era un auténtico espectáculo. Hoy es un campo de espetadores burgueses y acomodado que simplemente miran y que no animan lo más mínimo. A excepción de indar gorri, claro.
MigQuintana 101p · hace 380 semanas
Es que creo que hay que separar el espectador del aficionado.
El cliente, como lo denomina Enrique, cada vez tiene un producto mejor. Yo creo que de eso no hay duda. Sin embargo, el aficionado, que puede ser tanto del Madrid/Barça como del Ferrol/Merida en este caso, me da que no. Está menos involucrado, tiene menos impacto, se le escucha menos... Importa menos.
Asier · hace 380 semanas
Full Norbert · hace 380 semanas
Mike · hace 380 semanas
Además me da la sensación de que buscando un producto mejor, se está "estandarizando" el mismo. Es decir, los campos de fútbol nuevos se parecen cada vez más entre sí(el nuevo San Mamés, el Wnada o el Emirates son prácticamente iguales), la hierba está igual en todos los campos, la misma publicidad pintada del mismo color... En mi opinión se pierde la singularidad de cada club, estadio o incluso ciudad.
MigQuintana 101p · hace 380 semanas
Bajar el micrófono siempre funciona. :D
@Mike
Totalmente de acuerdo. Esa estandarización le ha quitado riqueza y romanticismo al fútbol.
Supongo que luchar contra ella es imposible. Es un trabajo de los clubes y de cada afición. Pero... es una pena.
Mike · hace 380 semanas
Yo también creo que es una pena. Yo echo en falta hasta los detalles más pequeños; por ejemplo hace años primero saltaba al campo el equipo visitante (y lo hacían corriendo) y luego el local. De esa manera el público pitaba al rival y ovacionaba a su equipo y se metían en faena antes de empezar el partido. Ahora salen andando, todos juntos, inluido el árbitro, se dan la mano, se desean suerte... No sé. tal vez sea mejor así, pero le resta emoción.
Culé de Chamberí · hace 380 semanas
yo sigo mucho, bueno lo que puedo a Enrique Ballester, y me siento muy identificado con muchas de las experiencias que relata en su columna de Levante-EMV, aunque tenga que leerlas de manera casi clandestina con sus capturas de pantalla en Twitter.
Como buen proscrastinador que soy, llevo ya tiempo encontrando excusas para no hacerme con "Infrafútbol", su libro, pero ya se me estaban agotando, y esta charla en Cáprica, que encima es la 13, toda una señal para un supersticioso como el que escribe, ha acabado por dejarme sin ellas, así que acabo de pedírselo a los amigos de la Revista Panenka, otros de mis referentes futbolísticos.
Muchas gracias Ecos por invitar a Enrique a una charla tan deliciosa, que pese a las expectativas previas que me hacían temer por la típica decepción del que demasiado espera, me ha parecido una magnífica conversación de amigos, ilustrados, pero amigos, reunidos alrededor de un café (como os gusta a vosotros en Ecos) o unas cervezas (más de la cuerda de Enrique o de la mía) y dejando algunas perlas bastante memorables.
Solamente la veo un problema: a ver cómo superáis este Cáprica en el número de Johan ;-)
Mike C. · hace 380 semanas
Pedazo de charla la que habéis tenido con Enrique. Soy muy fan de este hombre, y me lo he pasado en grande.
Tres apuntes y una reflexión en forma de pregunta:
1) A lo que comentabais sobre la llegada de la televisión al fútbol creo que hay que añadirle el peso que tuvieron las tragedias de Heysel y Hillsborough a la hora del cambio del paradigma del aficionado. Primero se intentó que el fútbol pudiese ser un lugar al que acudir con la familia, crear un entorno menos hostil donde poder pasar una tarde tranquilamente disfrutando de tu equipo, y ya después, con la llegada de las televisiones, convertir al hincha en cliente, como bien apuntábais. El cambio que supuso la llegada masiva de la televisión (y de quién iba a beneficiarse de ello) lo explican muy bien Miguel Lourenço Pereira y Joao Nuno Coelho en "Noches europeas", con el rediseño del formato de la Copa de Europa y su transformación en la Champions League, desde su formato original y las sucesivas evoluciones al torneo actual.
2) No puedo hablar por otros, pero suscribo lo del fútbol como unas vacaciones de uno mismo. Hace un par de años tuve una depresión y una de las mejores maneras que tenía de olvidarme de todo era ver un partido: desintonizaba de mis miserias durante hora y media, centraba la atención en la pantalla (nunca he sido muy de ir a estadios) y dejaba un canal abierto para comentar la jugada con mi hermano. Y esa hora y media de alivio era un bálsamo en un páramo existencial del que me costó una eternidad salir.
3) Al hilo de lo anterior, sobre la cuestión de que el fútbol no debe ser cuestión de vida y muerte: me acuerdo bien de cuando el Madrid ganó la Champions de 2016, y sabiendo que yo no era madridista, Edu del Mala Vida (camarero, amigo y consejero espiritual y musical) me preguntaba si estaba fastidiado por el resultado. Yo le dije que sí, pero que con toda la mierda que había vivido esos meses la victoria del Madrid era la menor de mis preocupaciones. El fútbol nos da muchas cosas buenas,otras malas, pero no creo que tenga que ser razón para llevarlo hasta ciertos extremos.
4) ¿Creéis que Pink Floyd preconizaron el fútbol moderno en el 73 cuando cantaban en "Money" aquello de "Think I'll buy me a football team" (Creo que me compraré un equipo de fútbol)?
https://www.youtube.com/watch?v=JkhX5W7JoWI
tetrisj 61p · hace 380 semanas
DeSqueran · hace 379 semanas
Pero el producto está muy descuidado; al menos, en España. Horarios absurdos y semi-improvisados, estadios todavía anticuados, realizaciones televisivas irritantes, y, en general, una prensa deportiva de masas que ofende la inteligencia y la dignidad de su público.
A mí, me gustaban los partidos de campo embarrado, lluvia torrencial con viento, y un árbitro de los que casi nunca pitan falta (al estilo de Mateu Lahoz antes de que, emm, viera la luz); pero está claro que ése es el pasado del fútbol. Un pasado que nunca conviene idealizar.