La técnica de Munir El Haddadi | Ecos del Balón

La técnica de Munir El Haddadi


Munir El Haddadi emergió en la escena internacional prometiendo que podía convertirse en un jugador de élite. Su instinto para aparecer allá donde estaba la ocasión y la precisión que mostraba su pierna izquierda tanto en el control como en el toque parecían condiciones suficientes para llamar la atención de aquella manera. Pero quizá era muy pronto para él. Le faltaban muchas cosas. Física y psicológicamente. Y de esa guisa, Primera División le castigó con su indiferencia. Hasta que en el último verano, llegó a Mendizorroza.

Munir no ha mejorado físicamente, pero sí, y mucho, técnicamente.

Desde el día 1 al servicio del Deportivo Alavés, Munir se destacó como un delantero más maduro de lo que había demostrado hasta entonces. Se notaba en el incremento de participación en el juego -pese a jugar en el equipo con menos posesión de su trayectoria, tocaba la pelota más que nunca- y, sobre todo, en cómo había pulido su técnica para ocultar a partir de la misma sus más graves deficiencias de base, que emanaban, principalmente, de su cuerpo de niño. Con certeza, habrá trabajado para fortalecerlo, pero su verdadero factor de progreso ha derivado de cómo ha aprendido a usarlo. Quitarle la pelota a Munir, en este momento, no es nada fácil.

Poder proteger la pelota de la presión rival ha catapultado su nivel.

Desde esa capacidad de Munir para aguantar el balón y maniobrar para orientar su zurda hacia donde le conviene, el hispano-marroquí se ha convertido en un hombre importante y de enorme eficacia en las transiciones defensa-ataque de los vitorianos. Lo hizo como delantero centro en el sistema de De Biasi y apunta a hacerlo como segunda punta en el esquema de Abelardo. Con el nuevo técnico en el banquillo, su lado más pisado ha pasado de ser el izquierdo a ser el derecho; donde recibe un buen primer pase de pies, preferiblemente, de Ibai, que repliega en defensa y sabe enlazar el contragolpe. A partir de ahí, supo impulsar a Burgui/Pedraza en las primeras jornadas y ahora amenaza con formar una pareja bastante complementaria con John Guidetti, un ariete de mentalidad vertical que va a trabajar para delante de él para proveerle de espacios que favorezcan y potencien más sus estimulantes condiciones creativas.

Munir tiene el fútbol en la cabeza pero quizá no el físico ideal para explotarlo. La técnica debe ser, y está siendo, su tabla de salvación.

 
 

Foto: Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images


2 comentarios

  • MigQuintana 21 enero, 2018

    "Munir tiene el fútbol en la cabeza pero quizá no el físico ideal para explotarlo. La técnica debe ser, y está siendo, su tabla de salvación".

    Éste siempre ha sido el dilema de su fútbol. O el escollo, mejor dicho. Porque además lo mejor de su técnica y de su lectura llegaba con espacios por delante, sólo que luego no podía aprovecharlos. Ahora sí. Su gran explosión esta temporada es precisamente por esto. En solitario, con muchos espacios y muy poca ayuda, se las está ingeniando para ser siempre peligroso con sus movimientos y toques.

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  • Coronel 21 enero, 2018

    Si, este chico esta creciendo… Muy de acuerdo con lo que describe Abel…

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