La Liga vivirá en la noche de hoy un encuentro que podría significar muchas cosas en uno u otro sentido. Por encima de todo se podrá sentir lo que parece haber encontrado el Valencia de la mano de Marcelino, la recuperación de un estatus que Mestalla había borrado de su memoria, circunstancia que quiere confirmar ante un a Barça que llega sin Piqué pero con rendimientos individuales de un nivel acorde a la exigencia que el sistema valencianista tratará de imponer para recibir a los hombres de Ernesto Valverde. Una de las claves más interesantes será comprobar dónde colocará Marcelino su línea defensiva y con qué intensidad e intención presionará para permitirse un partido de equilibrio defensivo y producción ofensiva.
Las bajas de Jeison Murillo y Gerard Piqué condicionan muchas de las variantes tácticas y decisiones de pizarra que ambos entrenadores tendrán en mente en la previa de esta noche. La primea incide en cómo y dónde recuperará el Valencia la pelota. El central colombiano viene destacándose como el central más en forma del equipo en base a poder acompañar a su equipo hacia una recuperación alta y un repliegue de líneas juntas y punto de inicio no especialmente bajo. a Murillo marca la altura y el espacio que queda entre él y Parejo y entre él y Neto. Su concurso podría haber sido una invitación a un duelo que puede, como ocurrió en Leganés, un duelo entre zagueros y puntas, dos contra dos, frente a Suárez y Alcácer. Es probable que Marcelino tenga en mente fases de intensidad… en el repliegue, y no tanto en la presión.
Busquets está especialmente inspirado en acciones técnicas
La respuesta de Valverde estará en su salida de balón y su transición defensiva. Las posibilidades competitivas del Valencia pasan por controlar, desde lo emocional, las decisiones colectivas que vaya adoptando. En la gestión de la presión alta, la elección más ambiciosa y anímica en un partido de tal magnitud, tendrá mucha incidencia en la recepción de Busquets y si los locales podrán saltar al central o diestro o al izquierdo. Samuel Umtiti, esta vez sin Piqué, está siendo un auténtico mediocentro desde el central: atrás corrige, contemporiza y estabiliza; con balón encuentra socios, sus pases cruzan la divisoria y su equipo se asienta arriba. No obstante, el hombre clave será Busquets, en un momento realmente dulce en el toque y la construcción del juego.
Quique Flores, enlazando con otra circunstancia fundamental, explicó la semana pasada cómo su equipo buscó ser intenso en el medio, ralentizar la salida che, para hundir la posición media de Dani Parejo, a el hombre más importante del Valencia en los momentos de balón o transición ofensiva, junto a Rodrigo. Sin Piqué, la transición defensiva culé quizás dependa de un Messi más participativo para organizar mejor las piezas tras la pérdida. Ahí entra en juego de Simone Zaza y Gonçalo Guedes. La ausencia del ‘3’ blaugrana en ese sector, podría obligar a Valverde a focalizar su ataque, aún más, por la izquierda. Zaza en el juego directo sobre el central diestro y Guedes entre líneas, amenazas principales.
Zaza en juego directo, sin Piqué, factor importante
Por eso, con a Semedo corrigiendo y Umtiti ajustando, aunque suene a situaciones límite, puede compensar controlar a Guedes desde la velocidad del portugués antes que en situaciones más pausadas, donde la espalda de Busquets y la conexión Rodrigo Guedes pueda resultar demoledora en la noche que puede colocar al Barça en situación sumamente privilegiada o al Valencia en una situación que viene soñando.
Foto: OUISA GOULIAMAKI/AFP/Getty Images
Abel Rojas 26 noviembre, 2017
Qué preciosidad de partidos sobre el papel. Y con aroma de final aunque ninguno de los dos equipos tenga nada que perder. El tema es que tienen tanto que ganar, que existe ese sentimiento de día importantísimo. Creo que precisamente por ese contexto emocional, el Barça va a tener ventaja. La experiencia es un grado y hoy jugadores como Busquets, Iniesta, Messi o Suárez parten con un conocimiento de lo que va a ocurrir y de lo que puede ocurrir que los jóvenes del Valencia no tienen. Pero si los chés superan esa barrera y hacen su fútbol… pueden hacer muchísimo daño. Todas sus herramientas ofensivas, todas, son potencialmente letales contra el Barça.