La Serie A italiana atraviesa un momento muy competitivo. Sin poder aún pujar por los mejores jugadores del mundo, su día a día ha recuperado intensidad, color y variedad en muchos de sus mejores equipos. En la noche de ayer, en el imponente San Paolo, Nápoles e Inter de Milan empataron a cero realizando un encuentro muy completo; serio, rítmico, alternativo en el dominio, con recursos para desequilibrar y ajustar. En tiempos donde la ausencia de goles en el Calcio carece de un significado menos peyorativo, Sarri y Spalletti comandan dos proyectos de verdad que se expresaron con fidelidad ante un rival directo por los objetivos.
El sistema del Nápoles, referencia continental por su brillantez y singularidad, conlleva un reconocimiento del rival con respecto a pasar muchas jugadas defendiendo el área y sus inmediaciones. Quizás no es tanto pasar mucho tiempo defendiendo tu propio campo, sino reaccionar al vértigo y los primeros toques que ponen al Nápoles ganando línea de fondo y cediendo atrás para la llegada de uno de los suyos. Todo sucede muy rápido, muy automático. Llegan en pocos toques y recuperan al instante. Hasta la propia Juventus ha tenido que tirar de su mejor nivel defensivo para salir a flote. Y el Inter cumplió con nota.
Candreva dañó a la espalda de Hamsik y Ghoulam
El ejercicio defensivo de los lombardos estuvo a la altura. Los hombres de Spalletti trabajaron muy bien la frontal y el lado débil del ataque. Cierto es que les costó poder atar en corto el lado fuerte, donde Insigne, Hamsik y Ghoulam dejaron combinaciones, a varias alturas -saliendo de presión alta, desbordando en los costados-, clásicas, precisas y brillantes. Una vez el Nápoles salía y generaba la ventaja, el Inter ajustaba. Y desde su fortaleza para taponar acciones posteriores a los regates y combinaciones napolitanas, comenzó a igualar la contienda.
La concentración de Skriniar y Miranda para cerrar el área pequeña, y las ayudas de Gagliardini y Vecino para cerrar la grande permitieron a los nerazzurri mantenerse dentro del partido y corresponder y contestar con transiciones a través de Candreva. Además, el rendimiento de su fase defensiva, teniendo en cuenta que enfrente tenía al equipo más veloz y ágil con la pelota, fue más que estimable. En ataque, más simple y desde el despeje, Spalletti encontró hueco para dividir momentáneamente la posesión y mostrar determinadas armas que en Serie A dañan a cualquier equipo. Luciano, avispado en castigar espacios, juntó a Valero, mediapunta, sobre el interior diestro cuando recuperaba para poder lanzar a Candreva, a la espalda de Hamsik y Ghoulam, una medida efectiva que terminó quedándose huérfana ante el escaso partido de Perisic por la banda contraria. No encontraron el gol ninguno de los dos, pero fue un empate sin goles de los que realzan el nivel, un empate alejado de la espesura.
Foto: Francesco Pecoraro/Getty Images
pedroseriea0822 22 octubre, 2017
Al final cada uno entrego lo maximo en este partido y por ello aunque acabara sin goles fue un partido vistoso.Algo mas cerca de la Victoria estuvo el Napoli pero la actuacion de Skriniar sobre Mertens fue extraordinaria y superado el central estuvo Handanovic que es ese Arquero que te acerca a la victoria precisamente porque te aleja de la derrota.