El arranque de temporada en el Atlético de Madrid parece estar significando un nuevo punto de partida para jugadores que entraban y salían sin tener un impacto de verdad real en la estructura del equipo. Todos tenían un papel, más o menos válido y viable entrando desde el banquillo, caso de Lucas, Thomas o Correa, pero no con la intención y confianza de la que están gozando ahora mismo. Fruto de unas circunstancias muy particualres a nivel de mercado, Simeone ha tenido que focalizar atenciones y otorgar relevancia a jugadores que no estaban en disposición de reclamar una posición dentro de la pirámide. Ahora sí.
Correa está evolucionando como segunda punta
Uno de ellos es Ángel Correa, un delantero de características y movimientos muy determinados que está creciendo en un ecosistema que de por sí le orientaba para solventar situaciones puntuales, minutos reducidos y contextos de necesidad, siendo muy representativo su valor ante defensas cerradas con desventaja en el marcador, entrando en un costado para, desde la mediapunta y con un regate, sacudir el partido. En su debe, una discontinuidad en las acciones y la particularidad de sus gestos técnicos en la descarga o el pase, haciéndole difícil la tarea de asociarse con un compañero, completando más errores de la cuenta, le imposibilitaban reclamar un sitio preponderante en la idea del Cholo. Esta campaña las cosas están siendo diferentes. Correa está afianzando su fútbol.
En este sentido, entendiendo que Griezmann es el armador del ataque, el segundo jugador más ofensivo y preparado es el argentino. Debe recordarse, pues fueron más de lo que pudiera parecer, que Ángel fue en muchas de sus titularidades hombre de banda en la temporada pasada. Coincidiendo con la explosión del francés a nivel de participación, Correa, desde un costado, comprometía la libertad del ‘7’, pues su diagonal le definía más como punta que como extremo; sus movimientos siempre eran interiores. Junto a Carrasco, el sistema quedaba más estrecho de lo deseado. Ahora, ganando peso en la zona central, la de mayor tráfico y menor espacio para recibir, Simeone podría responder a la pregunta. ¿Cómo encajarían argentino y francés?
Simeone podría invertir en la dupla con el francés
El Atlético está iniciando la segunda temporada en la que su fútbol mira siempre a la zona del que es su mejor jugador -Antoine-; así se ha construido cuando la inspiración ha acompañado a sus mejores hombres -Griezmann, Koke, Filipe-. Esa es también la zona por la que mejor se traslada Correa, un delantero con un giro indefendible, que merodea entre la frontal y los picos del área, que no se abre ni espera por fuera. Además, Thomas Partey, importante ante Las Palmas y AS Roma, se caracteriza por nutrir y batir líneas por dentro, sea con un pase o una conducción. Entre nombres y automatismos, el carril central es el protagonista.
Eso podría llevar a Simeone a pensarse cómo encajar el crecimiento del sudamericano con la naturaleza móvil y libre del crack francés. A los dos les gusta más recibir al pie para desequilibrar, vienen mucho en apoyo y caen a las bandas para crear triángulos y paredes. Como sociedad existen dudas de su potencial entendimiento pero el Atlético puede estar construyendo un nuevo camino en el que el talento de Correa tenga, seriamente, una importancia que no pueda dejarse pasar.
Foto: JORGE GUERRERO/AFP/Getty Images
Andrés 16 septiembre, 2017
Filipe Luis-Koke-Griezmann… Llevando la contraria al cholismo, cuantos equipos en Europa tienen una columna vertebral superior a esa para dominar a partir del balón? 2 o 3?