Existen dos formas de utilizar el mejor futbolista de un equipo: una consiste en confeccionar el sistema de tal modo que potencie sus virtudes individuales; la otra, enfocar esos dones personales suyos en pos de compensar las carencias del colectivo. La lírica resalta que lo primera renta más que lo segundo, pero aquí vale todo y una prueba reciente la tenemos en la relación entre Luis Enrique y Messi, que se saldó con seis títulos de los grandes. Así que igual esto que Simeone quizá se esté planteando con Griezmann sí vaya a ir bien.
El Atlético de Madrid tiene un profundo problema goleador. Hasta que Gameiro se ponga a punto, sus delanteros (Vietto, Torres, Correa) sufren muchísimos problemas para materializar ocasiones e incluso casi que también para gozar de ellas, y aunque los hombres de la segunda línea sí compiten en temas anotadores (entre Koke, Saúl y Carrasco pueden acercarse a los 20 tantos por curso), no resulta suficiente para aguantar el tirón en una Liga que la pegada del antes citado Messi pone en más de 90 puntos cada temporada. Quizá por eso, el Cholo está destinando a su jugador franquicia a ser quien transforme el peligro en dianas. Para muestra, el partido contra el Málaga CF que sirvió como puesta de largo del Wanda Metropolitano: Griezmann hizo el gol del triunfo, pero sólo Oblak tocó la pelota menos que él (30 a 28). Pese a que él sí completó los 90 minutos, Thomas en 45, Carrasco en los propios o Correa en 65 superaron su participación. El contraste no puede ser más bestial comparándolo con la versión del francés vista hace ahora un año.
Las irrupciones de Thomas y Correa garantizan juego y desborde.
Aunque duele desligar a Griezmann de la creación o la gestión, la decisión estaría justificada por el enorme número de generadores de juego del que disfruta el Cholo. Al motor del colectivo que significa Koke y la lanza irregular pero siempre amenazante que simboliza Carrasco, para la 2017/18 no parece imprudente afirmar que se han unido Thomas y Correa, que desde distintas alturas, agitan el juego y generan ventajas.
Nunca aparentó más coherencia dedicar el talento de Griezmann a la mera terminación. Apenas habría un argumento para considerarlo un fallo seguro y sólo el propio as podría despejar la x: ¿Le motiva?
Foto: OSCAR DEL POZO/AFP/Getty Images
JackBonaventura 17 septiembre, 2017
El sistema no le favorece nada a Griezmann y está sufriendo. Independientemente de eso, creo que él no está jugando bien.
Yo soy de los que considera que los futbolistas están por encima de los sistemas. Los grandes futbolistas los acaban rompiendo y se desligan (por entregados que sean tácticamente, como en el caso del francés) de ellos. Y si un futbolista tan completo y fino como Griezmann está tan acartonado es, en buena parte, porque él no está jugando bien. Y eso creo que no tiene nada que ver con el sistema del Cholo.
Porque, además, tampoco creo que el sistema del Cholo esté creándose en función de que Griezmann aporte finalización élite a un equipo que carece de ella. Sencillamente pienso que salvo que Gameiro se recupere y vuelva fino, está obligadísimo a poner a Ángel Correa. Y trabajar para que la mezcla con Griezmann acabe funcionando porque son sus dos mejores atacantes.
Y ligado a ello, creo que Correa, que sí que está jugando bien y lleno de confianza, interpreta mejor el nuevo sistema de Simeone porque, por así decirlo, lo interpreta menos. Cuando Griezmann recupere su nivel, eso es lo que hará, pienso. No lo interpretará a rajatabla porque él es un futbolista muy superior a eso.
También, por otro lado, creo que Gabi (que tácticamente estuvo bien, incluso en sus pases a la carrera de Juanfran pero al que el físico no le está aguantando) no le hace bien a una doble punta Correa-Griezmann. Necesita demasiados toques y sus pases de confianza son los de seguridad: nunca batirá una línea. Eso obliga a Koke a retrasarse demasiado y a Saúl a tener cuidado con cargar el área porque a la contra al gran capitán le cuesta. Thomas es un futbolista mucho más endeble pero quizá su única presencia junto a Koke y Saúl de mejores resultados.
Otra alternativa, eso sí, es que si Carrasco sigue sin descifrarse a sí mismo… des entrada a Gameiro / Vietto / Torres para que ellos fijen a la defensa, y liberes por detrás a Griezmann (2º punta) y a Correa (Mediapunta)
En resumen: que Griezmann y Correa están condenados a entenderse. Y a ser posible, los dos a buen nivel. Todavía no se cómo pero a mí no me paga el Atlético de Madrid un merecido dineral por descubrir ese secreto.
PD: Lucas Hernández es extraordinario. Extraordinario. Lleva 50 partidos con el club y sólo le recuerdo uno malo: jugando como lateral diestro frente a Marco Asensio e Isco Alarcón.