
El Borussia de Dortmund que esta temporada dirige el holandés Peter Bosz, encajó el pasado fin de semana ante el Mönchengladbach, su primer gol en contra de lo que va de Bundesliga. Líder imbatido y con tres puntos de margen respecto al favorito, el arranque de los anfitriones del Signal Iduna Park ha venido marcado por esta aparente y estadísticamente irrebatible seguridad atrás. Sin embargo, es un rango que ha tenido más que ver con aquello que realiza el conjunto germano cuando tiene el balón, que con su respuesta cuando quien la administra es el equipo contrario. No en vano, su estreno en esta edición de la Champions League lo vivió mostrando unas constantes y un atuendo muy distintos a los que luce día a día en el campeonato doméstico. Débil ante los de Pochettino y frágil enfrentando las acometidas del ataque spur, poco vínculo pudo adivinarse entre el Borussia derrotado en Wembley y aquel que en en su liga firma números de récord protegiendo la red de su portería. Y es que el Dortmund de Peter Bosz tiene dos versiones, y aunque el proyecto todavía es tierno y la temporada justo amanece, ya nos las ha mostrado.
La más habitual, la que por regla general se ha impuesto en Alemania, es la que de una forma más clara se vincula con el origen de su nuevo entrenador. Después de que Jürgen Klopp y Thomas Tuchel -cada uno a su manera y en su proporción- abrazaran un grado considerable de vértigo, los primeros pasos de Bosz tienen mucho que ver con el control. O más que con el control, con la prudencia. Organizado a partir del 1-4-3-3 y situado sobre el campo según el orden posicional que a éste cabe presuponerle, si algo llama la atención en los primeros pasos de este Borussia Dortmund es el cuidado casi obsesivo por no perder el balón en el carril central si no es cerca del área contraria. Al cuadro borusser no le importa eternizar el tuya mía entre centrales o entre central y el lateral más próximo, si con ello evita un riesgo en la progresión que lo exponga ante las fauces enemigas. Su salida es, pues, marcadamente exterior, con los laterales como primeros apoyos abiertos desde una altura más retrasada de la que les servía como punto de partida la temporada anterior, y con los extremos igualmente próximos a la cal en un inicio.
El primer objetivos de Bosz es no perder el balón en el centro. El segundo, hacerlo llegar al pico del área.
Su idea es salir por fuera, que el pase vertical nazca en los pies de los laterales, y que ya sea el extremo o el interior quien lo reciba, el destino del envío se localice en una zona donde el error no sea letal. En contraste con el Dortmund de hace unos meses, esta tendencia a la expansión y a mandar más efectivos hacia los carriles, reduce las conexiones verticales interiores, por bien que tanto Dahoud como Kagawa, Castro o Götze esperan el pase más cerca del mediocentro rival que del propio. A Weigl -o Sahin- quien los arropa son los centrales, primera piedra de una salida prudente del Dortmund que no por ello impide que Sokratis, Topak o Marc Bartra fijen posiciones muy lejos de Bürki. O mejor dicho, de su portería, pues el guardameta participa como permanente apoyo habilitado por detrás de los centrales, y si éstos van arriba él también hace lo propio. En los pies del central, el balón debe tener una salida segura, y con el mediocentro por delante, el portero por detrás y los laterales a los lados, Bosz le proporciona hasta cuatro.
Si el objetivo del Dortmund en términos de seguridad es el de evitar perder el balón abajo y por dentro, a nivel posicional su meta es el pico del área. El avance prudente tiene como destino ideal las botas de los extremos en situación de uno contra uno frente a su par. Es donde Bosz se permite jugarse la moneda del desequilibrio, encarnada en Christian Pulisic, Andrey Yarmolenko o Maximilian Philipp, ya que el avance seguro y posicionalmente controlado le habrá permitido llegar a él con el equipo junto y en disposición de pelear el resultado de un hipotético robo. Y es que la mejor defensa del Dortmund es aquella que se ejecuta lejos de su portería, de los delanteros rivales y de unos zagueros que en la disputa individual a menudo dejan la puerta abierta a la sorpresa desagradable. Así pues, tanto la acción de ataque como la de defensa se desencadenan en las botas de sus delanteros de banda, a quienes abastece bien desde la combinación corta en el costado o bien desde el cambio de orientación del mediocentro ejerciendo como punto de unión entre ambas orillas del campo.
Contra presiones, el Dortmund cambia. Pasa de juntarse desde la paciencia a separarse jugando en largo.
La versión del Borussia hasta ahora descrita se da, principalmente, en escenarios en los que su salida de balón no es presionada. En aquellos en que el primer escalón de su jugada puede tomarse tiempo y llenar de pases los segundos sin que el rival los apremie. La cara B llega cuando el adversario presenta una primera línea agresiva que le incomoda el inicio y precipita la acción. En ella vuelve a comparecer, como una ley grabada en piedra, el alejamiento de la posibilidad de perder el balón en una zona comprometida. Para ello, como la situación ya no le permite un diálogo circular a través del cual terminar llevando el balón al costado para comenzar la ascensión, es sorprendentemente habitual ver al Dortmund insistiendo en el pase largo. Dirigido hacia posiciones de banda o hacia el espacio que se le presenta ante sí a la fugaz zancada de Pierre Emerick Aubameyang, se trata de una vía secundaria que si bien cumple con el cometido de mantenerse a salvo del error temprano y de situar lejos de la zaga el comienzo de la acción defensiva, le obliga a sacrificar el control.
Veloz alcanzando la última línea, este tipo de recurso, convertido en discurso cuando el oponente sostiene la presión adelantada, impide que los de Bosz lleguen arriba con las líneas juntas y posicionalmente en ventaja para lanzarse a la recuperación. Es una ofensiva que se salta peldaños, y que si bien en ataque puede aprovechar los espacios con la rapidez de sus puntas y la técnica de sus lanzadores, le priva del control sobre el que se sustenta la respuesta defensiva que ha avalado durante el arranque de curso en la Bundesliga. Condenado a correr hacia atrás y a no poder contemporizar la ofensiva rival, la exposición y exigencia a la que se ven sometidas sus piezas de retaguardia plantea dudas sobre la respuesta que puedan dar ante amenazas del más alto nivel. Es por ello que el Dortmund necesita abrigarlas desde el juego y el sistema, pero con su cara B todavía no ha encontrado la manera de hacerlo. El regreso del Julian Weigl sumará argumentos para encontrarle salidas a un acoso feroz. Queda por ver si serán suficiente.
Foto: SASCHA SCHUERMANN/AFP/Getty Images
Pepe · hace 395 semanas
Si hay alguien que puede parar a campo abierto a Aubameyang es Raphael Varane y Nacho tambien tiene una punta de velocidad muy interesante pero creo que contra mas arropados esten hoy tanto Ramos como especialmente Carvajal mejor,y tampoco es que el RM se caracterice por una presion demasiado coral cuando lo hace.
Eran el BVB de Tuchel pero el año pasado hizo 59% de posesion en el Signal Iduna Park y 52% en el Bernabeu.
No creo que vaya a jugar pero yo creo que seria un partido bastante ideal para Asensio junto a Bale y Cristiano(mas que para Isco) aunque a Asensio le falta mucho trabajo defensivo que Carvajal/Nacho van a necesitar.
Alex_knd · hace 395 semanas
Abel Rojas 130p · hace 395 semanas
La verdad es que de aquel "mítico" partido de Casemiro yo no guardo un gran recuerdo. Por supuesto fue importante porque tuvo una presencia brutal, se dejó sentir, sumó mucho. Pero... el desorden personificado fue aquel día.
Marcos · hace 395 semanas
José Luis · hace 395 semanas
- Por lo poco que he visto al Dortmund de Bosz, parece el Ancelotti 2.0 del Borussia.
- Estoy deseando ver al Philippe ese. Ni idea de "lo" que es, pero si marca 2 goles y da una asistencia en su último partido, es que no es un cualquiera.
- Tema Casemiro. No fue tanto lo que hizo en aquél partido, sino a quién sustituyó: Illarramendi. Fijémonos si fue tan poco lo que hizo, que no volvió a jugar en el Madrid hasta dos años después.
AArroyer 101p · hace 395 semanas
fcolmenero_94 70p · hace 395 semanas
De todos modos, a Casemiro le vino de lujo la salida a Portugal porque le dio minutos, experiencia en la élite y sobretodo confianza.
felipbrasi · hace 395 semanas
Por lo demás, pase lo que pase esta semana soy un hombre feliz con el fútbol. Xabi Alonso acaba de anunciar que será entrenador, era un hecho cantado que había que confirmarlo solamente, pero llevo queriendo verlo en el banquillo desde que dejó el Bernabeu jeje. Cada vez más cerca ese duelo Xabi vs Xavi...
jcperez · hace 395 semanas
El juego de posición del BVB muchas veces hace que su línea defensiva juegue muy arriba, y sus defensas sufren bastante a campo abierto. Dada esa coyuntura, Kane y cia se los comieron a punta de presión y transiciones.
Como menciona Pepe en el primer comentario, el partido está como para tener a Ramos, Kroos, y Modric lanzando y Asensio, Bale y Ronaldo atacando la espalda de los zagueros.
Fausto · hace 395 semanas
Adrian Cervera · hace 395 semanas
Hoy es el día del rombo con Isco como referente en transición.
Además invitaría al rival a salir por fuera, como hizo Pochettino y su 532 aquel día y evitarles girar dentro. Sobre todo si salen por izquierda donde Toljan a pierna cambiada puede ser un filón tanto con balón como atacando su espalda.
@Juanan · hace 395 semanas
Muy de acuerdo. Al Dortmund le falta calidad a nivel grupal para defender pero sobre todo calidad individual. Las piezas de atrás: Sokratis, Zagadou, Toprak....No tienen capacidad, velocidad ni calidad suficiente para corregir pérdidas que ellos mismos o cualquier rival con cierta calidad pueda ocasionar.
Y ya sin ser sometido a presión no sé yo si el Dortmund será capaz de hacer circular el balón a la velocidad necesaria para desordenar a un Madrid serio (hoy lo espero as). Quizás en un estado más avanzado del proyecto Bosz podría intentarlo pero...No se. Como bien dice Albert el Dortmund ha tenido fases en que su juego ha sido muy espeso y lento. Además se hace previsible, no muy difícil de anular. Con Weigl mejorará pero...
Como seguidor amarillo espero que estén a buen nivel y, por supuesto, como madridista espero una mejora.
Ojalá sea un buen partido por buen nivel de ambos.
AArroyer 101p · hace 395 semanas
Lo que históricamente dañó al Madrid ante el BVB, incluso ante el de Tuchel, era cuando el ritmo ofensivo del rival era alto y creaba inseguridad en su salida. Este BVB de Bosz, aparte de no tener calidad defensiva para ajustar sus errores, juega a un ritmo bastante más pausado y creo que el Madrid ahí tiene las de ganar porque sus centrocampistas marcan la diferencia en ritmo y continuidad. Por eso me cuesta imaginar un contexto de partido donde los borusser destaquen. Interesante ver qué plantea su entrenador hoy.
Además, como dice @Juanan, tengo la sensación de que el BVB no tiene una posesión inabordable, que te supera con su agresividad o con su sorpresa. No sé, veo bastante favorito al Madrid desde cualquier aspecto.
Adrian Cervera · hace 395 semanas
Bueno, sin querer ser reduccionista, y a parte del ritmo que comentas, al Madrid lo que castigaba por encima de todas las cosas era Robert Lewandosky. Era un martirio para Pepe y Ramos, de hecho por aquella época delanteros poderosos les generaron muchas incertidumbre.
Cachocorcho · hace 395 semanas
MigQuintana 101p · hace 395 semanas
Fue un tema más emocional que futbolístico. Muy, muy emocional.
El tema es que ese fue un momento tan clave para el Real Madrid como para un jugador que ha sido decisivo en sus dos Champions posteriores. Porque los partidos se construyen a través de momentos, pero los jugadores también.
@Adrian Cervera
De hecho, es que Robert Lewandowski tenía influencia hasta en zona de mediocentros. Era un futbolista mucho más móvil y dinámico de lo que es ahora mismo, lo cual encajaba de maravilla con lo que era ese Borussia Dortmund.
VRubio · hace 395 semanas
Para mí hoy el termómetro del RM será Modric y su interpretación de las transiciones y aciertos, si está ok, el RM tendrá una gran noche.
Gravesen · hace 395 semanas
De echo ese día Casemiro me recordó mucho más al Lass Diarrá de Mourinho que al Casemiro que ha acabado siendo.