Tan pronto como la fecha es precipitar cualquier análisis dada la gran diferencia que existió en Estambul entre el Basaksehir y el Sevilla, pero lo visto en la ciudad turca da para ser optimista con el potencial competitivo que alberga el conjunto de Eduardo Berizzo. Los motivos serían numerosos pero tanto a nivel juego como a nivel plantilla, el rendimiento de esta última en relación a lo que puede proyector el ‘Toto’ con su libreto da para generar optimismo. Su debut en Europa, en sensaciones y resultado, pone al club de Nervión en disposición de poder competir con total garantía. Los mimbres y las ideas van en consonancia, y que esa lectura pueda hacerse tan temprano da para exigir a este nuevo Sevilla.
Se fueron Iborra y Nasri, competitividad y discurso en parte crucial del terreno, y la transición hacia lo nuevo no ha hecho sino expresar la importancia que va a tener el nuevo trío de centrocampistas sevillistas. Por encima de todo, los mejores minutos y tramos de juego de los hispalenses siempre se debieron a lo que ofrecieron Pizarro, Banega y Nzonzi. Berizzo parece haber preparado una ruta en la que todos pueden ser iniciadores de juego, segundo escalón y llegadores a tres cuartos. El dinamismo visto en salida de balón y opciones en campo ajeno fue lo más positivo y vistoso de la victoria del Sevilla.
Banega demostró que mandará en el centro del campo sevillista
Si bien Guido Pizarro parte como pivote más posicional, Ever Banega va a volver a ser el jefe. Partiendo desde la mediapunta, el argentino tiene libertad para maniobrar en los dos ejes: de arriba abajo y de izquierda a derecha. Como si nunca hubiera abandonado el Sánchez Pizjuán, Banega completó una actuación que le abandera como soporte del juego tanto como pincel del detalle. Acciones concretas y movimientos continuos. Con Pizarro entendiendo su libertad y Nzonzi ayudando en la construcción para acompañar después arriba, el impacto que tuvo en Estambul y que puede tener en la temporada fue importantísimo.
Tras el gol, el Sevilla echó sus líneas hacia atrás y prefirió esperar para aprovechar espacios por fuera, donde el Basaksehir más se desprotegía. En ambas opciones, la protagonista y la reactiva, el Sevilla mostró tanta superioridad como comodidad. A sus mediocampistas le acompañaron perfiles veloces para contragolpear.
Berizzo cuenta con una plantilla de muchas variantes
El entrenador argentino dispuso de bandas muy verticales, mejores al espacio que recibiendo al pie, lo que permitió que si su rival, con Emre para juntar y Adebayor para descolgar, tomaba iniciativa, las opciones fueran variadas. Entre los más adelantados destacó sobremanera Ben Yedder, muy implicado en ofrecer un apoyo constante y profundidad hacia los costados. En la primera media hora, la superioridad visitante fue evidente, coral y meritoria, siempre a lomos de dos ritmos muy bien mezclados.
Los turcos, que entraron en el choque a la vez que entraba en el campo el ágil y osado Kerim Frei, móvil y profundo por la banda opuesta al rápido Elia, tomaron el pulso a la eliminatoria y obligaron al Sevilla a buscar más. Lo hizo desde otra perspectiva diferente a lo ofrecido a la primera parte, de ahí que sus recursos tomen calificativos realmente importantes. Y es que Berizzo, que ya había dado entrada a Nolito por Montoya para intentar cerrar el partido, rearmó sus bandas con la entrada de Navas por derecha, lo que dio a su ataque un matiz simplificado y agresivo que tuvo significado. Ya fue el banquillo una solución para Sampaoli y seguramente lo sea para el ‘Toto’.
Foto: OZAN KOSE/AFP/Getty Images
AArroyer 17 agosto, 2017
Qué jugador es Ever Banega. Y qué medular le ha quedado al Sevilla.
No sé, soy especialmente positivo con el Sevilla. Creo que tiene una plantilla soberbia. Con una cantidad de recursos amplísima. Como Berizzo la dome y la active, garantía de competitividad ante cualquier rival, en mi opinión.