El AS Mónaco de Leonardo Jardim parece dispuesto a que su nuevo proyecto pueda ser tan reconocible como el anterior en términos estilísticos. Independientemente de la calidad con la que ha sustituido a sus ventas, hay en Tielemans, Jovetic o su última incorporación, Keita Baldé, el ánimo de consolidar un poderío por las transiciones y la ofensividad sumamente atractivos. Si bien parece difícil igualar lo conseguido por el proyecto precedente, tanto las necesidades creadas en el equipo como los rasgos que definen al campeonato francés, tanto en lo técnico como en lo táctico, han llevado a los del Principado a pensar que las oportunidades de regenerar lo perdido son numerosas.
El Mónaco 2016-2017 hubiese encajado con Keita Baldé
Subyacía una sugerente y positiva simpleza en el ataque del Mónaco cuando el imponente poderío físico en cada arrancada y llegada a portería de muchos de sus hombres -Fabinho, Mendy, Mbappé, Lemar, Sidibé- se hacía con el mando del partido. Sus ofensivas, muy directas, incesantes, enormemente productivas creando ocasiones a un ritmo altísimo, potenciaba un componente físico y rítmico de jugadores muy jóvenes que no tenían que pensar y elaborar, facilitando los caminos hacia el gol. La calidad de su juego iba siempre acompañada de un músculo muy demandado en la Ligue 1, un campeonato que debería acoger con naturalidad las mejores virtudes de Keita Baldé.
El ex de la Lazio ha crecido exponencialmente en lo que caracterizó precisamente al campeón de liga y semifinalista de la última Champions. Si Baldé, en este momento de su carrera y dejando escrito cómo le gusta jugar al fútbol hubiera podido elegir un equipo en Europa de la élite que hablara por él, seguramente el de Leonardo Jardim sería el más cercano a sus peticiones. Muy profundo y potente tanto en conducción como en primer paso y desmarque al espacio, el Mónaco se garantiza carrocería y despliegue exterior con su llegada.
El senegalés destaca por su zancada y potencia al espacio
Con el excelente juego de espaldas de Falcao y Jovetic y el desplazamiento de balón de Tielemans, Keita Baldé puede convertirse en una sensación en el campeonato galo. A falta de apuntalar matices más asociativos y fiables en el uno para uno, donde su regate largo gana distancias con la pared o el control de balón en espacios cortos, Keita Baldé suena bien galopando por el Louis II. Jardim ha demostrado saber manejar equipos que necesitan un ida y vuelta para brillar y si sigue apostando por ello como así parece, Baldé va a destacar.
En su haber, el senegalés tiene condiciones para rendir en ambos costados. Aún verde en la definición y las decisiones a tomar cuando hay que materializar las jugadas, puede darle al técnico portugués salidas por dentro y por fuera muy características en su juego. En pleno desarrollo de su olfato goleador, el Mónaco ha de esperar de Baldé lo que se ve a simple vista: velocidad, potencia y llegada. No es muy diferente a lo que podría definir en esencia a los atacantes monegascos que rozaron Cardiff.
Foto: Paolo Bruno/Getty Images
Juan Plaza 31 agosto, 2017
O sea, que venden al gran Lemar. Mala cosa para el Mónaco y buena para el que adquiera a ese pedazo de futbolista