A escasos días de cumplir los 27 años, Wakaso Mubarak ha firmado por el que ya es su sexto equipo en España, el noveno en total tras pasar también por Rusia, Escocia y Grecia. Consecuentemente, en esta corta pero intensa trayectoria apenas le ha dado tiempo para repetir curso con el Elche, el equipo que le trajo desde su Ghana natal. Y esto no parece casualidad. Wakaso no es sólo un futbolista muy particular con un carácter ciclotímico, sino que además según avanza la temporada se va poniendo de manifiesto lo complicado que les llega a resultar a sus técnicos el encajarle en sus sistemas.
Y no por una mera cuestión individual. Porque el centrocampista ghanés cuando juega tiene un impacto directo en el resto del colectivo. Su aceleración, agresividad e intensidad terminan por contagiar al resto. Y si esto no está programado o mínimamente controlado, al final el equipo se termina pareciendo más a Wakaso que a sus entrenadores. En el Elche de Bordalás esto no era un problema, sino una virtud por la afinidad de ambas ideas. Pero en el Espanyol de Aguirre (un equipo que cedía el balón pero que enfocaba muy bien sus presiones a partir de un bloque medio) o en la UD Las Palmas de Quique Setién (un ejemplo de juego posición ordenado y cerebral) al final terminaba siendo definitivo. El técnico cántabro, consciente de esto, probó situándole en un costado, sitio en el que cuajó varios partidos de buen nivel, pero al final no dejaba de ser una manera de esconder el polvo debajo de la alfombra.
El Alavés del año pasado no parecía muy propicio para Wakaso.
A Wakaso no le faltan cualidades técnicas ni físicas para poder ser un complemento muy interesante para muchos centros del campo. Sabe manejarse con ambas piernas, tiene buena conducción, achicando hacia adelante puede marcar diferencias, incluso tiene cierta llegada al área rival… La cuestión es que, a día de hoy, estas características están asociadas al descontrol, al desorden y al desequilibrio, tres conceptos que no encajan precisamente bien con la forma en la que se viene jugando en La Liga en los últimos años.
Apenas unas cuantas propuestas han dado cabida a jugadores de este tipo, caso del Eibar 15/16 con Escalante, del Athletic 13/14 con Mikel Rico o del Betis 11/12 con José Alberto Cañas. Y ninguno de los tres eran tan extremos como el ghanés. Brillaban ahogando, achicando, presionando y mordiendo, pero lo hacían conforme a un plan. En momentos y zonas indicadas. No siempre y por todo el campo. ¿Conseguirá el Alavés de Zubeldía construir un contexto similar para ayudarle en esta evolución? A tenor del ideal de fútbol del DT argentino no parece tan probable como debiera. Como comentábamos en «Conociendo a Luis Zubeldía» a él le gusta el orden y equilibrio de una manera parecida a la de Pellegrino. Y con éste precisamente los medios que han brillado son Llorente, Manu García o Dani Torres, tres jugadores de eminente corte posicional.
Como la dirección deportiva del Alavés demostró el curso pasado que no daba puntada sin hilo, lo más lógico es pensar que, como mínimo, el conjunto vasco quiere tener abierta una posibilidad que encaje mejor con contextos de ritmo alto y muchas transiciones. Si esto sucede, Wakaso podrá sumar. Pero si el equipo no se parece a él y debe ser el diferente, lo más probable, a raíz de lo que dicta la experiencia, es que en 12 meses firme por su décimo equipo.
Foto: JORGE GUERRERO/AFP/Getty Images
Soprano_23 · hace 404 semanas
Soprano_23 · hace 404 semanas
MarkelHxC · hace 404 semanas
AArroyer 101p · hace 404 semanas
Mañana sale artículo de Fabian Schär y el Dépor ;)
Soprano_23 · hace 404 semanas
Estaremos al quite. Imposible no mirar con buenos ojos la venida de uno de los pilares de la mejor generación Suiza, al menos potencial, que he visto. Ojalá ver también a Xhaquiri por aquí. Me parece que en un equipo de nivel medio-alto, si se da el contexto, podría partirla fuertemente
DavidM_SVQ 53p · hace 404 semanas
Este párrafo de Miguel Quintana refleja exactamente mi sentir con Wakaso. Me parece un jugador con condiciones físico/técnicas para hacer carrera en Primera, pero es que tácticamente te condiciona tanto que el entrenador tiene que optar o por dar protagonismo al ganés adaptando su sistema, o usándolo solo como un recurso desde el banquillo. ¿Podría templar su carácter y su intensidad? Claro que sí, ¡pero entonces no será Wakaso! Y quizás hasta fuera peor jugador.
JoseSan1990 · hace 404 semanas