Jozabed Sánchez se ganó en apenas 1300 minutos que el Celta de Vigo realizara un buen esfuerzo por él en este mercado de verano. El mediapunta sevillano no empezó como titular y tampoco se puede decir que terminara como tal, pues en la histórica eliminatoria con el United partió desde el banquillo en ambos partidos, pero incluso en dicho cruce, reforzado también por lo que estaba haciendo en Liga, quedó patente la necesidad que tenía el equipo celeste de contar con un jugador como él. Sin Fabián Orellana este Celta adolecía de creatividad y de mucho juego entre líneas, de acciones diferentes en definitiva, pero Jozabed logró corregir este déficit en cierta manera.
Como decíamos hace unos meses, el ex del Rayo Vallecano habilitó líneas de pase diferentes, cambió el sentido de varias secuencias de pases y, además, dotó de mayor pegada al ataque, tanto desde el balcón del área como a balón parado. A su modo descargó de peso a un Iago Aspas que llevaba seis meses encargándose de acelerar las jugadas desde muy abajo hasta muy arriba, y que comenzaba a mostrar síntomas de agotamiento. De hecho, a pesar de su gran nivel, ni siquiera Aspas logró compensar lo que Balaídos perdió con las marchas de Orellana y Nolito. Hacía falta algo más. Alguien más.
¿Qué necesita el Celta de Wass o Radoja?
¿Pero Jozabed Sánchez es suficiente? ¿Basta con su presencia y el crecimiento de Aspas para ofrecerle a Unzúe las bases sobre las que construir un equipo más sólido y completo que el de este año?
Todo va a depender de cómo lo oriente todo el entrenador navarro, pero da la sensación de que para edificar un sistema de más posesión, donde la asociación vuelva a ser fundamental, se van a necesitar otras piezas diferentes. Porque no sólo está el hecho de que además de Nolito y Orellana también se perdiera a Augusto Fernández y Krohn Dehli, sino que el propio jugador chileno era más que un mediapunta. Incluso cuando partía desde la derecha, Fabián demostraba ser un gestor. No sólo creaba y habilitaba, también gestionaba. Eso, hasta la fecha, Jozabed no ha demostrado serlo ni en el Rayo (era Trashorras) ni en el Celta (finalmente no lo fue nadie).
Y el problema s quien podía hacerlo en la medular, el Chelo Díaz, cada vez tiene menos ritmo, lo que deriva en que tenga menor peso e impacto en los partidos. Y sin una figura como la del Chelo, como la de Krohn Dehli o incluso como la de Orellana, al final el valor de Radoja, Wass y Pablo Hernández es otro, pues no tienen a quien complementar a sus muy diferentes maneras. Quizás el danés, por ejemplo, brilla más en lo individual a esta manera, tanto por lo que es el equipo por lo que se le pide, pero para el Celta parecería más útil y valioso siendo un secundario de lujo en vez de un protagonista principal. Y lo mismo se podría decir con Radoja o Jozabed. Por eso, pese al fichaje del mediapunta, el Celta va a necesitar un extra diferente, quien sabe si éste pudiera ser la propia pizarra de su entrenador, para ser más y mejor de lo que fue el pasado curso.
Foto: Gareth Copley/Getty Images
Abel Rojas 9 julio, 2017
Me resulta muy difícil proyectar lo que pueda ser Jozabed en el Celta de Unzué porque no tengo ni idea de hacia dónde irá el equipo como equipo. ¿Será 100% continuista con Berizzo o abrazará más la rama de Eusebio? De ahí sabremos hasta qué punto puede llegar a influir Jozabed. Si tuviéramos la respuesta a esa pregunta…