Saúl Ñíguez es uno de esos futbolistas que parece condenado a tomar relevancia. Sus condiciones, coronadas con una extrema puntualidad para la jugada ganadora, no están pasando desapercibidas para los diferentes equipos y sistemas de los que ha formado parte hasta la fecha, tanto en selección como club, haciéndose valer de tal manera que los equipos terminan hablando por su boca. Su físico, recorrido y determinación en situaciones de transición y llegada lleva a sus entrenadores a considerarlo fundamental en sus planes, transmitiendo la sensación, en el caso de Celades, de que el futbolista del Atlético de Madrid ha sido uno de las individualidades que han determinado que esta España no se obsesione con el control de la pelota.
La determinación de Saúl, clave en eliminatorias y torneos cortos
El duelo que medirá a España e Italia en las semifinales del europeo sub-21 de Polonia estará muy marcado por la capacidad individual de muchos de los futbolistas que formen parte del choque. Celades, que ha invertido más en sus jugadores que en cómo rodear al balón de futbolistas muy relacionados con la combinación y el dominio en campo contrario, sí que ha considerado importante que el mediocampo estuviera conformado por tres hombres, en el que uno de los interiores asumiera más peso creativo y el otro respondiera al nombre de Saúl, un interior que vuela y repliega con la intención de marcar diferencias llegando a las zonas que favorecen las victorias.
Sea con la movilidad de Denis o con el dinámico y artístico Ceballos, y teniendo al imponente Llorente como mediocentro, Saúl es un arma poderosísima en torneo cortos, por varios motivos. Primero, que ante una ventaja ya creada en la que el sistema rival debe ajustar en el lado más débil, Saúl pasa a convertirse en alguien diferencial, pues no debe tomar decisiones constantes con la pelota, su principal debe. Así, el del Atlético puede aparecer con frecuencia en situaciones más ventajosas. Segundo, si España corre, Ñíguez asume con naturalidad la misión del mediocampista que debe descolgarse siempre y sumarse desde segunda línea, allí donde España, con Asensio, Sandro, Deulofeu y los laterales, impone su calidad.
Como interior liberado, Saúl muestra su mejor versión
Antes de llegar a todo eso, está lo primordial: Saúl no depende de que se juegue un partido concreto para ganarlo. En un encuentro como el de hoy, entre dos potencias actuales, donde la competitividad se iguala y emergen los detalles, la mezcla del tipo de interior que representa Saúl y las propias virtudes del jugador, suyas y de nadie más, no generan discusión a la hora de valorar su papel en el encuentro o su papel en el discurso de la selección. Saúl Ñíguez condiciona partidos importantes, Celades ha adaptado su mediocampo para darle espacio y relevancia, y esa relación, para acercarse a la victoria, es sumamente poderosa.
Foto: MACIEJ GILLERT/AFP/Getty Images
Felipe 27 junio, 2017
Saúl tiene partidos de Copa de Europa, que Pogba, por poner un ejemplo de jugador similar, no ha tenido aun para mi