El Real Madrid obtuvo tres de los siete puntos que le faltaban para ser campeón ante un Sevilla inconexo que hizo el esfuerzo por conectarse pero que no pudo conseguirlo. Aun así, se trató de un encuentro abierto durante la mayor parte del minutaje porque Zidane presentó la versión menos sólida de su equipo.
El técnico francés, sabedor de que Sampaoli se acoge a rutinas como tener el balón o presionar arriba, apostó por un 4-2-4 y por futbolistas preparados para marcar la diferencia al atacar con espacios frente a sí (Kovacic, Asensio, James, Morata). Su problema residió en que, defensivamente, careció de orden. En primer lugar, porque Kovacic y Kroos, el doble pivote, manejan chips muy parecidos a la hora de defender -ambos se basan en la presión hacia delante-; y en segundo, porque la posesión blanca tejió muy pocas ventajas a su táctica. Kovacic volvió a ser una pesadilla para Kroos en términos asociativos, al ser el único centrocampista sin la costumbre de colocarse para dibujarle triángulos que favorezcan la fluidez en los pases, y James, desde la banda derecha, tampoco cubrió esa carencia. Vale que Zidane pudo buscar un partido abierto, si bien cuesta pensar que aceptase que su propio conjunto mostrase tan poca cohesión.
En dicho contexto, tres hombres sevillistas desempeñaron un rol protagonista. A favor de los suyos, Jovetic y Correa, que asistidos por Krohn-Dehli -que reapareció de su lesión como mediapunta del 4-2-1-3 que dibujó Sampaoli-, exprimieron los déficits posicionales del incompatible doble pivote merengue. En contra, Kranevitter, con pérdidas de balón incesantes en zonas prohibidas, daba alas al Madrid.
Todo cambio de Zidane y Sampaoli mejoró a sus equipos.
En el colíder, hubo un par de buenas noticias. Para empezar, los laterales Danilo y Nacho lucieron en ataque permitiendo que ese modelo ofensivo sustentado en dichas figuras siguiese teniendo valor pese a las ausencias de Carvajal y Marcelo. Para terminar, sin duda debe ponderarse la actuación de Asensio, porque no es normal que un futbolista enfocado a la creación de ocasiones participe más en 90 minutos de juego que el mismísimo Toni Kroos. Asensio se mueve en el Real como Bale en Gales; va adonde quiere porque siente, y demuestra, que en cualquier parte suma. El mallorquín es un joven muy especial.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
Xisco_Rincon 15 mayo, 2017
A mí más allá de que para mí los más MC son Casemiro y Modric (sobre todo en la faceta defensiva), y cuando salieron el Madrid fue absolutamente otro… me gustaría bastante hablar de Asensio.
Seguro me equivoco, pero me da que este chico marca más el estilo del Real Madrid que, por ejemplo, Isco. Creo que si Asensio está la producción ofensiva, y la manera de atacar cambian radicalmente. Pasa a ser todo mucho más rápido y fluido, y esa sensación la tengo aunque Asensio no juego muy bien. Isco es un crack, y está de dulce, y además creo que se complementa y se entiende con Asensio a las mil maravillas, pero cuando hemos visto al Madrid B lucir, creo que es más el Madrid de Asensio que el de Isco. Otra cosa es que poniendo a los dos ya sea la repera.
Por otro lado Cristiano creo que está para quedarse de 9, no me parece positivo que tenga demasiada influencia en el juego del centro del campo. Antaño solía crear ventajas gracias a que dejaba atrás a uno o dos, arrastraba jugadores, creaba miedo… pero ya no lo veo. En cambio Asensio, Isco, Benzema, Modric,… sí crean ventajas ahí. Veremos si el miércoles juega o no Cristiano y donde juega, pero cada vez me parece más importante de 9 (está enchufando muchas) y empeorando jugadas cuando participa demasiado abajo. Ojo que hasta hace nada opinaba lo contrario! Pero es que además con Asensio e Isco juntandose con Kroos y Modric, es mucha tralla, pero mucha. Todo eso con Marcelo y Carvajal como laterales.
Es cierto que Benzema también está de dulce, pero la verdad que este año no las enchufa, y alguien tiene que meterlas para adentro. Esto va de meter goles.