Koke es el tipo de futbolista que, pudiendo ofrecer seguramente su mejor rendimiento como mediapunta, viene de formar con España una especie de doble pivote en el que se encargaba de guardar la espalda a Carvajal. Es decir, estamos hablando de un jugador con unas capacidades físicas, técnicas y tácticas que le hacen útil para desempeñar prácticamente cualquier papel en un centro del campo.
Sin embargo, la sensación es que no hay posición que le haga más importante para sus compañeros que la que a fin de cuentas más tiempo ha ocupado: la de interior izquierdo. Al ser un jugador de mucha movilidad, muy participativo y con una facilidad evidente para el último pase, gozar de la libertad de la que Simeone siempre ha dotado a dicho puesto es gozar del contexto que más puertas le abre y menos le cierra al vallecano. Y esto, al resto, le sienta de lujo.
Su relación con Filipe o Griezmann es clave.
Con Filipe Luis la relación es obvia. Cuanto más tiempo pasa Koke en el sector izquierdo el lateral brasileño toca más balones, incide más en ataque y sufre bastante menos en defensa, pues aunque Koke no es un superdotado sin balón, como se demuestra cuando juega por dentro, su capacidad de concentración y trabajo en el costado le facilita mucho la tarea a Filipe. Y también al mediocentro, claro, pues le permite cerrar el medio sin necesidad de preocuparse por lo que pase en su lado izquierdo. Todo esto se ha podido comprobar de forma muy palpable en las últimas jornadas. Ante el Sevilla, por citar un ejemplo reciente, vimos al Filipe más influyente en el juego colchonero de toda la temporada. Fue clave en salida, en la creación y en el último tercio. Y en lo relativo al doble pivote, más de lo mismo. Con Gabi lanzado a la presión y Koke haciendo lo propio a su manera, cada uno por un sector, Saúl pudo ejercer de mediocentro clásico sin sufrir ni un ápice. La causa de esto fue sobre todo colectiva, evidentemente, pero en ella tuvo mucho que ver la posición, tanto en ataque como en defensa, del canterano.
Además, como decíamos, Koke es un jugador muy móvil. Cuando empieza en la izquierda es tan normal verle en dicho sector como en el pico del área derecho. Esos movimientos, a veces con el balón, la mayoría leyendo el sentido de la jugada lejos del mismo, van activando relaciones por el camino. Mezcla muy bien con Griezmann, libera de sus tareas principales a Yannick Carrasco y, por supuesto, por dentro tiene una posición privilegiada para encontrar a dos jugadores brutales en el desmarque, como Gameiro o Torres. Basta recordar el tramo final del año pasado con Koke de mediapunta y Torres de nueve para entender que ver al vallecano en dicha zona tiene valor gol. Y cuando juega en el doble pivote, sea más atado o con más libertad, esto no sucede. De hecho, así lo muestran las estadísticas ligueras: 20 goles producidos en 2014, 14 en 2015, 20 en 2016 y, de momento, sólo 9 en 2017. Y ojo, que este dato tiene trampa, pues hasta hace nada únicamente eran seis goles producidos, ya que en los últimos tres partidos el vallecano ha sumado un gol y dos asistencias más… Jugando por la izquierda.
Con Gabi-Saúl en el centro, Koke puede volver a la banda.
Diego Pablo Simeone cree que el futuro de Koke está en la sala de máquinas. Julen Lopetegui, a su manera, también lo ve así en la Selección. Los dos entrenadores tienen motivos para ello. Sobre todo a partir del contexto y de las necesidades que ambos están manejando en esta temporada. La cuestión en el caso del Atlético de Madrid es que, ahora mismo, gracias en parte al paso adelante de Gabi, su incansable capitán, el Cholo ha encontrado una manera de no renunciar a todo lo que supone Koke en la banda izquierda.
Segundo Asalto – ¿En qué punto está el Atlético?
Foto: David Ramos/Getty Images
Alex Fuentes 31 marzo, 2017
A mí Jorge Resurrección me parece dominante en los últimos años. Es una pieza imprescindible para Simeone, el termómetro del equipo, el "si Koke juega bien, lo hará el Atleti. Pero si Koke juega mal…"
Desde luego su posición predilecta con Simeone es el interior izquierdo, aunque creo que sería mejor de interior izquierdo en un 4-3-3 clásico.
Lo mejor de Koke es que hace muy poquitas cosas mal. Defendiendo la banda hay pocos como él, por inteligencia táctica y capacidad de sufrimiento. Pero es que cuando ha jugado en el medio, no desentona (sí está por debajo de Gabi, Tiago, Augusto y Saúl, pero por encima de la mayoría de mediocampistas de toque).
Su tipología de jugador le haría rendir más en un equipo de posesión (pregúntele a los culés, que llevan 3 veranos suspirando) pero a Jorge le tocó un corazón rojiblanco. Y es que Koke es un líder carismático, el futuro capitán de este equipo, el próximo Gabi (no como jugador, el próximo Gabi en el campo es Saúl).
Con respecto a sus asociaciones… Filipe y él son pareja de hecho ya^^ no hay quien se la quite a estos dos. Pero cuando a estos dos se juntaba Arda en la 13-14… eran un sistema de control de pelota en sí mismos. 3 tíos se la escondían a 11, tremendo aquello (véase la exhibían en Stamford Bridge).
¡Gran texto Quintana!