Se puede considerar una completa heroicidad pasar una eliminatoria en el Juventus Stadium tras ceder por 0-2, una morada que, sin ir más lejos, suma 29 victorias consecutivas en Serie A. A eso enfrentará el Porto en tres semanas, después de caer ante los turineses en un encuentro marcado por el ejercicio de supervivencia al que se vio obligado el conjunto de Nuno Espirito Santo y que finalmente no pudo llevar a cabo, pues la expulsión de Alex Telles en el minuto 25 concedió a la Juventus una ventaja considerable: tener paciencia para marcar con la casi total garantía de no encajar. A la vez, un reto, mostrar fluidez en el espacio reducido, algo que únicamente realizó con éxito gracias a la dirección de campo de su entrenador, el siempre paciente Massimiliano Allegri.
Desde el primer compás, las piezas claramente posicionadas desde su movimiento de apertura. Nuno cedió toda la iniciativa a la Juve, que no se asustó por acumular mucha posesión y salió jugando raso para plantarse arriba y tratar de elaborar, tarea que, sobre todo en Europa, suele compartir o ceder con cierta convicción y satisfacción. Para no confundirse, el campeón italiano abrió a sus laterales para formar una ‘u’ en campo contrario, desde la que ganar altura y seguridad en su circulación. Con Sandro y Lichsteiner siendo profundos, el Porto defendió demasiado tiempo sin lograr salidas productivas. Los dragoes necesitaban robar la pelota, aumentar en agresividad y variar la defensa del espacio con el robo al pie del poseedor. Así, cada movimiento de apoyo juventino era perseguido.
Los cambios de Allegri, fundamentales en el triunfo italiano
En ese nuevo ímpetu, la clave del encuentro. Un confundido Telles vio dos amarillas en dos minutos y transformó así un encuentro definido, pero con posibilidad de cambiar de paso si el Porto decidía presionar más arriba, en uno muy diferente, en el que la Juventus atacaría permanentemente y sin verse comprometida atrás. Los portugueses afrontaban por delante 75 minutos de resistencia. El 0-0, prácticamente una victoria lusa. Los italianos, con 75 minutos por delante para probar su ataque posicional. Minuto a minuto, una lectura confirma a los visitantes como ese equipo que no se ve afectado mentalmente cuando surge un problema futbolístico.
Así, Allegri esperó todo lo necesario, por más que las cosas fueran evidentes. Sin aristas ni matices en la izquierda -Sandro, Mandzukic-, con poco atrevimiento en el pase filtrado en el carril central –Pjanic, mejor golpeo que pase– y con Cuadrado excesivamente pendiente del desborde, la Juve sólo podía colgarla al área, donde su rival se hizo fuerte ante Higuaín, por más que no pudiera ganar una salida clara. Surtir a Dybala se hacía muy complicado, hasta que Allegri dio al interruptor e iluminó la sala, con efecto inmediato. Primero Pjaca y después Alves, con goles de ambos, dieron la victoria a los suyos con dos jugadas muy significativas por su lucidez, en contraposición con la espesura vista hasta entonces. El croata arrancó abierto para seguir el movimiento del balón y buscar la pared, terminando dentro del área. El brasileño, con una diagonal a la misma que sólo jugadores de su grandeza pueden hacer. Así conquistaron Do Dragao Massimiliano, Dani y Marko.
Foto: MIGUEL RIOPA/AFP/Getty Images
Pedro 23 febrero, 2017
El gran ganador de este partido sin ninguna duda ha sido Allegri,Logro con sus cambios desatascar el ataque bianconero y de paso logra generar respeto ante europa y ante sus propios dirigidos dejando afuera a su mejor defensor.